Capítulo 32. "Juntos a la par"
Gin.
Siento como el cuerpo de Noah se tensa al instante tras escucharme decir esa última frase, y realmente no entiendo porque se está poniendo tan nervioso si debería saber, después de todo lo que he montado en casa, cuales eran mis intenciones esta noche.
Sabía de más que íbamos a acabar con la distancia que habiamos puesto entre los dos porque no estamos para perder el tiempo, y si, es verdad que a veces nos podemos pasar de orgullosos, pero este amor es tan grande, que puede con todo, y yo quiero que el hijo del primogénito de los Dawson, sea parte de mí vida para siempre.
Muerdo mi labio mientras observo sus ojos color oliva y hago un amago para ver que piensa, que quiere, si desea lo mismo que yo, o no.
—¿Noah? —digo con un hilo de voz, llamando su atención.
Él me mira y parpadea, como si hubiese vuelto a la realidad cuando lo he nombrado —¿Si?
—¿Me has oído?
¿Por qué se está haciendo el tonto?
Intento bajarme de encima para hablar esto con tranquilidad pero él me lo impide, negando enseguida y acercando su rostro al mío —¿Tú quieres que yo sea el primero?
Frunzo el ceño. Como si no fuese obvio —Por supuesto —susurro —Llevamos hablando esto, semanas.
Mi chico sonríe tímido y acaba asintiendo —¿Así que has montado todo esto con la intención de llevarme a la cama?
Ruedo mis ojos y sonrío, acercándome a su boca para dejar un suave beso —Eso suena fatal, Batman —rodeo su cuello —Pero para que engañarnos.
Ríe abiertamente y echa su cabeza hacia atrás, para seguidamente morder su labio y acomodarme mejor encima de él. Me tiene acorralada contra la pared, y eso me pone aún peor.
—¿Estás completamente segura entonces? —susurra apartando un mechón de mi pelo.
Yo asiento, nerviosa pero completamente segura, como él lo ha referido —Quiero que seas el primero, mi amor, lo he querido desde el principio de esto.
Noah cambia su semblante, haciendo a mi corazón acelerarse, y cierra sus ojos justo cuando yo cierro los mios, acercando él sus labios a mi mandíbula para dejar un suave beso ahí y hacer después un recorrido hasta mí oreja.
—Yo también quiero que seas la primera —susurra, dejándome ahora helada a mí.
No sé si lo he entendido mal, o simplemente quiere reírse de mí, pero lo primero que hago después de oír esa frase, es fruncir el ceño y apartar mi rostro, para así mirarlo a los ojos e intentar buscar una respuesta un poco más clara.
Noah parece que esperaba mí reacción, y su sonrisa tranquila me descoloca.
—¿Que has dicho? —susurro yo esta vez.
Mi novio lame sus labios y acaricia mi muslo hasta llegar a mi trasero y pegarme más a él, rozando esa parte sensible de ambos y robándome un jadeo en el camino.
Está claro que después de esta destreza, no soy la primera.
—Que quiero hacer el amor por primera vez, contigo.
Parpadeo, riéndome por los nervios —Conmigo, porque con otra ya...
Noah frunce su ceño y niega, divertido —No, Ginebra, mi primera y única vez, y contigo.
¿Qué?
—¿Eres virgen?
Dios, soy idiota.

ESTÁS LEYENDO
LA SOMBRA DE LAS MARIPOSAS
Teen FictionGin quiere sentir las famosas mariposas de las que su madre siempre habla y vivir un amor único e incondicional como el que vivieron sus padres. ¿Conseguirá encontrar lo que busca a pesar de la dificultad de su lista de condiciones? Un cambio de v...