¿TE ANIMAS?

NO ME ARREPIENTO

- Hey! ¿qué quieres comer hoy?
- Tu cabeza en pedazos por favor.
- Eso está demasiado caro Hyuna. Tampoco soy tan millonaria.
- Pues cobrate de mi tarjeta.
- Eres terrible para conversar.
- Eres terrible tratando de socializar.
- Oh vamos, yo sin hablar atraigo a miles de mujeres.
- Yo también.
- Corrección, pagas por ellas.
- Eso no te incumbe a ti.

Ya íbamos 6 meses juntas ¿podría ser peor? No, ya me había acostumbrado a torturarla con los cortes y alcohol. Sinceramente quería cortarle los dedos con la tenaza, pero no salió como pensaba en mis planes más siniestros.

Flashback

- Hello! Vine con una sorpresita para ti.
- No quiero de nuevo tu cuerpo en bikini, ya tuve suficiente hace días.
- Bien que te gusta y te haces de rogar.
- ¿Que quieres?- alzó su mirada para verme.
- Un nuevo jueguito, mira a mi amiguito.- le mostré la tenaza.

La veo a asustada y eso fue genial, muy genial.

- Deja eso a un lado Jung.
- Vamos a ver que es lo que pasa nena.

Fui detrás de ella y tomé su mano, ella hizo puños para que no la tocara, pero soy más fuerte que ella.

- No, por favor no.
- Vamos a ver que tan bien resistes.

Sostuve uno de sus dedos con la tenaza e hice presión mientras ella gritaba y llorando pidiendo que la dejara.

- Maldita sea, no puedo.

Quité la tenaza y la tiré lejos, no podía hacerlo, vi los escenarios en mi cabeza y me pareció de lo peor.

- No puedo hacer eso Hyuna ¿sabes por qué? Porque no soy tan sádica, en mi sueño lo disfruté y ahora no puedo hacer nada de eso. Es frustrante.
- Gracias.
- No me lo agradezcas, es peor.
- Me daba miedo, debo admitirlo.

Sequé sus lágrimas con un pañuelo que tenía a la mano y me senté frente a ella.

- Dime cómo es posible que tengas ese don asesino y yo no.
- Te dije que no planeaba matarlas.
- Yo no planeaba matarte, planeaba torturarte, es muy diferente.
- Yo no las iba a tocar, lo iban a hacer por mi, soy cobarde.
- Pues ya somos dos Hyuna. Somos dos.
- ¿Aún no despierta?
- ¿Por qué crees que sigues aquí?.
- De verdad lo siento.
- No lo sientes. Puedo leer las expresión en tus ojos, no me das esa certeza ¿Por qué crees que no te dejo ir?
- Lo admito, no me arrepiento de lo que hice, pero al menos estas aquí ¿No?
- Pero que descaro por Dios.

Fin del flashback