Julieta
Había ido al apartamento de Erick quería pasara la noche con él, lo amo mucho y me hace feliz todo el tiempo, tenemos dos años juntos y han sido los mejores, claro a veces tenemos nuestras peleas como cualquier parejas pero siempre nos reconciliamos de la mejor manera, ya me entienden.
Erick no es de sangre azul ni sus padres eran ricos, ni tenía propiedades lujosas, eran totalmente normales con trabajos modestos y eso lo que me gusta, que él sea normal y sobretodo que me ama por lo que soy y no por lo tengo.
Estamos acostados en la cama viendo una película que se llama Notebook, es romántica y me tiene al borde de las lágrimas es muy hermosa. Me acerco más a Erick buscando su calor y él me pasa su brazo alrededor de mis hombros.
— Oh pobre Noah. — Digo con las lágrimas casi a punto de salir de mis ojos. — ¿Por que a veces los padres son tan cerrados de mentes? Ellos también fueron jóvenes y se equivocaron ¿Por que no dejan que sus hijos aprendan lo que es vivir en el mundo real? ¿No crees, Erick?
No recibí respuesta alguna, cuando alzo la cabeza para mirarlo, él tenia sus sentidos en su celular y yo suspiro irritada, me molesta que cuando estamos juntos no me preste atención ¿Que tanto hace en ese jodido teléfono? Lo admito soy celosa y Erick lo sabe, no porque sea mi novio pero él es muy guapo y siempre tiene a miles de chicas detrás esperando a que me de la espalda para lanzarse encima de él.
— ¿Que haces? — Preguntó sin sonar como una novia celosa.
— Solo le envió un mensaje a Colton para saber a que hora nos reuniremos mañana. — Me da un beso en la mejilla y deja el celular encima de la mesa. — ¿Te he dicho lo linda y sexy que te ves hoy?
— No pero gracias. — Sonrió acariciando su fuerte brazo, me inclinó para poder besarlo en sus labios y él gustoso me besa profundizándolo más— Te amo.
— Yo te amo más, cariño.
— Tenemos que hablar con mi papá, sobre lo del compromiso. Claro, si es que todavía te quieres casarme contigo. — Digo bromeando.
— Si, claro que quiero que seas mi esposa, Julie. Es lo que más demasiado en todo el mundo es que seas la señora Johnson.
— Mas te vale, Erick. — Digo tocando ahora su abdomen suavemente. — Porque lo que deseo es ser oficialmente tuya.
— Ya lo eres, preciosa. Además antes de hablar con tu papá, tengo que comprarte el anillo y pedirtelo de forma romántica.
— De cualquiera manera diré que si— Digo con alegría, de solo pensar en mi boda con Erick.
— Tu te mereces lo mejor, mi amor.
— Eres tan dulce, Erick. Vamos a seguir viendo la película es muy bonita.
Suena el celular de mi novio de nuevo pero él lo ignora, enfoca su vista a la televisión y me abrazaba más fuerte, es un encanto y es todo mio.
Tobías
Es difícil ser príncipe y aun estando en la secundaria, la mayoría de los chicos me odian pero no tenia culpa de haber nacido en la familia real y que sea millonario, trató de pasar desapercibido la mayoría del tiempo aunque es complicado cuando tienes a tres guardaespaldas detrás de tí todo el tiempo.
Veo a mi novia Jeannette, ella tiene 16 años como yo y la quiero, es mi primera novia y desde que la conocí, me enamore de ella como un idiota.
Ella me miro y me hizo una seña que entendí perfectamente, asiento a su dirección y observó a mis guardias, les pido que me den privacidad con mi novia, pero no se alejan mucho de mí.
Jeannette me da un beso en los labios sonriente y yo la tomo de la mano, mirando a sus preciosos ojos negros, ella es perfecta y me hace feliz.
— ¿Iremos esta noche a la fiesta? — Me pregunta emocionada.
— Si, pero tengo que hablar con mis padres, para que me den permiso.
— Esta bien, Tobías. A veces se me olvida que eres un príncipe. — Dice acariciando mi brazo para otra vez besarme.
— No importa, nena. Cuando estoy contigo, solo quiero ser normal.
— Te quiero.
— Y yo también.
Iba a besarla de vuelta pero alguien me empuja, lejos de ella y Jeannette me mira asustada, cuando alguien la toma del brazo, trato de decirle al chico que la suelte pero me golpean contra la pared, el dolor llega a toda mi espina dorsal y gruño adolorido.
— ¿Que fue lo te dije, princesito? — Los bastardos amigos de Ron, se ríen por el apodo que me ha puesto pero mi única preocupación es Jeannette que lucha por soltarse de Rick. — Que te alejaras de mi novia.
— ¡No soy tu novia, Ron! ¡Dejalo en paz! — Grita Jeannette, contengo la respiración cuando él la mira enfadado como si quisiera pegarle.
— ¡Ron! — Exclamo para llamar su atención. — Tu asunto es conmigo, deja que Jeannette se vaya a clases.
— No, Tobías. No pienso dejarte solo. — Dice al borde de las lágrimas.
— Estaré bien, nena. Puedes irte tranquila a tu clase, luego te veo. — Sonrió para calmarla.
Jeannette me mira desconfiada luego ve a Ron con odio, no dice nada y sale del patio para dejarnos solos ¿Por que justo ahora tenía que a verle pedido a mis guardias que se fueran? Ahora estaba solo con Ron y sus amigos, seguro iban a darme una paliza.
— Princesito, tu no aprendes ¿no? — Se pone a mi lado, pasando su brazo alrededor de mis hombros y sonríe como idiota, veo que con su otra mano saca un cigarrillo, un encendedor y lo enciende dándole una colada.
Pero por el olor supuse que no es un cigarrillo común, me lo acerca a mi y sacudo la cabeza, solo quería irme de allí.
— Vamos, princesito. Un jalón no te va a matar. Si cierto que eres de la realeza y toda esa porquería. — Dice burlándose fumando de nuevo su cigarrillo.
— No fumo ni menos hierba. — Murmuró molesto.
— Deja de ser correcto todo el tiempo, Tobías. Además te aseguró que Jeannette le gustan los chicos malos.
Lo tomo dudoso y lo llevo a mi boca inseguro pero termino dándole una colada, sabía horrible y comencé a toser, no estaba acostumbrado.
Los amigos de Ron se ríen de mí mientras aun sigo tosiendo y le devuelvo el cigarro.
— Te gusta mucho Jeannette, cierto?
— Si, es momento que tu la dejes en paz.
— No la dejare en paz porque esa perra me debe mucho y ahora sus deudas son tuyas, si la quieres para ti tendrás que hacer algo a cambio y yo simplemente me alejaré de ustedes.
— ¿Deudas? — Frunzo el ceño sin entender. — ¿Que deudas? ¿Que quieres que haga?
— Tranquilo, Tobías. Tu y yo seremos buenos compañeros y si haces lo que te pida, todo saldrá bien para Jeannette y a ti ¿aceptas?
No quería involucrarme en asuntos turbios con Ron, se que es un chico problemático y ahora se que consume drogas pero haría lo que fuera por Jeannette.
— De acuerdo acepto.
Al pronunciar esas palabras me di cuenta de error que estaba cometiendo pero no había marcha atrás.
Se me ocurrió la idea de también unir las historias de los otros hermanos ¿Les gusta?
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El Romance Prohibido Del Rey (Book#3).
RomanceLa tercera parte de la saga de la familia real Bomer. CALEB BOMER Y LEAH BOMER