Capítulo 05.

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Caleb

Guarde el papel con el número de Lisa en mi bolsillo y me encamine en dirección a mi hermana y Kelly, su amiga no quitaba la mirada de mí sonriente mientras juega con un mechón de su cabello, puede ser bastante incomodo pero estaba seguro que Kelly gusta de mí era muy poca disimulada aunque yo no estoy interesado en ella en absoluto, me le acerco para darle un beso en la mejilla y un abrazo por educación además tenia tiempo sin verla, Leah me había dicho que estaba de vacaciones con su familia.

- Hola Kelly, como has estado? - Mirando fijamente, sus mejillas están rojisimas más de lo normal.

- Hola Caleb, muy bien. Por cierto felicidades por tu coronación ¿Como vas con eso?

- Muchas gracias, aunque fue difícil luego que tío Sebastian falleció el verano pasado del cáncer, tuve que tomar su lugar pero poco a poco estoy adaptándome.

- Oh siento lo de tu tío, si fue muy triste, espero que cosas vayan mejorando para ti. - Dice Kelly sonriendo acariciando mi espalda con su mano, mi cuerpo se tensa cuando me toca, no me gustaba esas demostraciones en público, ya que no quería más rumores.

Así que me muevo aun lado de Leah, apartándome de Kelly, miro a mi hermana de reojo y aun sigo molesta hasta puedo apostar que más que antes, no entendía su cambio de actitud si antes estaba muy feliz en compañía de su nuevo amiguito Zucaritas o como sea que se llame ese idiota.

- ¿Quieres que te llevemos a casa? - Le preguntó a la amiga de mi hermana porque Leah seguía sin hablar.

- Me encantaría - Sonrojándose levemente pero luego hace una mueca exagerada de tristeza que por poco hace que suelte una carcajada. - Pero mi chofer me esta esperando, será otro día. - Señalando al hombre vestido de negro que esta parado junto aún Cadillac luego hace un puchero y abraza a mi hermana. - Nos vemos mañana amiga.

- Esta bien Kelly, nos vemos. - Dice en un tono muy serio, es la primera que articula alguna palabra desde que estamos aquí afuera. - Hasta luego, Caleb.

Kelly se va hacia su transporte y nosotros subimos al nuestro, los primeros minutos de camino íbamos en silencio no me gustaba que estuvieramos peleados, saque mi celular de mi bolsillo y escribí un mensaje luego de enviarlo, lo guarde nuevamente, observe a Leah quien tenia su mirada fija a la ventana con su codo apoyado en él y su mano debajo de su barbilla, se veía realmente bonita de esa forma como su cabello rubio cayendo al costado de su rostro y su mirada perdida pero a la vez parecía tan triste y eso me hacia sentir culpable.

Su ceño se frunce levemente y voltea a mirarme confundida.

- Este no es el camino a casa ¿a dónde vamos?

- Quiero llevarte a un lugar.

- No quiero ir a ningún lugar contigo, sólo quiero irme a casa. Así que dile al chofer que gire este auto porque sino le dire que quiero bajarme. - Se cruza de brazos haciendo un puchero enfadada, parece una niña de 5 años, no puedo evitar soltar una carcajada por su niñeria, ella me fulmina con la mirada y me muerdo el labio para no reírme más. - No es gracioso, idiota. Te estoy hablando muy en serio.

- Tranquila Leah, ya vas a ver que te va a gustar a dónde vamos a ir. - Digo sonriendo mientras ella resopla y sigue mirando por la ventana dándose por vencida pero se perfectamente que se muere de la curiosidad de saber a donde la llevare.

Unos minutos después llegamos a la bahía, le digo que baje del auto y lo hace, le pido a los guardaespaldas que no nos siguieran desde muy de cerca quería pasar tiempo a solas con Leah sin tener 12 pares de ojos observándonos además la playa esta totalmente desierta lo cual es bueno.

- ¿Que hacemos aquí, Caleb? - Me pregunta Leah, sostengo su mano con fuerza mientras caminamos por las rocas, no quería que se cayera porque estaba resbaloso además había mucho viento.

- A nuestro lugar favorito ¿Lo olvidaste? Nos gustaba venir aquí de niños, recuerdo que cuando te sentías triste solamente le pedíamos a mamá que nos trajera aquí y lo que más me encantaba era verte tocar el agua del mar y de pronto una bella sonrisa se dibujaba en tu rostro y todas las tristezas se iban de ti. - Digo mirándola a sus ojos avellanas claro que ahora a través de la luz del atardecer se veían mucho más hermosos. - Esos también era mis momentos favoritos contigo.

- Nunca podría olvidar algo así, Caleb. - Sus ojos se cristalizan pero ella sigue sonriendo, continuamos caminando hasta que llegamos en la cima, allí se encontraba un viejo farol y un árbol de cerezos. - Este lugar es un paraíso y me encanta que siga igual que ante es realmente hermoso, gracias por traerme de nuevo. - Dice respirando profundo y cierra los ojos, dejando el aire puro llegue a sus pulmones.

- Sabes que te encantaría, el primer día de clases tuvo estresante y también te traje aquí porque sé que me equivoqué al meterme en tu vida y solamente quería que me disculparas. Sé que muchas veces la cago una y otra vez contigo pero lo hago porque te quiero y no quiero verte lastimada, eres lo más preciado que tengo Leah, no se que haría sin ti.

- Eso es bonito, Caleb. Eres el único puede hacerme enojar y hacer feliz al mismo tiempo pero esa no cambia de lo mucho que te quiero. - Se acerca a mi tomando mis manos con las de ellas y sus ojos siguen igual llenos de lágrimas.

- No vayas a llorar, cariño. Porque sabes que no me gusta, las princesas no lloran y lo sabes- Los dos reímos mientras suelto una de mis manos para pasarla por su rostro acariciando su mejilla.

No se en que momento paso pero nos estábamos mirando fijamente, llevo mi mano a su cintura, nos acercamos tanto que nuestras frentes se tocan y cierro los ojos al sentir sus latidos y su respiración, Leah me desconcierta porque me hace sentir cosas extrañas pero no era cariño de hermanos es algo mucho mas fuerte que eso, que no podía explicarlo con palabras quizás tenía que hacerlo con acciones.

Cuando ella abre sus ojos y yo los mios, mi vista bajan a sus labios rosados, ella los lame con su lengua siento que me estremece el cuerpo ¡Joder! ¡Queria besarla! ¡En su maldita y deseable boca! "Vas a besar a tu hermana, Caleb? Cometerás incesto con tu hermana? Sabes que no puedes, es un error ¡Retrocede bobo!" me grita mi conciencia.

Pero no le hice caso a mi conciencia intente a callar su voz, entonces me acerque tanto como pude a Leah, ella dio un respingo cuando mis manos tocaron sus caderas y fui inclinando lo suficiente para que nuestros labios rozaran.

Iba a hacerlo y no hay marcha atrás.

La foto del multimedia es Lisa :)

El Romance Prohibido Del Rey (Book#3).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora