CAPITULO 4

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Holaaa!! Aqui les traigo el capitulo 4...


A la mañana siguiente me levante temprano y me aliste para el desayuno. Salí de mi habitación y me encontré con un despreocupado Arphen que esperaba junto a la puerta de Aragorn...

-buen día- salude

-buenos días Legolas, mi padre saldrá en un momento-.

Asentí con la cabeza e instantes después Aragorn salió por la puerta y los 3 nos dispusimos a bajar al comedor en donde se nos había invitado a desayunar. Conversamos despreocupadamente hasta que llegamos al salón en donde se encontraba un gran comedor de piedra con múltiples sillas. En él se encontraba sentado el rey Barahir del extremo izquierdo de la mesa, Brandir y Beren estaban sentados a cada lado del rey. Saludamos y ocupamos nuestros sitios, Aragorn se sentó del extremo derecho de la mesa de frente al rey, y por ende me senté a la izquierda de Aragorn, Arphen por su parte ocupo el puesto a la derecha de su padre, junto a un hombre de unos 50 años con el cabello castaño y mirada fría, Ethir, si, me parece que ese era su nombre, un segundo, ¡es el padre de Miriel! Junto a él estaba sentado un joven muy parecido a él, su hijo, me imagino. Me sentí un poco incomodo sentándome ahí, pero lo disimule bien...

-¿pasaron bien la noche?- pregunto el rey

-fue muy agradable, gracias- respondió Aragorn por todos nosotros. Barahir estaba a punto de decir algo cuando el sonido de unos pasos llamo la atención de todos, haciéndonos dirigir la mirada hacia la puerta de entrada. Miriel acaba de entrar a la habitación, pero se detuvo en seco cuando sintió la mirada de la mesa entera sobre ella, luego continúo caminando hasta llegar a un lado de su padre.

-Buen día- dijo tímidamente mientras hacia una reverencia y agachaba la cabeza.

-Buen día Miriel- le dijo su padre con frialdad- anda a desayunar, tienes mucho que hacer hoy- le ordeno y ella asintió, me sentí mal por la manera en la que su padre le hablaba, y un poco decepcionado, esperaba poder verla durante el desayuno. Miriel estaba a punto de marcharse cuando una tercera voz se escucho...

-Creo que no he tenido el placer de conocer a esta adorable jovencita- dijo Aragorn para sorpresa de todos. Casi pude sentir como los nervios de Ethir crecían, mientras se ponía de pie.

-oh, claro. Pero que descortés he sido, su majestad, ella es mi hija Miriel- dijo tomándola por los hombros. Ella sonrió e hizo una pequeña reverencia.

-¿Miriel?- dijo y su mirada se poso en mí mientras sonreía con malicia- pero que lindo nombre, dime ¿no nos acompañas a desayunar?- pregunto haciendo un gesto con la mano. Miriel, su padre, y en general toda la mesa puso los ojos en blanco. Ella se giro para mirar a su padre que hizo un gesto y ella se volvió hacia Aragorn...

-Sería un honor- dijo tímidamente, Aragorn sonrió ampliamente.

-Es bueno escuchar eso... porque no te sientas ahí- dijo Aragorn señalando el asiento vacío que se encontraba entre Beren y yo. Aghhh gracias Aragorn! Como si no hubiera suficiente tensión en la mesa ya. Miriel asintió, mientras caminaba lentamente hasta el lugar que Aragorn señalaba, su mirada se cruzo con la mía y una sonrisa escapo de sus labios, me pareció adorable y sonreí de vuelta. Ya que todos nos encontrábamos sentados en nuestros sitios.

Barahir llamo a los sirvientes y comenzaron a llenar la mesa con muchos platillos y fruta fresca. De repente sentí que mis manos comenzaron a sudar, al sentir su presencia a mi lado, ella mantenía la cabeza baja, mientras el resto de la mesa conversaba alegremente. Quería hablarle pero no me sentía cómodo con su padre ahí, la miraba de reojo y más me consternaba. Estaba callada, a leguas se notaba cuanto la reprimían, pues no había punto de comparación entre la joven que está sentada junto a mí, y la joven con la que converse tan solo la noche anterior. Me sumí en mis pensamientos hasta que sentí un dolor en mi pierna, di un pequeño salto y me encontré con Aragorn que me pateaba por debajo de la mesa, dirigí mi mirada hacia él y me señalo con los ojos a Miriel. Lo ignore y me dispuse a servirme un poco de fruta para el desayuno, sin dejar de observar a Miriel de reojo. Entonces me di cuenta de que yo no era el único que la observaba, Beren no le sacaba los ojos de encima. De un momento a otro él trato de tomar su mano que reposaba sobre la mesa, casi pude sentir como Miriel se tenso a su toque y en un brusco movimiento quito su mano. Se giro hacia donde me encontraba e intento tomar algo en la mesa, entonces nuestras manos se encontraron y simultáneamente nos miramos a los ojos. Ella se sonrojo y bajo la mirada.

Born to Die (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora