Maratón 3/3
Caleb.
Lisa aun seguía besándome como pude me la quite de encima, mirándola atónito de que me haya besado, no lo niego que es atractiva y todo lo demás, pero no quería a otra chica en mi vida que no fuera Leah, tenia que dejarle en claro que no iba a ver nunca una relación que mas allá de hacer amigos, antes de que pudiera hablar, me desconcertó que comenzara a reírse divertida de la situación ¿Qué tenia de gracioso? Mi ceño se frunce mientras la miro partida de la risa sin entender que le daba tan gracia.
— ¿De que te ríes? — Le pregunto confundido. — Lisa no quiero que haya confusiones entre nosotros y ese beso…
— No significo nada, lo se. — Dice agitando la mano con desdén mientras aun ríe. — Tu cara cuando terminamos de besarnos fue un verdadero poema, tranquilo Caleb. Se que somos amigos, tampoco quiero tener una relación contigo. Te bese porque últimamente estas distraído y no me prestas atención, eso me molesta un poco entonces por eso decidí darte un beso, aunque admito que besas muy bien. — Dice bromeando, golpeando levemente mi hombro pero aun sigo confundido y sorprendido por lo que paso hace unos minutos.
— Que bueno que lo entiendas y lo siento sino he estado muy comunicativo contigo pero tengo mucho en mi cabeza desde que me coronaron. — Digo encogiéndome de hombros.
— ¿Por eso estas así? No lo se, Caleb. Quizás tengo poco tiempo conociéndote pero se que esta distracción tuya no tiene nada que ver con el asunto que seas Rey.
— ¿Qué estas insinuando?
— Creo que estas enamorado. — Dice sonriendo, mi corazón se acelera y comienzan a sudarme las manos ¿Tan obvio soy?
— No…No estoy enamorado. — Tartamudeo como idiota desviando la mirada pero solo escucho una carcajada de Lisa.
— No sabes mentir, se ve que estas botando la baba por una chica ¿Es alguien de la universidad?
— No estoy enamorado, Lisa. Ya deja el tema.
— Vamos, Caleb. Somos amigos ¿no? Además puedo ayudarte a conquistarla, recuerda que soy mujer y se que nos gusta.
De pronto como si un bombillo se encendiera encima de mi cabeza, Lisa me había dado una buena idea, ella me podía ayudar con Leah, claro sin decirle en realidad que se trata de ella, a fin de cuenta es mujer y puede ayudarme.
— ¿Lo estas pensando? Entonces ¿Qué dices? ¿Me contaras?
— De acuerdo, te lo diré. Pero no le cuentes a nadie, Lisa. Estoy confiando en ti, no quiero despertar al día siguiente y ver que la historia salió en la televisión.
— Ok, Caleb. Acabas de ofenderme. — Dice cruzándose de brazos fingiendo estar enojada— Puedes confiar en mí, no le diré a nadie.
— Bien, perfecto.
Lisa camino hacia a la puerta de su habitación y cerro la puerta, ambos nos sentamos encima de la cama, me aclare la garganta para continuar ni siquiera sabia como comenzar a contar mi historia y de como me fui enamorando de mi propia hermana. No estaba seguro si mi amiga iba a entenderlo porque en mi familia estaba prohibido el incesto, estaba estipulado en una de las reglas de la familia Real:
Regla 6: Queda prohibido que miembros de la Familia Real de la misma sangre se casen entren ellos u tengan otro tipo de relación.
En cualquier sociedad estaba mal visto salir con tu propia sangre, en especial en mi país, la gente juzga sin razón y no quería que este mundo dañara la buena persona de corazón que es Leah, verla destruida por mi culpa es algo que nunca me perdonaría.
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El Romance Prohibido Del Rey (Book#3).
RomanceLa tercera parte de la saga de la familia real Bomer. CALEB BOMER Y LEAH BOMER