CAPITULO 49

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Frio y Dolor, la sensación de un terrible dolor fue lo que recibió a Legolas a medida que recuperaba la conciencia y a medida que su cabeza volvía a pensar con claridad la angustia y el temor volvían.

-Hola- le susurro una voz temblorosa, Legolas pestañeo un par de veces para poder enfocar mejor su vista y entonces pudo ver a Miriel que le sonreía aliviada, también se pudo dar cuenta de que su cabeza descansaba sobre las piernas de ella.

-Hay que llevarte a tu habitación- ella le hablo dulcemente mientras acariciaba su cabello, a pesar de que lucía tranquila Legolas se dio cuenta enseguida de que aun estaba aterrada por lo que había pasado.

Él asintió y entonces se percato de Lindir Arphen y Glorfindel que observaban de pie a unos metros de ellos, estos dos últimos se acercaron con la intención de ayudar a Legolas a ponerse de pie.

-Puedo hacerlo yo solo- dijo rechazándolos.

-Legolas vas a lastimarte, permíteles ayudarte- Miriel lo detuvo.

-Eso no es necesario- le dijo mientras buscaba la manera menos dolorosa de comenzar a ponerse de pie.

-Por favor- lo detuvo suplicando- si yo estuviera en tu lugar ¿me ayudarías no es así?

-Sí pero- el comenzó a hablar pero de inmediato fue interrumpido.

-No lo harías porque crees que no puedo hacerlo por mí misma, lo harías porque querrías evitarme más sufrimiento... déjame hacer lo mismo- Legolas se quedo sin palabras y finalmente cedió asintiendo.

Fue entonces que Glorfindel y Arphen pudieron ayudarlo a ponerse de pie, Legolas se percato de la vacía y oscura explanada que había quedado llena de estragos de aquel fatídico duelo.

-Hay que llevarlo con los sanadores- le dijo Glorfindel a Arphen.

-¡No!- contesto Legolas mientras se quejaba nuevamente por el dolor- nadie que esté bajo las órdenes de mi padre debe tocarme a mi o a Miriel.

-¿entonces como vamos a curarte?- pregunto Arphen y entonces se quedaron en silencio durante un rato hasta que finalmente Miriel hablo.

-Yo lo haré, vamos, ay que recostarlo cuanto antes- todos se sorprendieron un poco al principio, pero igualmente la obedecieron.

Sigilosamente lo llevaron hasta la habitación de Legolas, cuando al fin estuvieron ahí lo recostaron en la cama cuidadosamente, tratando de evitarle más dolor del que ya tenía. Que por más que intentaba ocultar se delataba en los gestos de su rostro a cada movimiento. Miriel se sentó a su costado observándolo con pena y tomo su mano tímidamente acariciándola, mientras que Arphen y Glorfindel habían decidido quedarse al pie de la cama, por un momento todo se quedo en silencio, nadie estaba seguro de lo que había pasado pero definitivamente los había perturbado. Entonces entro Lindir a la habitación que en el camino se había desviado para buscar agua caliente. Dejo el recipiente en la cómoda junto a la cama y luego se puso de pie junto Miriel, ella cerró los ojos tratando de calmarse y se puso de pie, tomo un pedazo de pergamino y escribió una pequeña lista que luego le entrego a Lindir.

-¿podrías traerme esto por favor?- le dijo.

-Claro- le contesto sonriendo levemente para tranquilizarla y salió de la habitación.

-Enseguida volvemos Miriel, debemos ir a ayudar a Elrohir- le dijo Glorfindel mientras se acercaba a ella, Miriel asintió y se fueron cerrando la puerta detrás de ellos.

Miriel volvió a Legolas que aun se encontraba aturdido pero cuando se dio cuenta de que ella lo miraba le sonrió, ella ignoro la incómoda sensación de sus ojos llenándose de lágrimas por los sentimientos de terror y alivio que tenia a medida que inspeccionaba sus heridas y volvió a sentarse junto a él en la cama. Y despacio comenzó a soltar las correas de la armadura que Legolas tenía puesta para poder quitársela, ella trataba de ser lo más suave posible pero Legolas soltó unos cuantos quejidos que la hicieron darse cuenta de que no había sido lo suficientemente cuidadosa.

-lo siento- le susurro.

-Está bien- le contesto- es mucho mejor que quitártela solo- dijo y Miriel sonrió tímidamente pensando que probablemente esta era la primera vez que alguien le ayudaba con su armadura- gracias.

Ella le sonrió y luego tomo el recipiente con agua para poder limpiar los rasguños y la tierra de su cara, mientras lo hacia Legolas no pudo evitar notar la expresión que Miriel tenía en su cara.

-Luces asustada- le dijo.

-Esto es mi culpa- fue lo único que Miriel dijo.

-No lo es, no digas eso... Mi padre es un hombre complicado- le explico hablando con dificultad

-Lo sé, conozco la historia- Legolas se quedo sorprendido cuando la escucho y de repente se sintió expuesto pero esta vez no le molestaba del todo- Y con mayor razón digo que esto se debe a mí, no es la primera vez que te lastiman por mi causa- le dijo mientras alejaba la mirada de él.

-Esto es lo que siempre he hecho Miriel, soy un guerrero, vivo para luchar por lo que creo y por lo que mi importa... y justo en este momento lo que me importa eres tu- le explico.

-Si sigues luchando por mi así acabaras en pedazos- se le quebró la voz.

-Si es necesario- comenzó a hablar Legolas pero Miriel lo interrumpió.

-Es que no debería ser necesario... en muchos sentidos soy una amenaza para ti- le contesto con la cabeza baja y continuo limpiando sus heridas.

Lindir trajo las cosas que Miriel le había pedido y los dejo nuevamente solos diciendo que probablemente debía ir a ayudar a Elrohir. Miriel se dispuso a trabajar con las plantas que Lindir le había traído, Legolas la observaba atento y sorprendido de la seguridad con la que trabajaba, después de unos momentos Miriel se acerco a Legolas con un tazón con un liquido caliente.

-bebe esto te ayudara si tuviste una contusión- Miriel le dijo y el obedeció.

-eres muy buena en esto- le dijo y ella le sonrió.

-Gracias... estoy intentando aprender- dijo mientras vendaba su brazo con cuidado de no lastimarlo- Es importante que te quedes recostado para que mejores más rápido, debes descansar- le dijo finalmente y él le sonrió agradecido.

-recuéstate conmigo tu también necesitas descansar- dijo él.

Ambos se recostaron a descansar al fin con la tranquilidad que les brindaba la sensación cálida del cuerpo del otro, y así plácidamente Miriel al fin se quedo dormida, por su parte Legolas se había quedado mirándola todo el tiempo y una vez que se aseguro que estaba profundamente dormida se levanto despacio y sin hacer un solo ruido. Se encontró con Glorfindel Arphen y Lindir en el pasillo que probablemente venían a ver como se encontraban.

-¿Cómo estás?-Arphen le pregunto a Legolas.

-Estoy bien... Debo hablar con Glorfindel a solas- el elfo lo miro serio, antes de seguirlo hacia el fondo del pasillo donde ambos se perdieron en la oscuridad. 

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Holaaa!

Espero que les este gustando tanto la historia como a mi escribirla, he estado escribiendo como loca y me muero de ganas de que lo lean yaaa!!

Por favor voten y comenten, así me doy una idea de que tanto les esta gustando la historia, diganme si les gutaría que hiciera un maraton... y gracias a todas las personitas que comentan adoro saber que piensan.

<3 Gracias por leer <3

Born to Die (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora