CAPITULO 13

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*Narra Miriel*

Hace un mes que fuimos atacados por los orcos, nadie sabe exactamente porque, pero desde entonces todo se ha vuelto más extraño, todo el tiempo llegan representantes de otros reinos y tienen reuniones a puerta cerrada. 

Legolas y Arphen siguen entrenando la guardia del castillo, y debo admitir que han hecho que mejoraran bastante. Otra cosa que también ha mejorado bastante en estas últimas semanas son los esfuerzos de mi padre por mantenerme lejos de Arphen y Legolas, todo el día esta sobre mí, si no es él es la casamentera, o mi hermano, o aun peor Beren. Pero seguimos encontrando momentos para estar juntos, por las tardes salíamos a pasear al bosque, y eran estos los momentos más felices de mi día, cuando podía ser yo sin miedo a que me reprimieran o me regañaran.

Arphen y Legolas han sido muy amables conmigo, todo el tiempo me contaban las historias más interesantes que había escuchado, por ejemplo Arphen, que me conto que su padre el rey Aragorn quería que viajara por la Tierra Media antes de que se convirtiera en rey, así conocería sus tierras, aprendería sobre la importancia de la humildad  y desarrollaría sus habilidades de montaraz.

Legolas es más callado, pero cuando le preguntaba algo siempre se tomaba el tiempo para explicármelo todo a la perfección, incluso me enseño como usar una espada, no soy tan buena como me gustaría, pero ellos creen que aprendo rápido y que lo hago bastante bien .

-¿Miriel, te pasa algo?- Legolas llamo mi atención, no me había dado cuenta de que lo miraba fijamente mientras caminábamos

Miriel: no es nada- le conteste sonrojada- es solo que, no puedo creer que se vayan mañana- suspire pesadamente

Arphen: lo sé, el tiempo se me ha pasado volando- comento triste, mientras me abrazaba por la espalda levantándome ligeramente jugando- te voy a extrañar- me hizo reír

Legolas: ¿Qué pasara contigo cuando nos vayamos?- me pregunto consternado

Miriel: no lo sé- le dije encogiéndome de hombros

Legolas: ¿vas a estar bien?

Miriel: si- le conteste sonriendo, a pesar de que no tenía idea de que me deparaba el destino aquí, no quería hacerlo sentir intranquilo

Arphen: bien, yo digo que dejemos de hablar de cosas tristes y nos vayamos de una vez a alistarnos, el sol se está poniendo, en unas horas comenzara la fiesta de despedida- nos dijo emocionado y adelantándose para volver al castillo.

Entonces Legolas y yo nos quedamos a solas y en silencio por un rato, mientras mirábamos los últimos rayos del sol iluminar las copas de los arboles. Mire a Legolas de perfil sin que sin que se diera cuenta, y me preguntaba cómo alguien podía ser así de extraordinario

¿Ahora que iba a hacer sin él?

****

*Narra Legolas*

Ya casi terminaba de alistarme, decidí usar un traje con una túnica de terciopelo azul oscuro, demasiado elegante para mi gusto, pero Arwen me lo había regalado, y aun no había encontrado la ocasión para usarlo, hasta ahora.

Una vez listo baje las escaleras hasta el gran salón en donde se llevaba a cabo la celebración. En el lugar se encontraban varias mesas repletas de comida y tarros de hidromiel; también había un grupo de hombre tocando música y al parecer toda la corte real (y a sus respectivas familias) estaban presentes.

Nunca me he sentido muy cómodo entre grandes multitudes de gente y sobre todo en este lugar donde parecen repudiar a los elfos, pero eso no importaba ahora, porque estoy aquí para ver a Miriel. En el corto tiempo que hemos compartido le he tomado mucho cariño, en realidad no sé cómo explicarlo, pero cuando estoy junto a ella me siento joven de nuevo. Su alegría apacigua mi frialdad y honestamente no creí que nadie fuera capaz de hacerlo ya.

Devuelta a la realidad me di cuenta de que inconscientemente estaba sonriendo y trate de disimularlo. Escuche pasos en las escaleras a mi espalda y me di vuelta para encontrarme con Miriel que caminaba hacia mí, y esta vez no pude disimular mi sonrisa.

Miriel: hola- me dijo tímidamente cuando llego hasta mi- asentí a manera de saludo, mientras besaba u mano delicadamente

Legolas: te ves... hermosa- dije no convencido de que la palabra "Hermosa" hiciera justicia a la manera en la que se veía, pero simplemente me había dejado sin aliento

Miriel: gracias- se sonrojo

Legolas: ¿quieres que vayamos a cenar?

Miriel: eso sería grandioso- le ofrecí mi brazo y caminamos juntos hasta donde Dorben nos recibió con los brazos abiertos y una enorme sonrisa

Dorben: pero miren que bien lucen juntos!- Miriel y yo reímos mientras tomamos nuestro lugar en la mesa. Mientras cenábamos Miriel insistía en que le contara historias, que ella escuchaba atentamente y fascinada; me gustaba verla sonreír y la forma en la que lo hacía para mí, me hacía no querer dejarla nunca

Legolas: ¿recuerdas el día que nos conocimos?- pregunte de repente

Miriel: si, todo hubiera sido perfecto de no ser por Beren- ella hizo una mueca y ambos reímos

Legolas: Bueno pues esa noche estaba por invitarte a bailar y dada la ocasión ¿me darías el honor de concederme esta pieza?

Miriel: seria un placer Legolas- ella me sonrió tranquilizando mis nervios. Tome su mano mientras la guiaba al centro del salón donde unas cuantas parejas se encontraban bailando, nos cruzamos con Beren que me lanzaba dagas con la mirada, pero simplemente lo ignore. Una vez de frente a ella puse una mano en su cintura y la acerque a mí, dejamos que el sonido de la música nos guiara mientras bailábamos.

Legolas: no quisiera arruinar el momento, pero ¿tu padre y tu hermano se molestaran por esto? No me gustaría causarte más problemas- ella rio

Miriel: no te preocupes por eso, a estas horas de la noche deben de estar tan ebrios que no recordaran nada- reí un poco más tranquilo

Me quede viendo su rostro fijamente, eso la ponía nerviosa y evitaba mirarme a los ojos tratando de disimularlo. Me causaba ternura verla nerviosa, así que cuando trato de bajar la mirada, se lo impedí poniendo mis dedos en su barbilla y haciendo que me mirara a los ojos. Ella sonrió tímidamente, pero casi mediamente su sonrisa desapareció y sus ojos brillaron de tristeza.

Legolas: ¿ocurre algo malo?- le pregunte y ella frunció el ceño y antes de que pudiera decir algo más, rodeo mi cuello con sus brazos fuertemente

Miriel: No quiero que te vayas- susurro en mi oído, el gesto me tomo por sorpresa pero de igual manera la abrace

Legolas: Miriel, tengo que hacerte una propuesta

****

Aquí les dejo otro capitulo, espero que les haya gustado, y disculpen si hay algún error de ortografia ... 

Gracias a las personas que comentan y votan, me ayudan mucho a seguir escribiendo <3

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Gracias :) 

Born to Die (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora