¿TE ANIMAS?

¿ES ENSERIO?

La llevé al mejor hotel, en el cual a veces me quedaba para tan sólo quedarme ahí.

Me dieron la tarjeta de entrada ni bien llegué y fuimos a la habitación correspondiente.

Al llegar cerré la puerta y no esperé ningún segundo, tan sólo me fui sobre ella para besarla, ella me sostuvo de la cintura y correspondió el beso "así que esas eran dudas ¿eh?"

Comencé a aspirar a más así que baje poco a poco hasta su cuello, ambas estábamos de pie. Ella estiró su cuello para darme más entrada, lo cual agradecí porque me moría por excitarla  mucho más.

Seguido a ello comencé a desvestirla poco a poco, su blusa era rápida de sacar, pero me tomé mi tiempo, una mujer como ella se debía de disfrutar.

Llegué a dejarla en ropa interior, ella se alejó un poco avergonzada al verse en una posición débil comparada a la mía así que sonriente pedí que me ayudará a bajar el cierre del vestido. Luego la volví a besar y ella obediente hizo lo que le pedí y rozaba mi piel de manera excitante, sus manos hacían que mi piel se erizara y me moría por mucho.

Ya en la misma condición la llevé a recostarse en la cama cómodamente y me encontraba sobre ella, pero me miraba nerviosa, algo no iba muy bien:
- ¿Qué sucede?
- Creo que esto está mal.
- No le veo lo malo, pero podemos hacer algo mejor.
- ¿Qué cosa?
- Vamos a calentar.
- ¿A calentar?

Me levanté y hice que ella hiciera lo mismo, luego la llevé a la piscina, la cual estaba temperamentara y nos metimos de inmediato.

- ¿Qué hacemos?
- Calentando motores.
- ¿Eh?
- Tranquila, no hacemos nada malo amor.- la besé.
- Pero...
- Shhh... tan sólo disfruta el momento.

Volví a besarla con intensidad, debía prenderla más, debía hacerla mía como a de lugar, no podía irme sin dejarla así lo cual era muy extraño ¿por qué? Porque cuando una chica se pone inocente y tímida la abandono en el acto, en cambio a ella no la dejaría así de la nada.

El ambiente nos apoyaba, sentía su cuerpo caliente, comencé a quitarle el brasier y seguí bajando por más, pero me detuvo:
- Yo...
- ¿Qué pasa?
- Es la primera vez que...

Abrí mis ojos sorprendida ¿era ella virgen? Esto si que estaba a mi favor, sería la gran afortunada de hacerla completamente mía.

- Tranquila, de eso no tienes de qué preocuparte.- acaricié su rostro para que sienta tranquilidad.
- Yo...
- Tranquila, comienza tú, tan sólo déjate llevar.- cambié las posiciones.

Me encontraba apoyada en la piscina y ella delante mío, tomé su mano y comencé a autocomplacerme sola mientras la excitaba poco a poco.

Hice que tocará suavemente mi cuerpo mientras mi respiración se hacía más dificultosa porque moría por más:
- Has todo lo que quieras conmigo amor.

Con temor me quitó el brasier, lo cual agradecí y nerviosamente me acarició, lo cual me hizo sentirme más prendida. Sus ojos estaban cambiando, era la señal, estaba excitandose:
- Toca más amor...

Tome nuevamente su mano y hice que me aplastara el seno, lo cual me hizo soltar un ligero gemido de placer.

Ella continuó haciéndolo y yo más que feliz, me estaba prendiendo a mares, no quería las cosas lentas, la quería ya.

Me estaba descontrolando así que volví a tomar su mano y bajé hasta mi zona íntima, tomé su dedo índice y comencé a frotar mi zona, lo cual me hacía gemir incontrolablemente, me moría por mucho por ella.

Al abrir los ojos la miré, estaba completamente perdida observando mi zona, comenzó a jugar ella misma y solté su nombre:
- Hyejin... Uhmmm...
- Wheein...- su voz se volvió más ronca de lo que ya era y por ello volví a besarla mientras ella seguía excitandome por debajo.

Pasaron unos minutos y decidí salir de esa maldita piscina, ella me siguió por detrás y me lanzó a la cama, se puso sobre mi y comenzó a llevar el juego a su estilo, lo cual me encantaba, pero amo ser la primera que tomará su cuerpo así que cambié de posiciones y comencé a hacerla mía.

Escucharla gritar mi nombre y sus gemidos era música para mis oídos, la deseaba demasiado, sus movimiento eran rápidos y su sabor era exquisito.

Ella hizo lo propio conmigo y demonios!!! Sabía lo que hacía, su estado de excitación e embriaguez la hacían toda una experta, su nombre salía de mis labios, lo cual nunca me sucedía con otra mujer, pero bueno... una puede hacer algo diferente de vez en cuando.