Cap 18 "De vuelta a nuestro lugar"

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Sentía que moriría en cualquier momento, llevaba ahí más de una hora esperándolo y no llegaba.

Tal vez no iba a ir, pero él tenía esperanzas.

Miró todo el lugar.

Le traía tantos recuerdos.

Suspiró llevando ambas manos a su cabeza cuando escuchó pasos.

Volteó conectando mirada con aquel rizado.

Harry se acercó a pasos lento hacia él, mirándolo fijamente.

—Hola Harry— habló con un hilo de voz.

—Hola Louis.

Louis.

Sintió mariposas.

No había escuchado su nombre real salir de la boca del ojiverde hasta ahora, y sonaba muy bien que le causó escalofríos.

Tragó saliva.

—¿Leíste la carta...?— preguntó nervioso.

Bien, no había pensado en lo que decía, era obvio que Harry la había leído si no, no estaría ahí.

Junto a él.

Pero en ese momento sus nervios lo dominaban.

Harry asintió.

—Lo hice.— respondió frío.

—Harry y-yo...—suspiró—Pensé muchos la cosas y entiendo si tú no quieres saber nada mi, sólo quería que me perdonarás por irme.

No respondió.

Harry tenía la mirada profunda puesta en él.

—Y-yo no sabía que hacer, lo juro— Murmuró.

El rizado bajó su mirada, ahora dirigida hacia los labios delgados del mayor.

—Me odié a mi mismo por mucho tiempo— negó— Entiendo si tú me pides en éste momento que me vaya de tu vida lo haré, lo prometo.

Harry dió un paso más.

—Sólo quiero que me perdo..—

No pudo terminar de hablar ya que unos labios se acercaron rápidamente hacia él.

Pegó sus labios a los del castaño tomando el control de la situación. Louis se quedó inmóvil sin saber cómo reaccionar.

Mierda.

Harry lo cogió de la cintura sintiendo su calor, se sentía en el paraíso.

Fue correspondido.

Danzaron sus labios sincronizadamente como si hubieran esperado tanto ese momento.
Aquel beso de amor, en ese inmenso bosque, sintió su boca arder al rozar los labios del mayor.

Fue una hermosa sensación que sólo la sintieron ambos.
No sabían si era muy pronto o si habían tardado demasiado pero en ese beso los dos encontraron razones suficientes para llamar hogar a aquel momento.

Sus labios dejaron suaves caricias sobre los de Louis, que quedaron inmortalizados desde aquel momento, mientras cogía ambas mejillas depositando suaves toques.

Louis sentía que se derretía por dentro, mientras sus labios y su lengua saboreaban dulcemente los ajenos.

Se miraron a los ojos luego de un beso largo y apasionante mientras el tiempo pasaba.
No había necesidad de decir algo porque el sentimiento era mutuo.

Después de ese beso fueron a otro tiempo, a otro universo.

Fueron dos almas latiendo, dos corazones unidos fugándose en un sueño.

Una vida para los dos- Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora