El anillo único había sido destruido, el heredero perdido de Gondor, Aragorn hijo de Arathror, había vuelto, la era del hombre había comenzado y así lentamente los pueblos de la tierra media se levantaron de las cenizas después de las terribles guer...
-Eres muy amable- murmuro aquel hombre andrajoso con una voz rasposa, su mirada atenta a cada movimiento que Miriel realizaba mientras se ocupaba de la herida en la mano de él. Ella lo miro molesta por el cinismo que mostraba al hablarle tan casualmente.
-No es amabilidad- le aclaro- te necesito consiente para que puedas hablar, y eso no va a pasar si te desangras.
-Muy astuta- contesto con una sonrisa de lado- ...tu lindo rostro no es la única cualidad que posees- El hombre intento levantar la mano como si quisiera acariciar el rostro de ella, pero apenas lo intento la daga en su cuello que lo mantenía inmóvil fue presionada con más fuerza advirtiéndole que tuviera cuidado con lo que hacía.
Miriel no aprecio para nada esas palabras y se hizo evidente en su expresión. El hombre debía ser un demente, pensó, ahí estaba él de rodillas en medio de una habitación con una daga en el cuello sostenida por Legolas quien esperaba la más mínima provocación para abrirle el cuello de lado a lado.
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Sin mencionar a Gimli Eothain Eowyn Faramir Arphen Aragorn y Glorfindel todos ahí presentes con los ojos clavados en aquel hombre, y sin embargo él le hablaba a Miriel como si estuvieran tomando el té.
-No me importa lo que pienses de mí- le dijo Miriel al hombre- solo quiero saber por qué intentaste matarme.
-Apenas te toque- replico con una sonrisa
-¡Esto no tiene sentido!- se quejo Gimli con un gruñido- ¡Deshagámonos de él de una vez!
El comentario de Gimli pareció calentar los ánimos pues todos hablaron a la vez sobre lo que debían hacer a continuación.
-Esperen- dijo el hombre cuando comenzó a sentir su vida peligrar- hablare... les diré todo lo que sé, estoy seguro que será información valiosa para ustedes.
-Eso lo decidiré una vez que escuche lo que tienes que decir- le dijo Aragorn.
-Si lo que sé les resulta ser de valioso interés ¿Tengo su palabra de que no me mataran?- le pregunto a Aragorn quien después de pensarlo solo asintió.
-Ahora, empieza por decirnos por qué trataste de matarla.
-No es nada personal- le aseguro.
-Me llamaste por mi nombre y mencionaste a mi padre, eso suena bastante personal-replico Miriel
-Cuando digo que no es personal, me refiero a que no es que quisiera hacerte daño, yo solo quería la recompensa.
-¿De qué hablas?- inquirió Miriel.
-Tu padre- hablaba entrecortado por el esfuerzo que hacía por alejar su cuello de la afilada cuchilla- No está nada feliz, cómo crees que lo hace quedar el hecho de que no pudo controlar a su hija, cómo podría manejar el ejercito del reino de las montañas grises si no fue capaz de manejar a una simple niña... Estas arruinando el trabajo de toda una vida, es por eso que te quiere de vuelta viva o muerta.
