¿TE ANIMAS?

JURO QUE LO INTENTÉ

Al día siguiente se despertó temprano como habitualmente lo hacía, se dio un baño y se vistió de la mejor manera posible, claro que primero hizo una revolución total en su armario para saber que ponerse.

Ya después salió luego de saludar cortésmente a su hermana y a Ailee, quienes se encontraban desayunando juntas.

- Buenos dias.
- Hola Wheein.
- Hola hermana ¿desayunas con nosotras?
- Se me antoja ir a una cafetería a relajarme, con permiso...

Luego de ello se retiró, subió a su auto y se preparó mentalmente durante su recorrido, si o si le diría a Hyejin lo que sentía, le correspondería y harían lo que suele hacer una pareja ¿no?

En su camino vio a una señora vendiendo flores, se detuvo y bajó de inmediato:

- Buen día señorita.
- Buen día, quiero sólo una rosa con celofán y eso.
- Entiendo lo que está pidiendo señorita ¿de qué color gusta la rosa?
- Uhmmm... rojo no creo, es muy cliché, pero creo que sería lo más indicado ¿no?
- ¿Es para su pareja?
- Bueno... No es mi pareja aún, pero se supone que lo será cuando se lo pida.- estaba nerviosa, era más que obvia.
- El rojo muestra amor, pero el azul muestra sinceridad y compromiso.
- Entonces el azul será.

Luego de pagar continuó con su camino con un poco de música para relajarse.

Al llegar decidió entrar sin tocar para sorprender a la morena.

Entró y comenzó a buscarla en silencio por todo el departamento, pero como no la encontraba decidió llamarla:

- Hyejin... ¿podemos hablar?

En todo momento mantenía la rosa escondida en su espalda para que no le arruine la sorpresa.

Continuó buscando hasta que su vista se posó en el sofá, había un sobre asi que lo tomó entre sus manos y leyó ahí como destinatario su nombre, lo abrió con cuidado y comenzó a leer el contenido:

Hola Wheein, no sé cuánto tiempo ha pasado desde que dejé esta carta, no tengo ni la menor idea que día haz visitado mi departamento. Quizás sea tarde, pero de todas maneras espero que leas al menos mis pensamientos en vez de romper y tirar a la basura esta carta.

Primero decirte gracias por continuar leyendo, me hace sentir bien expresarme a través de este medio.
Ya sabes que desde hace años he estado enamorada de ti ¿no? ¿Por qué? Porque tienes muchas cualidades aunque no sepas notarlas, me gusta hasta tu estado de ánimo frío, eso es raro ¿No? Pero en fin, cuando uno se enamora ama las cualidades y defectos de la otra persona, eso me enseñaron a mi.
Sé que no crees en el amor y lo entiendo, en cierto sentido Heyne me contó el por qué de manera seria para que yo dejara de insistirte, ella no quería que yo sufriera por un amor no correspondido y enserio me sentí bien al saber que se preocupaba por mí debido a que no tengo a alguien que lo haga, esa parejita es muy tierna y comprensiva conmigo.
De todas maneras seguí esperando e insistiendo, de verdad lo siento si te he estado molestando e incomodando Wheein, pero a veces el corazón no escucha lo que uno le pide, es tan terco que tan solo nos quiere hacer sufrir.

Ese día que saliste de prisión tuve que rogarle a Heyne para que me deje tenerte al menos unas horas, de verdad fueron las mejores horas de mi vida, sé que quizás hicimos la misma locura de siempre, pero el despertar a tu lado, hacerte el desayuno y desayunar a tu lado tomando tu mano fue fantástico y un sueño cumplido.
Pero todo tiene un final Wheein... es doloroso, lo sé, al menos para mi lo es. Te dejé en tu casa con un corazón destrozado porque ya fueron más de tres años de espera, casi cuatro años torturandome imaginandome un futuro a tu lado tratando de hacerte la mujer más feliz de mundo, yo estaba dispuesta a darlo todo, pero no puedo contra tus pensamientos e ideas que ya no sé si decir que son verdad o mentira. El amor duele, lo sé, nadie quiere sufrir, pero aquí estoy llorando escribiendo esto.

Ahora quiero decirle adiós al amor por el que tanto mi corazón desea tener a su lado, pero mi mente sabe que no será real en ningún momento y por eso hemos forzado a mi corazón a huir, he decidido escapar, viajar a un lugar lejos de ti, lejos del amor. Debo olvidarte o al menos dejar de ser la idiota que ruega por algo que no se va a dar.
¿Cuándo volveré? Trataré de volver lo más pronto posible porque no sé hasta que día mi dinero sobreviva. Volveré cuando mi corazón se calme y pueda darte la cara sin rogar, tan sólo en busca de una amistad porque tienes razón, es lindo pasar tiempo contigo entre comidas y charlas divertidas.
No es un adiós a tu persona, es un adiós al amor que te tuve. Espero que cuando nos veamos volvamos a ser amigas, lo que siempre debimos ser.

Att. Hyejin

Se encontraba llorando por cada letra que había leído, había llegado tarde, demasiado tarde se había dado de sus verdaderos sentimientos, demasiado tarde para confesarselo, ella ya se había ido.

Cayó al sofá, estaba destrozada, sentía como su corazón se comprimía por el dolor, ahí se dio cuenta a través de las letras como había sido el sufrimiento de la modelo y sintió el dolor que ella sentía en todo momento, era doloroso.

Dejó la rosa al lado de la carta leída, ya no había nada más que hacer, lo sabía, tan sólo lo terminaría de esa manera, no sabía dónde buscarla, no sabía que hacer.

Salió del departamento luego de lavarse el rostro y decidió conducir en todo momento tratando de relajarse lo máximo posible y poder dar una expresión tranquila y calmada frente a su hermana y pareja.

Llegó en la madrugada luego de beber, no lo pudo evitar, necesitaba beber y saber si el alcohol curaba las penas del corazón, pero había terminado siendo peor.

Se encontró con Heyne, quien la esperaba en la sala sola preocupada porque su hermana no contestaba y que no le deje al menos un mensaje era de preocupación.

- Wheein! ¿Por qué no me respondiste el celular?

La mayor al verla la abrazó de inmediato y comenzó a llorar, el alcohol la había vuelto más sensible, no pudo evitarlo, necesitaba un abrazo reconfortante.

- No me dejes nunca.
- No te voy a dejar unnie, siempre estaré contigo.
- ¿De verdad?
- Sólo me iré cuando tú me botes de la casa.

Wheein se alejó y la miró, la menor le regaló una sonrisa y su hermana le dio un beso en la frente:

- Tú no puedes dejarme nunca ángel, siempre debes estar conmigo, te necesito.
- ¿Me vas a contar lo que pasó?
- Ella se fue del país.
- Lo siento...
- Iré a dormir, descansa.
- Descansa.

Heyne vio a su hermana mayor caminar con la cabeza agachada y triste, por la forma de sonreír discretamente en la mañana y la manera en la cual estaba vestida sabía perfectamente a dónde iba a ir y qué era lo que iba a hacer, le era doloroso.

Wheein se encontró con Ggomo recostado en su cama, se vistió y se recostó a su lado cuidadosamente y comenzó a acariciarlo:

- Lo intenté pequeño, de verdad quería hacerlo pero ella me dejó sin despedirse antes, me siento pésima.