*Narra Miriel*
Lindir: ¿por qué?- le pregunto extrañado- ¿hay algún problema?
Glorfindel: eso creo- comencé a sentirme nerviosa, pues entre más los observaba, más preocupados se veían.
Los seguí mientras caminaban a toda prisa hasta el lugar donde se encontraba el rey, por un largo pasillo, rodeado de columnas. A medida que nos acercábamos ellos disminuyeron el ritmo. Y entonces llegamos hasta él.
Estaba sentado, en un gran trono, mucho más elevado del piso en donde nosotros nos encontrábamos parados, y con un guardia a cada lado, inmóvil y sosteniendo una larga lanza. Mantuve la mirada baja hasta que estuve frente a él, y fui levantándola poco a poco.
El rey Thranduil se encontraba sentado en su trono, era majestuoso... estaba vestido con ropas grises, las más impresionantes que alguna vez haya visto, en sus dedos llevaba varios anillos, y su largo cabello rubio llegaba hasta su pecho. Fue lo poco que pude ver, pues me encontraba detrás de Lindir y Glorfindel.
Lindir: Mi señor ¿mando llamarme?- dijo mientras él y Glorfindel hacían una reverencia. Y separándose lo suficiente para que pudiera verlo completamente. Su rostro, era tan terriblemente hermoso y pálido, con los ojos azules claros y brillantes, pero fríos y tan penetrantes que me helaron la sangre cuando se posaron en mi. Tuve que reprimirme para no soltar un jadeo.
Él se puso de pie y me miro con los ojos entrecerrados.
Thranduil: ¿es esta la mortal que Glorfindel encontró en el bosque?- hablo con voz gruesa y potente, pero sin perder la cautela que su rostro expresaba
Glorfindel: si, mi señor
Thranduil: ¿Cuál es tu nombre?
Miriel: mi nombre es Miriel, su majestad- dije tímidamente, e hice una reverencia, manteniendo en todo momento la mirada baja. En mi vida había conocido a alguien tan imponente
Thranduil: Según me informo el capitán de mi guardia- dijo refiriéndose a Glorfindel- entraste al bosque negro ayer en la madrugada y sufriste un percance ¿no es así?
Miriel: así es majestad- conteste
Thranduil: ¿Qué te hizo adentrarte en el bosque sola?- hablo fría y melodiosamente mientras me miraba con recelo
Miriel: estaba huyendo majestad- el parecía meditar cada palabra que yo decía, y cada segundo que pasaba frente a él me ponía más nerviosa. Él se quedo en silencio lo que me pareció una eternidad pero finalmente me dijo...
Thranduil: voy a preguntarte algo Miriel, y necesito que seas muy precisa al contestarme- me hablo, mientras bajaba de su trono y se paraba frente a mí, ahora me daba cuenta de lo alto que era, era más alto incluso que Legolas, y eso era ya decir bastante.
Miriel: si, majestad- murmure casi temblando
Thranduil: Me imagino que hay una historia muy interesante sobre como llego esto hasta ti- el rey levanto su mano derecha en donde sostenía el collar que Legolas me había dado, mis ojos se abrieron como platos y por inercia me lleve las manos al cuello buscando el collar, ni siquiera me había dado cuenta de que ya no lo llevaba, seguramente me lo quitaron cuando estuve inconsciente - Quiero escucharla
Miriel: yo...yo- titube, buscando una excusa
Thranduil: ¿Y bien?- me pregunto impacientándose
Miriel: ¡lo encontré!- fue lo primero que se me ocurrió, él me miro un segundo y luego se acerco peligrosamente a centímetros de mi cara
Thranduil: mientes-acuso, y sus ojos relampagueaban con furia. En un segundo sus guardias se movieron sosteniendo sus lanzas a centímetros de mí. Respingue asustada, pero trate de mantenerme calmada
Miriel: le estoy diciendo la verdad, lo juro- le dije finalmente, le había hecho una promesa a Legolas y ahora tenía que cumplirla
Thranduil: Dime ¿estás dispuesta a morir a cambio de mantener a salvo tu secreto?- lo mire aterrada
Lindir: ¡Señor!- respingo, pero el rey lo ignoro, y Glorfindel lo detuvo antes de que se interpusiera
El tiempo parecía haberse detenido, el rey me miraba severamente, esperando a que hablara por fin, pero aunque así lo hubiera querido, no tenía idea ni siquiera de que decirle.
-¡Ada, Daro!- una voz a mis espaldas resonó en toda la sala, el rey Thranduil desvió su mirada a la persona que había hablado, al igual que sus guardias y uno de ellos dijo...
-¡es el príncipe!- acto seguido retiraron sus lanzas y se arrodillaron
-Déjala en paz, yo fui quien le dio el collar- cuando escuche eso, mis ojos se pusieron en blanco y me di la vuelta despacio, sabiendo lo que encontraría, pero sin poder creerlo todavía.
Y tal como lo esperaba ahí estaba Legolas de pie a unos metros de mí. Mi corazón casi se desboca de alegría apenas lo vi, él me hizo una seña para que fuera a su lado, y sin dudarlo un segundo lo hice, luego el me puso detrás de él, protegiéndome, me dejo junto a Gimli y Arphen que se encontraban atrás de él. Legolas se volvió hacia el rey y sus soldados que seguían arrodillados
Legolas: no es necesario que se arrodillen, hace tiempo que renuncie a mi titulo
Thranduil: no puedes renunciar a tu titulo, eres y siempre serás mi hijo, y el príncipe de este reino- hablo por fin y yo no podía creer lo que escuchaba, mire a Gimli de reojo y el solo asintió cuando vio mi cara de sorpresa. Legolas tardo en contestar pero al final dijo
Legolas: bien, si ya aclaramos todo, nos iremos- estaba a punto de darse la vuelta pero El rey lo detuvo
Thranduil: ¿A dónde?
Legolas: de vuelta a Erebor
Thranduil: es demasiado peligroso, sé que los están buscando- su mirada se había calmado, casi se veía aliviado- quédense aquí
La propuesta tomo por sorpresa a Legolas, quien se tomo un momento para pensarlo pero finalmente accedió.
Thranduil: Bien, Lindir asígnales a nuestros invitados una habitación- le ordeno y el asintió
Lindir: enseguida señor
Thranduil: me parce que tenemos muchas cosas que discutir primero- se dirigió a Legolas y el asintió tan serio como había estado desde el momento en que lo había vuelto a ver. El rey Thranduil se fue de ahí y antes de que Legolas lo siguiera se acerco a Arphen
Legolas: Cuídala, no tardare- le dijo y él asintió.
Luego se fue detrás de su padre
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¡Legolas esta de vuelta! jaja les prometo que es la ultima vez que los separo XD
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Born to Die (Terminada)
FanfictionEl anillo único había sido destruido, el heredero perdido de Gondor, Aragorn hijo de Arathror, había vuelto, la era del hombre había comenzado y así lentamente los pueblos de la tierra media se levantaron de las cenizas después de las terribles guer...