Leah
Salí del cuarto de Caleb aún ríendome de él, fue bastante gracioso de ver y estaba tan avergonzado, seguro estaría soñando con algo pervertido, cuando llego a mi habitación abro mi armario para sacar el uniforme de mi segundo día en la universidad, ya los nervios habían quedado atrás además tenia un nuevo amigo que es bastante lindo que es Zachary, sin importar lo que dijera Caleb seguiría hablando con él para conocerlo mejor quizás lleguemos a una relación mas cercana, creo que es el momento que tenga una nueva relación luego de terminar con Cole, no salí con nadie mas y no es que no tuviera pretendientes es que nadie me llamaba la atención.
Respire profundamente antes de entrar al baño para cepillarme y ducharme, me mire en el espejo mientras me cepillo recordando el sueño de anoche, nunca había tenido tanto miedo en mi vida hasta parecía real, ese hombre de ojos azules que quería hacerme daño pero solo era una pesadilla, algo que no era real así que no tenia que tener temor y simplemente debía olvidarlo.
La solución que encontré para tranquilizarme fue yendo a la habitación de mi hermano, cuando era una niña y tenia un mal sueño siempre iba corriendo hacia a su cama para que me abrazara era la única manera que podía volver a dormir y hacia tiempo que no pasaba, así de terrorífico fue.
Pero estar en los brazos de Caleb siempre fue la mejor medicina a todo, acariciando mi cabello, besando mi frente, diciendo palabras cariñosas y reconfortantes. A veces me pregunto que sera de mi vida sino tuviera a ese chico conmigo, él lo hacia todo mas sencillo.
Suena raro cuando hablo de esa forma de Caleb, recuerdo que una vez estaba con Kelly apenas comenzamos a ser amigas y le hable de mi hermano, pensó que se trataba de mi novio y fue muy incómodo.
— Es muy lindo, tierno y cariñoso. Lo quiero muchísimo, es todo para mí. — Digo orgullosa de hablar de Caleb.
— Wow, tu novio suena que es todo un príncipe azul. — Dice sonriendo y yo frunzo el ceño disgustada.
— ¿Que? ¿Que te pasa, Kelly? — Casi que le grito, estaba sorprendida. — Te estoy hablando de mi hermano Caleb, mi mellizo ¿Por que pensaste que se trataba de mi novio?
— ¿Tu hermano? —Dice atónita. — Oh lo siento pensé que se trataba de tu novio, es que hablas como si estuvieras enamorada de él.
— ¿Acaso estas loca, Kelly? No estoy enamorada de mi hermano, es absurdo y antinatural, por favor callate.
Ella se río divertida y estuvo molestándome con eso durante días hasta que le presente a Caleb y se “enamoro” de él entonces no volvió a tocar más el tema.
De nuevo un recuerdo llega a mi cabeza cuando estuvimos en la playa en nuestro lugar favorito, en la forma como Caleb me miraba ese brillo en sus ojos grises que me encantaban tanto, hubo unos breves segundos que cuando se inclino hacia a mí pensé que iba a besarme pero no en la mejilla sino en la boca, quizás estoy loca pero también desee ese beso y mis pulmones quedándose sin aire mientras me besaba podía imaginarlo.
Estoy mal de la cabeza debía quitar esa idea loca de mi mente, termino de cepillarme y quito mi ropa para irme a la ducha.
Luego de un rato debajo del agua, lavando mi cabello con el champú, cierro los ojos pero doy un respingo cuando unas manos tocan mis hombros, iba a gritar pero una suave voz que conocía perfectamente hizo que mi cuerpo se relajara al instante.
— Shhh, tranquila. Estoy aquí, cariño. — Murmura sintiendo su cálido aliento en mi piel y deja en mi cuello un beso húmedo, que me estremece de pie a cabeza. — Te necesito Leah, te necesito.
Me muerdo el labio mientras él sigue besándome en el cuello, gimo levemente deleitándome con sus caricias entonces me gira hacia a él, quedo sorprendida de que sea Caleb ni siquiera puedo decir nada porque sus labios chocan los mios, enseguida le respondo dejándome llevar.
— Eres tan hermosa y no sabes cuanto te adoro, Leah. — Iba a besarme de nuevo pero escuche un ruido afuera que me hizo despertar de mi fantasía.
— Pero ¿Que demonios? — Digo aturdida mirando alrededor del baño y ya Caleb no estaba allí.
Termino de bañarme, enrollando mi cuerpo en una toalla y salgo rápidamente hacia a mi habitación aun tenia respiración agitada, no podía negar que me gusto aunque no fuera real, esto cada vez se ponía mas extraño.
— Ya estas lis...— Entonces Caleb esta enfrente de mí pero él de carne y hueso, pero su vista estaba en mi cuerpo mirándolo de arriba hacia abajo y me sentí incómoda luego del episodio del baño, podía sentir mis mejillas arder de la vergüenza.
— ¡Caleb! — Grito tratando de cubrirme más con la toalla y él se cubre rápidamente los ojos con sus manos.
— Lo siento, Leah. Te espero abajo para irnos o ¿Si quieres desayunar aquí en el castillo?
— Prefiero en la universidad, por favor puedes irte de mi cuarto.
— Bien, ya me voy— Dice con los ojos tapados pero se tropieza con la puerta y me muerdo el labio para no reírme. — Por cierto, Leah. Lindas piernas — Se echa a reír mientras sale le lanzo uno de mis cojines pero se va antes que pueda pegarle.
Aun estoy sonrojada, luego me visto y maquilló, tomo mi bolso para bajar al auto que me espera afuera pero me encuentro a papá en el pasillo hablando por teléfono.
— Si Dominic, esta semana creo que iré a Francia. Espera un momento — Se acerca para darme un abrazo y un beso en la mejilla. — Buenos días, cariño ¿Ya te vas a la universidad?
— Buenos días, papi. Si, Caleb me debe estar afuera esperándome.
— Que tengas buen día, cielo. Y cuidate por favor, mira que ahora eres una jovencita muy linda y no quiero que nadie le haga daño a mi princesa. — Dice preocupado.
— Estoy bien, papá. No tienes que preocuparte, te amo.
— Y yo también te amo.
Le doy otro beso a papá y luego salgo del castillo, veo el auto que nos llevará, el guardia me abre la puerta para que me suba, después la cierra cuando estoy adentro y allí estaba Caleb sonriendo luego de dejar su celular en su pierna derecha.
— Que linda te ves, Leah. — Dice con esa intensidad de su mirada que podía quemar en mi piel.
— No molestes, Caleb. — Refunfuñe con fastidio.
— ¿Que te pasa? ¿Tienes la regla? — Dice burlándose, para alguien que es Rey de una nación es bastante inmaduro ¿Que se puede esperar de alguien que tiene 18 y parece que tiene 5 años?
— Y ¿Como te fue esta mañana con tu amiga “la mano” ? Me imagino que se te quito el calentón ¿no?
Él frunce el ceño como si tuviera la intención de regresarme el insulto pero se queda callado y toma su celular para seguir mensajeándose con alguien.
Me eche a reír por lo bajo, me encantaba molestarlo, creo que yo también soy un poco inmadura pero era divertido.
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El lunes haré un maratón :)
Le dedico el capítulo a EDWARDS18 gracias por leer mi historia linda y por el apoyo :)
Al primer comentario de este capitulo le dedico el siguiente ;)
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El Romance Prohibido Del Rey (Book#3).
RomanceLa tercera parte de la saga de la familia real Bomer. CALEB BOMER Y LEAH BOMER