CAPITULO 54

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Habían pasado ya un largo tiempo desde que Miriel llego al Valle de Rivendell, y hasta ahora podía decir que de todos los lugares en los que se había refugiado este era sin duda alguno su favorito. Pasaba sus días acompañada de esos cuatros elfos, paseando por los corredores y puentes de la solitaria ciudad, continuo aprendiendo la lengua de los elfos instruida por Lindir con quien también se sentaba de vez en cuando en alguno de los amplios ventanales donde cantaban tristes y dulces melodías que resonaban en cada rincón del valle. Pero por más que Miriel intentara mantenerse ocupada sus pensamientos siempre se encontraban preguntándose cuándo volvería a ver a Legolas, y por esa misma razón siempre se encontraba esperándolo.

Miriel se hallaba leyendo tranquilamente en una de las estancias, hacia un rato que Glorfindel Lindir y Elrohir habían salido a buscar provisiones a una pequeña villa a las afueras del valle. Su lectura se vio interrumpida cuando Elladan apareció en la habitación, apenas la vio se dispuso a dar la vuelta, pero Miriel lo detuvo llamándolo.

-Elladan por favor, no me evites más- él se dio la vuelta y la miro serio, ella camino hasta él- no me has dirigido una sola palabra desde que estamos aquí, sé qué hace tiempo estas molesto conmigo y francamente no sé la razón ¿se debe al altercado que tuviste con Legolas?- pregunto nerviosa.

-No- contesto él seco.

-No lo entiendo eras tan amable conmigo al principio ¿he hecho algo malo?- ella le miro desconcertada.

-No has hecho nada Miriel- le dijo evitando su mirada- al menos no apropósito.

-¿Cuál es el problema?- le pregunto Miriel, él había mantenido la mirada baja hasta ese momento, pero entonces la miro con tristeza y puso una mano sobre su hombro acariciando la tela de su vestido.

-Tu vestido... es de mi Hermana- dijo él, Miriel recordó que Elrohir los había llevado a su habitación diciéndole que no había problema con que los usara, ella comenzó a disculparse pero Elladan la interrumpió- no me molesta, me recuerdas un poco a ella... Hace muchos años conoció un hombre al que decidió seguir renunciando a su inmortalidad, y ahora tu presencia es un constante recordatorio de que un día ya no estará.

-Elladan yo no tenía idea y lo lamento profundamente, pero si esto es así ¿Cómo es que en un principio me tratabas con tanta cordialidad?- Miriel pregunto desconcertada.

-Esperaba romper tu corazón... alejarte- confeso apenado, luego puso sus ojos sobre ella que reflejaban la profunda angustia que sentía- Pero por favor no me juzgues tan duramente... ¿Tienes idea de lo que es ver como alguien que te importa se desvanece hasta convertirse en un fantasma de lo que alguna vez fue?... no quiero que creas que tengo algo en contra tuya pero no puedo dejar de pensar que bastaran unos momentos con Legolas y él te extrañara por siempre, mientras nosotros vemos como nunca vuelve a ser el mismo.

Elladan miro como su rostro se había llenado de preocupación e incapaz de seguir frente a ella se fue. Miriel se quedó ahí de pie con el corazón inundado de una repentina tristeza que no sabía cómo expresar.

Elrohir había observado desde hace día como Miriel se veía pensativa y distraída incluso algo desanimada, durante el día realizaba sus actividades con normalidad pero apenas el sol comenzaba a ponerse ella se sentaba junto al balcón y miraba como la tarde pasaba, en silencio sin sobresaltos, perdida en sus pensamientos. Esa tarde se acercó hasta ella.

-Tus pensamientos te hacen respirar tan pesadamente que podría escucharte del otro lado del valle- le dijo riendo y ella sonrió levemente- ¿qué es lo que te molesta?

-Estoy preocupada- dijo sin mirarlo.

-No hay razón para estarlo estoy convencido que Legolas ya se dirige hacia acá, implacable como siempre... está cerca Miriel- Elrohir le aseguro creyendo que la consolaría, pero desde hace días las palabras de Elladan se habían quedado en la cabeza de Miriel y le agobiaba pensar que tenía razón.

-Elrohir- le llamo ella- ¿Cómo puedes estar tan seguro? ¿Cómo sabes que no se ha cansado? Después de todo lo que ha pasado y podría suceder yo no lo culparía si no quisiera volver- dijo ella con la mirada baja.

-Te diré algo Miriel, algo que muchas personas ignoran- le dijo el suspirando mientras la miraba a los ojos-... la mejor cosa que te podría suceder en la vida es amar y ser correspondido.

Elrohir se puso de pie y le ofreció una bondadosa mirada antes de irse y dejarla continuar con sus pensamientos.

A la mañana siguiente Miriel se había quedado dormida hasta tarde, sus pensamientos y todo lo que tenía en mente no le permitían conciliar el sueño, así que se apresuró a vestirse cuando escucho que Lindir la llamaba desde afuera de la habitación, apenas abrió la puerta lo vio con una sonrisa radiante y los ojos llenos de emoción, Lindir le pidió que lo siguiera hasta la terraza en donde pudo ver como dos caballos cruzaban el puente, ella pudo sentir como su corazón se aceleraba a medida que se acercaban y sin decir una sola palabras fue hacia las escaleras bajándolas lo más rápido que podía hasta el largo pasillo que conducía a la entrada, pendiente a cada sonido y detalle de los alrededores recelosa de encontrarse nuevamente en un sueño, pudo ver a Legolas desmontándose del caballo al final del corredor y entonces todos los pensamientos que por días habían nublado su mente se esfumaron dejando en su lugar una brillante sonrisa en su rostro y no pudo hacer nada más que correr hacía él.

Legolas bajo del caballo aliviado de haber terminado su travesía, admirando el esplendor y la tranquilidad del valle de Imladris cuando vio a Miriel quien lucía más aún más hermosa de lo que recordaba y que venía hacia él, su corazón se llenó de alegría en el segundo que sus ojos se encontraron nuevamente como había anhelado por tanto tiempo, camino también hacia ella pero en el trayecto se percató del estado de su ropa con manchas de fango por todos lados normales después de un viaje así, pero aun así Legolas disminuyo el paso creyendo que su estado podría desanimar a Miriel, ella por el contrario se acercó hasta él con los brazos abiertos y antes de que Legolas tuviera oportunidad de decir algo ya se habían encontrado estrechándose el uno al otro en un fuerte abrazo, aspiraron profundamente el aroma del otro llenándose el pecho de tranquilidad y en un momento que les hubiera gustado durara para siempre todo estuvo en paz.

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2/2

Espero que les hayan gustado los capítulos, yo sé que este estuvo un poco corto pero pronto les subiré otros tres... muchas gracias por leer y por todos sus comentarios ya saben que adoro saber que piensan :)

Aaay me encanta escribir las partes de Miriel y Legolas, son también las que me cuestan más trabajo pero me encantan.

❤️ Voten y comenten mucho ❤️

Born to Die (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora