Capitulo 31.

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Caleb

Habían pasados dos malditas semanas y aun no sabíamos nada de mi pequeña Leah. Y yo me estoy muriendo lentamente porque la extraño y la amo tanto que duele no tenerla, necesito a mi chica conmigo ¿De que vale ser Rey sino puedo hallarla? Me siento como un inutil no haber hecho lo suficiente para recuperarla de las manos de Belén y de aquella persona que fue quien se la llevo de mi lado.

Tengo como una semana que no salgo de mi habitación y todos estan preocupados por mí porque no como ni duermo lo suficiente, ni siquiera me dan ganas de levantarme de la cama, cuando pienso en Leah, de nuevo ese dolor y las lágrimas se vuelven mi tormento, no he probado el alcohol para que aunque sea esta agonía sea menos dolorosa, pero mi padre me lo prohibió porque decía que eso no solucionaba nada.

Recuerdo la conversación que tuvimos hace unos días de lo que preocupado y triste que esta por mí.

- Entiendo por lo que estas pasando, Caleb. - Dice sentándose a mi lado.

- ¿Como lo entiendes? ¡Creo que no es así, papá! - Digo con rabia mientras jalo el extremo de mi cabello, quería llorar y romper todo lo que esta alrededor.

- Claro que sí, pase por esto con tu madre cuando Frank la apartó de mi lado por 3 años haciéndome creer que Mía había muerto. - Dice con amargura apretando su mandíbula con fuerza al sumergirse en los recuerdos. - Sufrí tanto porque sentí que también murió una parte de mi. Me emborrache, grite, llore y me busque a muchas mujeres con las cuales desahogarme que ocuparan ese vacio que me dejó, pero aun ese dolor no se iba y me sentía mas miserable, porque nunca deje de amarla.

- ¿Como hiciste para salir de esa depresión? - Pregunto impresionado, de todo lo que tuvo que vivir y del daño que Frank O'brien que le hizo a mis padres, me alegra saber que ese tipo este muerto.

- Pues tenia una pequeña y hermosa razón. - Dice sonriendo entonces se de quien se trata y también sonrió. - Julieta, tenia que ser fuerte por mi hija además había perdido a su madre cuando era un bebé, hice todo lo que pude para criarla y que fuera feliz. Ella fue mi soporte y sin no fuera por Julie no estuviera aquí, me salvo de cometer una estupidez.

- Pero tú recuperaste a mamá en cambio yo no sé nada Leah y eso me esta matando lentamente, la amo se que para ti debe ser raro escucharlo porque somos tus hijos, no tenemos la misma sangre, siempre tuve una conexión fuerte con ella y sabia nuestro destino es estar juntos, no puedo olvidarla, no puedo. Quiero a mi Leah, la necesito papá, no quiero pasar otro día sin ella, es igual al amor que sientes por mamá, es exacto lo que siento por Leah.

- Se que la amas, Leah es mi niña, mi bebé. La vi crecer y estuve con ella por 18 años, le agradezco a dios por haberme dando una hija como ella, no importa quienes son sus padres, también la amo, vamos a encontrarla no hay que perder la esperanza, se que va a volver a casa y los apoyare en su relación, porque solo quiero su felicidad.

- No todos estarán de acuerdo como tu, se que cuando todo se sepa, la gente hablara y la prensa nos destrozara, hasta seguro me van a pedir que deje el trono y eso me da miedo, tampoco quiero perderlo todo.

- Si tienes razón no ha todos les gustara pero lo importante es que tu seas feliz e igual Leah, mientras estén juntos, los comentarios son lo de menos. El amor puede a veces ser duro, tener altas y bajas pero de eso se trata vivir mientras más aprende de los errores y cambiarlo por momentos buenos entonces todo sera más sencillo.

Papá me da un abrazo, y eso me hace sentir menos mal bueno en ese momento. Se que hizo su esfuerzo para sacarme de la depresión pero solo pensar en Leah, vuelve.

Alguien abre toca la puerta pero no contesto entonces entra y yo suelto un gruñido. Porque no teníamos de hablar con nadie hoy, mi cama se hunde a mi derecha enseguida reconozco el olor de ese perfume.

- Caleb...- La voz suave de Tobías llega a mis oídos pero despego mi rostro de la almohada.

Mi hermano salio de la cárcel la semana después que presentamos las pruebas en contra de Ronald, se investigó que todo había sido cierto que él fue el culpa de que Tobías fuera a la cárcel, así que lo metieron preso a los días, él salio en libertad y regreso con su novia Jeannette, se veía realmente contento de estar de vuelta en casa y eso también me alegraba.

- Lo siento, lo siento mucho. - Dice con tristeza, eso me pone alerta y enseguida me levanto para mirarlo confundido de que se este disculpando conmigo.

- ¿Por que te disculpas? - Frunciendo mi ceño y Tobías baja la cabeza un poco avergonzado mordiendo su labio nervioso.

- Ya sabes por mi culpa tuviste que elegir entre Leah y yo, Julieta me contó todo lo que paso y que ella no es nuestra hermana de sangre y que están enamorados, al principio fue sorprensivo pero los apoyo, solo que sino fuera metido la pata seguro Leah estaría aquí contigo haciéndote feliz y no aquí deprimido, mientras ella esta con esas personas por eso me disculpo.

- No es tu culpa, Tobías. Fue mi decisión y te aseguro que no me arrepiento de lo que hice, no te disculpes porque yo haya hecho lo correcto, eres mi hermano y te quiero.

- Yo también te quiero, Caleb. Siento mucho lo de Leah pero se que estara de vuelta, lo siento así.

- Yo también lo espero, estoy preocupado por ella, ojala la estén tratando bien, aunque este con su verdadera madre aún me da miedo de que le haga algún daño.

- No pienses en eso. - Dice apretando mi hombro dándome apoyo. - Todo estará bien.

Decidí salir de mi habitación y hacer algunas reuniones, tampoco podía desaocuparme de mis obligaciones como Rey de Villa Hermosa, no he dado declaraciones a la prensa, así que me persiguen a todos lados y es un verdadero fastidio.

Le pedí a mi chofer que me llevara a otro lugar, es mi lugar especial de mi chica y yo la última vez que estuvimos aquí casi la beso por primera vez, la brisa golpea mi rostro y respiro profundidamente se podía sentir la paz aquí, toco el tronco del árbol que había sembrado cerca de ese risco. Veo el mar y comienza el atardecer.

Escucho pasos detrás de mí, y cuando volteó para mi sorpresa se trataba de Kelly no entendía ¿Que hacía aqui? ¿Cómo supo de este lugar? ¿ De que yo estuviera aquí?

- ¿Como supiste que estaba aquí? - Pregunto aun confundido.

- Tengo mis contactos, Caleb. Quería hablar contigo de todo lo que ha pasado con Leah.

La mire sorprendido no es la misma que Kelly de los primeros días que lloraba porque su mejor amiga fue secuestrada, ahora se ve tan relajada y tan feliz como si no le importara esto me sentía desconcertado.

- Kelly, aun no entiendo porque estas aquí.

- Se que estas dolido por lo de Leah pero quería que supieras que puedes contar conmigo y... te amo, Caleb.

- Yo... Kelly, no quiero herirte pero sabes que no siento lo mismo por ti.

- Lo se, y no te pido que me ames, solo quería que lo supieras. - Luego mira hacia otro lado como si tuviera miedo o le incómoda estar conmigo ahora, esto es muy extraño. - Lo último que no deseo es que seas infeliz pero tenia que hacerlo. - Eso me deja helado y mi ceño se frunce.

- ¿A que te refieres?

- Leah esta bien, Caleb.

- ¿Que...? ¿Como sabes...? ¿Como sabes eso? - Preguntó atónito.

- Porque yo se donde esta.

*
Sorprendidos? Bueno hay una que adivino que era Kelly jajaja pero tenia que despitarlos y no ponerla tan fácil.

Multimedia: Kelly

Falta poco para final.

El Romance Prohibido Del Rey (Book#3).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora