Capítulo 26. "Ya no le tengo miedo a nada"
Gin.
Miro a Trace con una sonrisa y ella se deja caer hacia atrás en el sofá, cerrando sus ojos y dejando los brazos estirados a ambos lados de su cuerpo. Lleva un buen rato bostezando, y si no fuese porque la cabezonería le gana, ya estaría en la cama durmiendo todo lo que se pueda permitir y más.
"¿Y si necesita mi apoyo?"
"¿Y si no ha ido bien y ahora está mal?"
Pues todo puede ser, pero Noah si o si y tarde o temprano contará lo ocurrido, así que ahora deberíamos estar las dos en la cama porque además mañana va a ser un día largo en la fundación.
Pongo una mano en el muslo de mi mejor amiga, llamando su atención —¿Nos vamos a la cama? Tengo sueño.
Hago una mueca y ella se incorpora, frotando sus ojos —Espera, Noah tiene que estar al llegar. Nos aseguramos de que todo está bien y nos vamos.
—Vas a querer saberlo todo ahora, y tu primo seguro que llega cansado.
—Vete tú entonces, yo me quedo, no te preocupes.
Niego, suspirando pesadamente —No me voy a ir sola, va pensar que no me importa.
Trace ríe, echando su pelo castaño hacia atrás —Entonces esperemos.
A mi amiga no le da tiempo a terminar la frase. La puerta de casa se oye y me incorporo de inmediato para ver cómo Noah entra al salón, con su pelo alborotado, un par de botones de la camisa, desabrochados, y unas pintas dignas de haber acabado con un barril entero de cerveza él solo.
Miro a Tracy, que lo mira con el ceño fruncido, y después lo vuelvo a mirar a él que se apoya en la pared y levanta su mano a modo de saludo.
—Hola —dice con una sonrisa.
—¿Estás borracho? —pregunta su prima.
Mi novio arruga su nariz, negando poco después —Estoy bien, solo un poco mareado.
—¿Y tu padre? —pregunto —¿Ha bebido? ¿Está bien?
Noah lleva una mano a su cabeza y hace una mueca —Mi padre está bien, no te preocupes ¿nos vamos a dormir? —responde relajado.
La verdad es que se me ha pasado el sueño, sobre todo porque la actitud de Noah me está pareciendo de lo más extraña, y no me voy a ir a dormir tranquila estando las cosas así de raras.
Niego, cruzándome de brazos —¿Puedes contarnos como ha ido todo?
—¡Eso! —exclama Trace —No he dejado de salir con mi novia para que ahora te vayas a dormir y no me cuentes nada.
Mi novio niega —¿Y si lo dejamos para mañana? Yo es que me quiero ir a dormir ya con la mía.
Trago grueso, porque me muero de ganas, pero ya me estoy imaginando la tensión.
Trace abre su boca, molesta, y después de unos segundos se cruza de brazos, dando unos cuantos pasos hacia su primo —No me pienso ir a la cama hasta que no sepa cómo ha acabado todo, y sabes que puedo llegar a ser muy pesada si quiero.
—¿Y que vas a hacer? ¿Observarme como una loca durante toda la noche?
—Sabes perfectamente que soy capaz.
—Pero si te estabas muriendo de sueño —apunto.
—Pero es capaz igual, ella no tiene límites —Batman se incorpora y sonríe, negando con la cabeza y pasando por mi lado para darme un beso antes de sentarse en el sofá.
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LA SOMBRA DE LAS MARIPOSAS
Ficção AdolescenteGin quiere sentir las famosas mariposas de las que su madre siempre habla y vivir un amor único e incondicional como el que vivieron sus padres. ¿Conseguirá encontrar lo que busca a pesar de la dificultad de su lista de condiciones? Un cambio de v...