CAPITULO 78

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Miriel estaba de pie completamente sola, podía escuchar a lo lejos el murmullo de la gente en los alrededores del palacio que se habían reunido luego de que la princesa Eowyn y El príncipe Faramir llegaran de Ithilien, junto con su séquito habían traído ayuda y provisiones para la pobre gente de Minas Tirith. Tenía la mirada fija en el suelo pensaba en los hombres que se encontraban sepultados en las tumbas frente a ella, sin embargo el ardor en su mejilla pronto desvió sus pensamientos a la conversación que acaba de tener con su hermano. Había ido hasta su tienda en el campamento de los rohirrim a ver como se encontraba pues le preocupaba lo perturbado que lucía la última vez que lo vio.

-Haleth luces terrible- dijo Miriel al mirar el demacrado rostro de su hermano.

-Nada de esto debió haber pasado- murmuro con los brazos cruzados sobre el pecho y la mirada perdida.

-Todo lo que paso fue una horrible tragedia... pero no va a quedarse así- Miriel trataba de consolar a su hermano pero él no encontraba ningún alivio en sus palabras.

-¡Claro que no va quedarse así!- exclamo exaltado- ahora que Beren sabe que estamos vivos tendremos que dormir con un ojo abierto si queremos asegurarnos de despertar... debemos marcharnos al sur, nos esconderemos en la costa

-¿De qué hablas?

-Está claro que Beren cree que lo traicionamos... que estamos con estas personas, que los prevenimos- Miriel no podía creer lo que escuchaba y mucho menos estaba segura de como contestar pero de inmediato reparo en las últimas palabras de su hermano.

-¿Prevenirlos?- pregunto confundida, a lo que su hermano no hizo más que ignorarla- ¿Cómo podríamos prevenirlos?... nadie sabía que esto ocurriría- dijo ella inquietándose por el silencio de su hermano- ¿Haleth?

-No me mires así Miriel- fue la respuesta que obtuvo y en ese instante sintió ganas de gritar.

-¡Sabías que todo esto pasaría y no dijiste nada!- le grito esperando que al escucharlo en voz alta se diera cuenta de lo que había hecho.

-Yo solo sabía que pasaría en algún momento- dijo encogiéndose de hombros como si con eso evadiera la culpa.

- Me llamaste egoísta por ayudar a Eothain pero permitiste que toda esta gente inocente muriera ¡¿Qué sucede contigo?!

-¿Debo recordarte acaso que fue esta gente la que permitió que la ciudad de nuestros antepasados fuera destruida?- le recrimino exaltado también.

-¿Así que de eso se trata todo, de una venganza?

-No podemos tomar partido en esta batalla porque no nos corresponde ninguno- le explico- es por eso que debemos marcharnos, ya es hora de que bajes tu cabeza de las nubes estás viviendo un sueño... nada más que eso.

Dolió, lo que Haleth dijo sacudió el miedo más profundo que Miriel guardaba, pero para este momento ya era capaz de esconder su temor de él.

-No, no me iré- le contesto mirándolo directo a los ojos- ...Si tu sabias de esto y no hiciste nada por prevenirlo no eres diferente al hombre que asesinó a tu mejor amigo- esas palabras resonaron en los oídos de Haleth cada una quebrándolo aún más cuando sin detenerse a pensarlo alzo la mano y la golpeo en el rostro haciéndola callar. Retrocedió al instante cuando se dio cuenta de lo que había hecho y se asustó pues jamás se creyó capaz, trato de acercarse pero ella dio un paso atrás sosteniéndose la cara, cuando la levanto él pudo ver la marca roja que había dejado y sus ojos cristalizados sin embargo no había miedo en su mirada simplemente una abismal decepción.

-Puedes golpearme todo lo que quieras, pero eso jamás cambiara la verdad - Haleth la miro con los ojos abiertos, en ese momento no había manera de que pudiera negar lo que había hecho.

Born to Die (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora