El Romance Prohibido Del Rey (Book#3).

Capitulo 32.

Penúltimo

Leah

Llevo dos semanas aquí en lo que se puede decir es mi nuevo hogar,  rápido llegue a acostumbrarme entonces entendí porque Belén hizo todo esto, es mi madre biológica y es la única que ha podido decir quien realmente soy. Recuerdo días atrás la conversación que tuvimos donde me abrió los ojos comprendiendo por fin cual era ese misterio que me habían querido ocultar durante años.

Belén se sentó a mi lado e intenta tocar mi mano pero enseguida la aparto porque no podía confiar en ella, me había traído aquí engañada solo quería volver con mi familia, tenia tanto miedo y no dejaba de pensar en Caleb de lo mucho que estará preocupado por mí, lo extraño y lo amo, quiero volver a su lado, quiero ser feliz a su lado, ahora que por fin podemos, ya que no somos hermanos de sangre, nada podía interponerse entre nosotros, Caleb es el amor de mi vida, es el único que llego a mi corazón, aunque a veces puede ser extremadamente sobre protector se que lo hacia porque me ama y ahora lo se, de nuevo las lágrimas quieren salir pero las reprimo suspirando y mordiendo mi labio.

Belén me observa en silencio, con la mandíbula apretada como si estuviera conteniéndose. Se que le frusta el hecho que no confíe en ella, podrá ser mi madre pero no se nada sobre ella que me hiciera confiar.

— Nunca fue mi intención hacerte daño entiendo que todo esto te parezca raro pero eres la persona mas importante para mí, eres mi hija y te quiero pero fue la única manera de que pudiera acercarme a ti, se que ni Matt y Mía me lo fueran permitido por todo lo que paso en el pasado, se que quizás no me creas pero soy inocente, Frank me engaño fui estúpida e ingenua apenas era una niña cuando me involucre con él. Lo que es verdad es que te amo Leah, eres todo para mí, espero que algún día puedas perdonarme.

Me muerdo el labio pero es difícil seguir conteniendo las lágrimas así que dejo que caigan por mis mejillas aunque no la miro era demasiado lo que tenia que procesar.

— Tu hermano Tobías quedara en libertad muy pronto, conseguí las pruebas que incumplan a Ronald.

Eso me deja sorprendida por fin decido mirarla, no cree que ella haya hecho eso por mi hermano, me alegra pensar que Tobías este en libertad.

— ¿Como lo hiciste?

— Mi hermana lo siguió durante varios dias y pudo grabarlo mientras confesaba lo que hizo.

— Gracias por eso, Tobías no merecía estar en prisión.

— No tienes que agredecerme nada, lo hice porque se que lo quieres a pesar de que no son hermanos de sangre.

— Amo a Tobías, no importa que sea mi hermano o no. Ellos siguen siendo mi familia porque nos criamos juntos.

— Tienes razón aunque no creo que pienses lo mismo con Caleb.

Siento mis mejillas arder de solo recordar de todos esos momentos íntimos que tuvimos juntos, extraño sus besos y caricias, Caleb me hacia sentir mil emociones por segundos.

— Cuando vi esas fotos de ustedes besándose me quede sorprendida pero luego entendí que era cuestión de tiempo que sucediera podía notarse lo mucho que se quieren, si quieres estar con él para eso tendrías que renunciar a muchas cosas.

— Por Caleb lo haría ¿Me dejaras ir? necesito estar con él, lo amo mucho y ya no tengo miedo de demostrarlo, quiero estar con el chico que quiero ¿Lo entiendes? Sino me dejas marcharme buscare la manera de escapar no podrás detenerme por siempre aquí.

— Tienes razón, solo quería supieras la verdad de tus verdaderas raíces, no era justo que siguieras viendo una mentira, abriré la puerta y si quieres irte puedes hacerlo, solo quería que supieras que soy tu madre y tienes una familia que te ama estará contigo siempre que la necesites. Se que al principio no me tendrás confías ni me vas a querer, pero con el tiempo se que lo harás y aprenderás.