Caleb
Tobías me mira avergonzado había dejado de llorar pero aun seguía disculpándose conmigo por haber cometido aquel error de dejarse envolver por ese tipo llamado “Ron”. Mi hermano limpia los restos de lágrimas de su rostro con la manga de chaqueta. Estaba demasiado preocupado por él si había hecho esto por Jeannette iba hacer bastante convencerlo para entregara al culpable de todo este embrollo.
— ¿Ron tiene amenazada a Jeannette? ¿Por eso no quisiste decirle la verdad a la policía?
— Es complicado Caleb. — Se encoge de hombros haciendo una mueca.
— ¡Joder, Tobías! — Digo molesto por su falta de preocupación y no se daba cuenta que tenía un pie en la cárcel. — No hagas como sino te importa una mierda lo que esta pasando. Sino dices la verdad te van a llevar a la correccional de menores esta misma noche.
— ¿Que?
— Si no podemos hacer nada para sacarte de aquí, sino dices la verdad de lo que realmente paso.
— Pero tu eres el Rey ¿No hay alguna fianza con la cual me puedas sacar de aquí?
— Aunque sea Rey no puedo hacerlo así seas mi hermano, te encontraron vendiéndole drogas a un policía encubierto, las pruebas son contundentes al menos que digas lo que sabes entonces podrás salir de aquí.
— No lo entiendes Caleb. — Dice enojado apretando sus puños encima de la mesa de la sala de interrogatorio. — No puedo hablar, hago esto por Jeannette porque la quiero demasiado y quiero protegerla de Ron, él tiene algo que puede perjudicarla y nunca me perdonaría si ella sale lastimada por eso prefiero pudrirme en la cárcel antes que ella sufra.
Miro a mi hermano sorprendido no sabia que él quisiera tanto a Jeannette como para ir a la cárcel por ella, pero de todos modos no iba a dejar que pasara parte de su juventud en prisión por culpa de un imbécil que lo tenia amenazado con asunto referente a su novia, aunque me dolía que no confiara en mí.
— Ojala pudieras decírmelo las cosas serian mucho mas fáciles, Tobías.
— No te niego que tengo miedo, Caleb. Estaré con esos presos quizás ni salga con vida. — Veo que su cuerpo se estremece de solo pensar en la idea de estar en la cárcel con asesinos, ladrones y violadores.
— No te preocupes por ello, ya hable con el director de la correccional para que te coloquen una celda lejos de los presos peligrosos.
— Gracias. — Murmura no muy convencido.
— Eres valiente, Tobías. Lo que estas haciendo no lo hace cualquiera, se que quieres a Jeannette y haré lo posible para que todo esto acabe pronto.
— No quiero ir a prisión pero Jeannette es mas importante se que estoy lastimando igual que a toda mi familia pero ¿Si estuvieras enamorado no harías también lo mismo?
Esa pregunta que me hizo Tobías me dejo pensativo si estuviera en su misma situación, y tengo que arriesgar mi libertad por Leah lo haría sin pensarlo dos veces, porque la amo, por eso esa parte entendía a mi hermano. Tenia que conseguir a ese Ron y hacerlo pagar no solo por la trampa que armo para que detuvieran a mi hermano sino también averiguar cual es la verdad referente a Jeannette que Tobías esconde para protegerla.
Tiempo después sacan a Tobías de la sala de interrogatorio dándonos la oportunidad de poder despedirnos de él antes de irse a prisión, mamá lo abraza fuerte mientras llora y él acaricia su espalda tratando de consolarla.
— Mamá perdóname, se que estas decepcionada de mí, lo siento tanto.
— Por favor Tobías, solamente di la verdad porque yo se que todo fue una trampa y tu eres inocente.
Mi padre toma a mi mamá de los hombros y ella seca sus lágrimas con un pañuelo que tiene en sus manos, él también le da un abrazo a su hijo menor mirando con suma preocupación.
— Te sacaremos allí, hijo. Lo prometo, solo cuidate por favor.
— Esta bien, papá. De verdad lo siento, no quería herirlos.
Luego los policías se lo llevan esposados es bastante duro cuando le pusieron las esposas y lo subieron a la patrulla que estaba en la parte de atrás de la comisaria porque al frente habían demasiado paparazzis.
Veo a Leah que esta a mi lado demasiado afligida con la situación, mi primera reacción fue acercarme a ella para consolarla pero al momento de querer abrazarla, ella se aparta enseguida de mí con miedo y frunciendo su ceño bajo sus ojos que están llenos de lágrimas es como si estuviera lepra no quería estar cerca de mí ¡Auch! ¡Eso dolió! Que me haya rechazado de esa forma pero yo solo me lo había buscado, aprieto mis labios y mis puños mientras me alejo de ella.
El viaje a casa fue silenciosos y triste, la prensa no hacia otra cosa que hablar de Tobías e insinuando que mi familia pertenecía a una red de narcotraficantes, se que tenia que hacer con conferencias de prensa para acallar los rumores pero en este momento no tenia ganas de nada, eso es lo frustrante de ser Rey que no podía huir de mis responsabilidades y tenía que sumir todos los errores que cometiera alguien de la familia real.
Me siento en la cama pasando mis manos por mi rostro mientras suspiro largamente comenzaba a dolerme la cabeza, en ese momento suena mi celular se trata de un mensaje desconocido.
• N° Desconocido:
Hola Majestad, se que esta pasando un momento agridulce con la situación de tu hermano que esta preso pero yo puedo ayudarte si haces algo por mi a cambio ¿Que dices?
F.-
Otra vez los mensajes de ese tipo llamado Frank, de cual no puedo confiar porque no tengo idea de quien sea, lo mejor es ignorarlo, dejó el celular en la cama y me quito la ropa para irme a dar un baño, solo me quedo en bóxer cuando siento que la puerta de mi habitación se abre despacio, me sorprende de ver a Leah asomada en el umbral.
— Lo siento vuelvo después. — Dice sonrojada cuando ve que estoy semi desnudo enfrente de ella.
— ¡Por favor Leah! ¡No te vayas! Te necesito aquí ahora, además tenemos que hablar.
— Si tienes razón ¿Te puedes vestir? — Aparta sus ojos de mi avergonzada pero no le hago caso simplemente me acercó mas a ella y cierro la puerta de la habitación para que nadie vaya a escuchar nuestra conversación. — No entiendo lo que esta pasando pero tiene que parar ahora, Caleb. Tu, tu ibas a....a. besarme. — Dice tartamudeando totalmente aterrada. — ¡Somos hermanos! — Explica como si fuera lo mas obvio del mundo.
Pero yo ni siquiera la estaba escuchando solo podía admirarla como la mujer mas perfecta que haya conocido, coloco mi mano debajo de su barbilla obligándola a que me mire.
— Mírame, nena. — Mi voz suena ronca y veo que su cuerpo se estremece al sentir el tacto de mis dedos en su piel tan suave, Leah me mira fijamente con timidez, quedo deslumbrando con lo bello que son sus ojos avellanas casi verdosos, es tan hermosa y moría de ganas de besarla por primera vez.
— Caleb, no esta bien. Tienes que detenerte ahora, estas a tiempo.
— Pero no me quiero detener, Leah. Esto es mucho mas fuerte que yo, no puedo seguir huyendo a lo que quiere mi corazón.
Por favor Dios haz que mantenga el control porque no se cuanto tiempo podre aguantar las ganas de agarrar en brazos y tomarla en mi cama.
— Caleb...— Dice en un susurro lameando sus labios mientras mira los mios, eso fue suficiente para volverme loco.
A la mierda el auto control , a la mierda todo.
La tomo de la cintura y ella se sorprende cuando coloco mi mano detrás de su cabello rubio sin pensarlo dos veces la beso chocando nuestros labios, la escuchó gemir atónita pero no hace nada para separarme de ella.
— Se que es prohibido pero te amo, Leah. — Susurro en sus labios mientras nuestra relación se vuelve agitada y ella tenia sus ojos cerrados.
De nuevo la beso esta vez lento disfrutando de sus labios me sorprendo cuando Leah me responde de la misma manera y comienzo a sentirme que estoy en el cielo.
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El Romance Prohibido Del Rey (Book#3).
RomanceLa tercera parte de la saga de la familia real Bomer. CALEB BOMER Y LEAH BOMER