Cap 7 "Dos corazones rotos"

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Harry se despertó emocionado, la mañana del martes ya había llegado, corrió al baño para asearse.

Pasado unos minutos estaba totalmente arreglado. Anne le había preparado su desayuno preferido. Panqueques con miel y unas cuántas fresas encima que le daban un toque lindo. El ojiverde disfrutaba cada bocado como si fuera la primera vez que los comía.

Luego su madre lo dejó en la escuela como todos los días. Harry tuvo una sonrisa de oreja a oreja en todo el camino.

Faltaban unos minutos para que fuera el descanso y el rizado estaba impaciente, veía constantemente el reloj hasta que por fin el timbre sonó. Corrió hacia la banca en donde siempre hablaban él y Louis y se sentó a esperarlo.

Echo un vistazo a su alrededor, el mayor seguía sin aparecer y eso aumentaba los nervios en él.

Tal vez se quedó dormido, o seguro se enfermó, probablemente sea lo primero pensó el rizado. Hasta que el recreo terminó y nunca apareció el castaño.

La sonrisa de Harry había desaparecido completamente y su madre lo notó.

-Cariño, ¿todo bien? -Preguntó Anne.

-S-sí mamá.

-No suenas convencido, cuéntame que pasó. Harry la miró por el espejo del carro.

-Es sólo que .. Louis no vino hoy a la escuela - dijo, incapaz de controlar los nervios en su voz.

-Oh, tranquilo cielo, seguro tendrá una razón, verás que mañana sí irá- le sonrió. Harry bajó la mirada hacia su pulsera verde. Miles de ideas pasaban por su mente, las cuales sólo causaban temor en él.

Al día siguiente el rizado esperaba al castaño en el mismo lugar de siempre. Los minutos pasaban y no había señal de Louis.

Así pasaron las horas, días, hasta semanas y Harry no volvió a ver esos ojos azules que causaron un mar de emociones en él. Al llegar a su casa se encerró en su cuarto a llorar, se había hecho la idea de que Louis lo había dejado.

La promesa que le había hecho se había roto en mil pedazos al igual que su corazón.

Lloraba desconsoladamente sobre su almohada, sin poder contener sus lágrimas. Tenía miedo, miedo de no volverlo a ver, el castaño había entrado en su vida de la manera menos esperada y ahora él se había ido y lo dejaba sólo.

Era muy pequeño para sufrir todo ésto.

Escuchó que tocaban la puerta.

-Harry hijo mío, abre la puerta por favor, sólo quiero hablar contigo- habló la madre.

-Quiero estar solo.

-Soy tu mamá sólo quiero ayudarte, anda, abre la puerta.

El ojiverde se limpió sus lágrimas y se levantó de su cama para abrir la puerta.

Anne lo tomo del brazo y lo sentó en la cama, después ella lo mismo.

-Cuéntame por qué estás así- La mujer lo miraba a los ojos.

-L-Louis ...

-¿Qué pasó con Louis?

-Él ya no va a la escuela mamá, el prometió que jamás se iría, él dijo que no me dejaría solo y lo hizo -abrazó fuertemente a su madre.

Anne estaba destruida, su pequeño hijo estaba sufriendo por amor y no sabía que hacer para ayudarlo.

-Cariño, tranquilo por favor -no podía soltar ninguna palabra más, no sabía que decir.

-Lo odio mamá, lo odio.

-No Harry, mírame- lo tomo de la barbilla para que la mirara.- El odio no es la solución, odiar es malo. Seguro sus padres lo obligaron, cariño.

-P-pero él pudo despedirse mamá.

-Louis es un buen niño, jamás te haría daño, ¿acaso no confías en él?

-Ya no, no quiero saber nada de él.

-Harry él tendrá sus razones, no deberías de juzgarlo sin saber que pasó realmente.

-Sólo quiero estar solo mamá.

-Esta bien, yo me iré, buenas noches cielo- depósito un suave beso en el frente del rizado.

Harry se acomodó en su cama y prendió la lámpara que se encontró en su cómoda.

Miró la pulsera y se la quitó para guardarla en un cofre que le había regalado su madre en su anterior cumpleaños.

En su mente sólo estaba Louis, lo extrañaba, extrañaba su voz cuando le decía ricitos, extrañaba su risa, extrañaba todo de él.

Así estuvo meses en donde no tenía apetito, sus notas habían bajado y ahora ya ni sonreía. No volvió a ser el mismo niño que tenía una sonrisa enorme en su rostro.

En los recreos paraba solo y no dejaba que nadie se le acerque. Anne lo llevó con ayuda profesional pero aún así no mostraba cambios en su menor hijo. En sus tiempos libres se dedicaba a leer, se pasaba horas leyendo hasta que su vista no daba más.

Le entretenía todo lo que tenía que ver con letras.

Harry trataba de no pensar en Louis pero era imposible ya que éste aparecía hasta en sus sueños. La última vez que lo hizo se levantó en medio de la madrugada muy sudado y con lágrimas.

Recuerda que estaba en el bosque a donde había una vez con él. Ambos estaban abrazados hasta que unas sombras se acercaban a Louis y se lo llevaban de su lado. Él gritaba a más no poder pero fue en vano, él ojiazul había desaparecido de su vista así como en la realidad.

Desde ese día se prometió a sí mismo a no volver a pensar en él. No recordarlo, empezaba a crecer dentro de él algún tipo de rencor hacia el castaño pero quería ya no podía hacer nada. Su madre siempre estuvo apoyándolo.

Le decía que en algún momento Louis vendría por él, que probablemente el destino los uniría nuevamente pero Harry ya había perdido las esperanzas.

¿Qué les pareció el cap?, En el próximo ya pasarán años...

Una vida para los dos- Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora