Capítulo 6. Te echaba mucho de menos
Trace.
No creo que haga falta una carta de presentación ¿no?
A lo largo de mi vida lo que más ha salido por mi boca ha sido: "Soy Trace Miller y tengo tal edad".Porque a mí eso de llamar la atención y dejar claro mi nombre, apellido, opinión y pensamiento, era algo que me caracterizaba, por sobre todas mis "cualidades".
Aunque a veces no fuese muy buena idea soltar más de una cosa por la boca.
A la vista está.
En un avión le pregunté a un hombre sin pelo que si sufría de estrés. Le conté mi vida entera y le bailé a un médico que no conocía de nada. Le conté a mis tíos en innumerables ocasiones lo que pensaba sobre su relación. Les contaba que decían el uno del otro, y le dije a mi padrino sin conocerlo de nada aún, que era muy guapo.
Así era y por supuesto soy, aunque ahora me controle un poco más.
Sigo siendo la niña que ha crecido rodeada de amor por todas partes. Soy la misma Trace Miller, y no tengo ni seis, ni siete, ni ocho... Tengo diecisiete años casi recién cumplidos, pero cómo ya he dicho, eso no quita que siga siendo la niña alegre que rompe oídos con sus gritos.
A mi me han querido y educado siempre igual, por eso creo que sigo siendo la misma.
He vivido situaciones fuertes en mi vida que quizás hayan podido hacer algo de mella dentro, pero gracias al universo he tenido a los mejores padres del mundo, que han sabido cómo cuidarme, tratarme y mostrarme la cara más humana y bonita de la vida.
Estoy agradecida con Fred y Cami, de eso no hay duda.
Hablando de ellos, esta semana están hasta arriba de trabajo, y por eso, y porque mi Instituto está infectado de ratas, he decidido venir a pasar unos días con mis tíos favoritos, a los que por cierto había echado mucho de menos y con los que a pesar de que pase el tiempo, siempre me lo paso cómo una niña en un parque de bolas.
Es sábado por la tarde. Estoy tumbada en el sofá con Jaden encima, que juega entretenido con los mechones de mi pelo mientras yo acaricio el suyo y a veces dejo besos en su cabeza. El tío Lucas está tirado en la alfombra jugando con Danielle, la cuál se está riendo porque su padre no para de hacerle cosquillas, y tía Lana está en el otro extremo del sofá, sobre Marie, que esta embelesada tocando y mirando la cara de su madre mientras esta besa su barriguita.
Mi bebé tiene un poco de fiebre y su mamá para ella es lo único que la hace estar mejor.
La magia de tía Lana.
—Mami ¿por qué eres tan guapa? —Marie habla y la miro, llevando una mano a mi pecho y viendo a la tía morder su labio con fuerza mientras deja descansar la cabeza en la tripita de su hija.
—Mi amor ¿y tú cómo puedes ser tan perfecta? —pregunta de vuelta —Tú eres mil veces más guapa que yo.
Marie sonríe y obliga a su madre a que la mire —Papá dice que somos preciosas porque nos parecemos a tí.
—¿Eso dice papá? —la tía Lana mira al tío y este aprieta sus labios, escondiendo una sonrisa.
—Es la realidad —intervengo —Os parecéis a mamá y por eso sois así de guapas.
El tío Lucas ríe y se incorpora, andando con Danielle para sentarse en el sillón —¿Lo dices porque eres exactamente igual a tu tía, no? —suspira —A veces me cuesta diferenciaros.
Ruedo mis ojos con una sonrisa burlona y veo cómo Jaden no deja de mirarme fijamente —No somos tan iguales.
—Si lo sois, Trace Miller.
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LA SOMBRA DE LAS MARIPOSAS
Ficção AdolescenteGin quiere sentir las famosas mariposas de las que su madre siempre habla y vivir un amor único e incondicional como el que vivieron sus padres. ¿Conseguirá encontrar lo que busca a pesar de la dificultad de su lista de condiciones? Un cambio de v...