LA SOMBRA DE LAS MARIPOSAS

Se acabaron los privilegios.

2. "No es propio de mí, me he equivocado, lo siento"

Recuerdo que la última vez que vi a Noah, ni siquiera cruzamos una palabra. Fue hace tres años, un día cualquiera de verano en el que yo pasaba una semana en casa de Trace y estaba feliz.

Habíamos coincidido en cumpleaños y encuentros familiares cuando éramos unos críos, pero llegó una etapa en la que dejó de verse en los eventos a los que estábamos invitados juntos porque casi siempre que podíamos ir mi familia y yo, le tocaba quedarse con su madre, y era difícil coincidir con él.

De pequeños éramos buenos amigos, cuando crecimos simplemente mostrábamos indiferencia el uno por el otro las pocas veces que nos veíamos.

Noah para mi mejor amiga es la persona más importante de su mundo, y me acuerdo que Tracy el día que volví a ver a su primo después de tanto tiempo, estaba muy triste porque los dos habían discutido por algo que le había aconsejado esta a Noah y este no se había tomado muy bien.

Por lo visto él vino a casa de su prima buscando compresión, y acabó dándose de bruces contra la realidad cuando esta le dijo algo que no quería escuchar.

Fred y Camila ese día trabajaban, y yo había decidido tomar el sol en el jardín. Se oían cómo murmullos Inentendibles y gritos que no supe descifrar, después oí un estruendo enorme y me levanté rápidamente para entrar en casa y ver que estaba ocurriendo. Vi a Noah bajar las escaleras mientras mi mejor amiga lo seguía sin poder parar de llorar.

—Noah, por favor, cálmate —dice Trace entre sollozos.

Su primo agarra su chaqueta y las llaves y niega, totalmente sacado de sus casillas —¡Pensaba que tú estarías de mi lado, Trace, y me has decepcionado!

—¡No puedo estar de tú lado si no veo bien lo que has hecho! —grita mi amiga de vuelta.

—Ponte un poco en mi maldita piel.

—¡Lo hago todo el tiempo, pero no entiendo nada!

Noah se giró para mirarme de arriba a abajo con sus ojos llenos de lágrimas, y después de eso, le faltó tiempo para salir corriendo de casa de sus tíos, dando un portazo detrás de él.

A día de hoy sigo sin conocer el motivo de la pelea. Nunca supe de que se trataba, y Trace no quiso contarme tampoco porque no se encontraba bien, así que la respeté y mimé todo lo que duró mi estancia allí.

El hijo de Jeremy tenía dieciséis años en aquel entonces, y desde ese instante en que salió por las puertas de casa de mi mejor amiga, hasta día de hoy, no lo he vuelto a ver.

Sabía por Trace que lo habían mandado fuera a estudiar y que venía solo los festivos. Ella no llevaba bien estar lejos de su lado, pero según decía...

"Era lo mejor"

—¿Gin? —alguien zarandea mi brazo y parpadeo —Gin, preciosa ¿estás bien?

Cuando dejo de mirar hacia donde se ha marchado Noah y giro mi cabeza, me encuentro con Erick y su uniforme de policía. No me esperaba precisamente verlo a él aquí, y no sé si es mejor esto o que hubiera sido un desconocido al que podríamos haber aclarado que no estábamos haciendo nada malo.

Abro mis ojos con rapidez, cuando me doy cuenta de que este es mi final porque justo un día cómo hoy tenía que estar de Guardia uno de los mejores amigos de mis padres y Novio de tío Logan.

¿Por qué, universo?

Miro a mis amigas que tapan su cara, frustradas, y trago grueso cuando vuelvo a mirar a Erick, que ahora me mira con cara de "Te la vas a cargar"