Una vida para los dos- Larry Stylinson

Cap 32 "Dos pájaros"

Durante el primer año de la muerte de Louis, Harry decidió buscar al culpable de todo por cielo, mar y tierra. No dormiría en paz hasta encontrarlo y matarlo con sus propias manos. Pero cuando la policía llamó una noche a decirle que habían encontrado el cuerpo de Abelardo Jones muerto, en un abismo (Al parecer el hombre había intentado escapar del país y debido a eso tuvo un accidente en su auto y había caído en él. Sintió por primera vez un poco de paz.

Paz por su chico.

Porque por fin se había hecho justicia para él.

...

Así fue como Harry terminó en el lugar dónde se hizo su primer tatuaje

También dónde se hizo uno a juego, junto al amor de su vida.

Y ahora, se haría uno para llevarlo por siempre en su piel.

-Harry-habló el pelirrojo viéndolo entrar por la puerta-A los años amigo, ¿qué ha sido de tu vida?, Te desapareciste mucho tiempo eh- dijo sonriendo y acercándose a él para rodearlo en un abrazo.

-Ed, querido amigo- sonrió también, abrazándolo fuertemente.

Cuando se soltaron Ed notó extraño a su amigo de la infancia.

-Y Louis, ¿dónde está?- preguntó confundido.

Fue ahí cuando Harry sintió un pinchazo en su corazón. Escuchar ese nombre siempre le causaba eso.

Pero no le culpaba a su amigo, él no sabía nada. Después de todo, jamás se enteró y cuando ocurrió eso, Harry decidió alejarse un tiempo de sus amistades y familia. Necesitaba un tiempo con él mismo para adaptarse a lo que sería su nueva vida.

Una vida sin Louis.

-Él...él se fue- respondió con voz temblorosa.

-¿Se fue?- alzó una ceja confundido.

-Q-quiero decir- dejó escapar un suspiro-El se fue de aquí, él murió Ed- cerró los ojos al terminar de hablar.

El pelirrojo abrió los labios sorprendido al oír las palabras de su amigo. No sabía cómo actuar al recibir una noticia tan fuerte.

La primera vez que conoció a Louis, supo que era un buen chico y le agarró cierto cariño, y sea como sea que como murió, no lo merecía.

-Y-yo lo siento mucho Harry, no te- el rizado lo detuvo.

-No te preocupes Ed, tú no sabías nada, jamás te enteraste y no te culpo por eso, yo decidí alejarme de todos- dijo con un poco de tristeza-Pero me siento ya un poco mejor, todos me dicen que tengo que ser fuerte y eso trato.

-Estoy seguro que así será amigo mío-le sonrió cálidamente.

-Yo vine aquí para hacerme un tatuaje, uno que me recordara a él. A nosotros- dijo con una sonrisa.

-Es una muy hermosa idea Hazz- asintió- ¿Y ya sabes qué te harás?.

-Para serte sincero aún no, pero ya sé en qué lugar lo quiero.

Dicho ésto, después de unos minutos Ed decidió darle a su amigo para saber qué es lo que quería.

Por otro lado Harry, se sentó en el sofá beige mientras pensaba. Fue ahí cuando una mariposa se posó sobre el cristal de aquella ventana que estaba frente a él.

Era la misma mariposa del bosque.

Se acercó a ella a pasos lentos con una sonrisa en su rostro.

La mariposa empezó a volar nuevamente, mostrando sus hermosas alas. Fue ahí cuando Harry supo qué es lo quería.