LA SOMBRA DE LAS MARIPOSAS

La verdad que nos libere

Capítulo 23. "La trama de los secundarios"

Gin.

Entro a la habitación haciendo el menor ruido posible y cierro la puerta detrás de mí, dejándome caer sobre ella y mordiendo todo mi labio inferior mientras una sonrisa inunda mi rostro, y la adrenalina aún corre veloz por mis venas. Nos hemos besado, lo he besado, hemos dado un paso más acabando con la barrera que nos separaba y ahora sólo quiero gritar por como ha sido todo.

Nunca imaginé un primer beso entre nosotros de una manera tan mágica, después de haberse desnudado sentimentalmente ante mí y bajo el mismo manto de estrellas que aquella noche también portaba el cielo que presenció el primer beso de mis padres.
Y aunque siempre había soñado con algo parecido, ahora que estoy viviendo mi propia historia, no puedo estar más feliz de que todo haya empezado y sido a nuestra manera, sin necesidad de decir lo más mínimo para saber lo que hay detrás de nuestros sentimientos.

Aunque en el fondo lo sepamos.

Estoy hablando cómo si hubiésemos empezado una relación o algo parecido, y por ahora no, pero ya por lo menos sabe que siento algo y estamos en el mismo punto para intentar dar un paso más entre nosotros. Que me enamore tanto que me explote el corazón más que ahora, que solo me gusta demasiado.

O eso creo.

Tiro los tacones a un lado cuando me doy cuenta que la habitación está sola y me dejo caer bocarriba en la cama, cerrando mis ojos cuando vuelvo a recordar como Noah ha correspondido mi beso, después de decirme que yo soy su refugio.

"Con la respiración acelerada freno el beso y abro mis ojos, encontrándome con la mirada más bonita del mundo.

—¿Que ha sido eso? —Batman me deja en el suelo y niega, totalmente aturdido.

Yo frunzo el ceño, nerviosa —¿No te ha gustado?

El momento de silencio que se crea me descoloca, y trago grueso al darme cuenta que Noah ni siquiera sonríe, no es capaz de seguir hablando, no gesticula...

Cierro mis ojos arrepentida de mi impulsividad y me aparto, dándome la vuelta y tapando mi cara en el camino. Ahora me muero de la vergüenza, independientemente de que él me haya correspondido, pero es que parece arrepentido y no sé si se ha dado cuenta de que no merecía tanto la pena y de que no ha sido cómo esperaba.

—¡Dios, Noah! ¡Lo siento mucho! —bufo, arrugando mi nariz —No debí haber hecho eso, lo siento.

Me giro para enfrentarlo de nuevo y tiene la misma cara, aunque ahora niega —¿Que sientes el qué?

Lo señalo —Lo que acaba de pasar, yo sólo...

—¿Me estás pidiendo perdón por haberme besado? —interrumpe —¿Por haber sido tú la que ha dado el paso de darnos el primer beso juntos?

La sonrisa que se va formando en sus labios me empieza a dejar más tranquila y me relajo, dando un paso más hacia él —¿No te ha molestado?

Su cara de asombro después de decir eso, me hace morder todo mi labio inferior, y tomo aire cuando él lleva un dedo a mi cuello y lo acaricia, bajando después y tirando de mi top para pegarme de nuevo a su pecho.

Niega, mirando mis labios —Ahora solo quiero volver a besarte, toda la noche, todo el rato...

Sonrío cuando deja un casto beso en mis labios y me doy cuenta de lo especial que me siento. De lo diferente que se ven las cosas desde aquí.