CAPITULO 68

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-Legolas has aplazado esta conversación por mucho tiempo ya- sentencio el rey Thranduil mirando a su hijo de pie frente a él con una expresión seria, la tensión en la habitación era tal que parecía enfriar el ambiente- ha llegado el momento de que nuestra gente parta al oeste.

-No puedo partir ahora padre, es el momento más inoportuno- Legolas comenzó a explicar pero fue interrumpido por su padre

-Si es verdad lo que me cuentas el mundo de los hombres está al borde del desastre- Thranduil hablaba con calma pero su grave voz hacía notar que el tema no era algo que le fuera indiferente- has vivido entre hombres por demasiado tiempo ya es hora de que vuelvas a donde perteneces.

-Eso es tan fácil de decir- Legolas le contesto arqueando la ceja- me pides que abandone a todos aquellos que por años han estado conmigo.

-Legolas no trates de engañarme, sé bien que la razón por la que te niegas a partir es la chica- Legolas respingo receloso de tratar el tema con su padre y se quedó en silencio un momento.

-La única razón por la que he acudido a ti es para informarte de la situación, no para buscar tu aprobación.

-Evitas el tema con tanto esfuerzo- dijo Thranduil con una sonrisa de lado- no puedes evitar arriesgar demasiado por una sola persona, así es como eres... no me sorprende que siempre termines herido- Legolas sintió el comentario como una puñalada, miraba a su padre con la mandibulada apretada y los puños endurecidos.

-No estoy esperando que lo entiendas- murmuro Legolas, la expresión de Thranduil se tornó seria y su mirada se endureció al tiempo que sus ojos se oscurecían.

-Legolas naciste con un deber- sentencio- no puedes ignorarlo, es tu obligación como príncipe guiar a nuestro pueblo hacía las tierras imperecederas- Legolas y Thrnaduil se miraban fijamente con tanto enojo reflejándose en los fríos ojos azules del otro.

- No trates de hacerme sentir que es mi responsabilidad cuando ambos sabemos que jamás creíste que sería un buen rey- Legolas le contesto y se dio la vuelta para salir de la habitación, sin darse cuenta que en realidad con esas palabras había terminado de alejar a su padre de él.

Miriel esperaba pacientemente al pie de las puertas que daban al pueblo, no tan entusiasmada por iniciar el viaje a Rohan más bien se encontraba nerviosa pero intentaba disimularlo. Junto a ella esperaban desde hace un rato Glorfindel Elladan y Elrohir que terminaba de alistar los caballos en los que partirían, y Haleth Arphen y Gimli que descansaban sentados a la sombra de un árbol cerca de ahí, solo faltaban Lindir y Legolas para poder marcharse. Todos se veían tranquilos pero el casi absoluto silencio delataba la tensión que existía y le hacía pensar a Miriel que no era la única nerviosa, entonces se dio cuenta que Lindir caminaba hacia ella pero la expresión en su rostro le indicaba que nada bueno ocurría.

-Lindir- dijo Miriel cuando llego hasta ella- te esperábamos.

-Lo sé- dijo él tímidamente y sin mirarla- pero no pensaba venir- el semblante de Miriel cambio en el segundo en que escucho esas palabras sin comprender porque le decía eso.

-¿Por qué no?- le pregunto ella consternada, jamás había visto a Lindir así de triste.

-No puedo ir con ustedes- hablo sonando tan afligido- ya te he contado sobre mi señor Elrond y todo lo que hizo por mí, pues antes de que partiera le prometí que me quedaría con el rey hasta el final- admitió él con la mirada baja.

-Pero no nos iremos para siempre, solo iremos a Rohan- Miriel hablaba nerviosa por la sola idea de tener que dejar a Lindir.

-El rey ya ha tomado la decisión de no intervenir en los asuntos de los hombres- le explico Lindir- está determinado en hacer que Legolas se quede para por fin poder partir al oeste.

Born to Die (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora