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Pov Ana.

Acomodo mejor los pesados libros contables del hotel en mis brazos, cuidando que no se me caiga mi portatil y espero el ascensor para subir a mi habitación. Siempre he vivido en este hotel, es mi hogar y al igual que mi padre me encargo de el.

Hace unos meses era un amigo de mi padre que se encargaba de las finanzas, pero las ganancias no se veían y varios empleados se quejaban porque sus cheques llegaban tarde, además hubo ocasiones que nos cortaron el agua y luz por no pagarla.

Mi padre se negaba a creer que su amigo le estaba robando, pero todo salió a la luz cuando un día lo encontraron muerto, al parecer le pidió prestado a gente muy peligrosa y lo mataron por no pagarles.

Mi papá después de mucho insistirle para que me dejara ayudarlo, porque se encargaba de la administración y las cuentas solo, me dejo ayudarle y ahora como estoy de vacaciones de verano puedo ayudarlo más.

No tengo amigos con los que salgo a todos lados, se podría decir que soy alguien aburrida, me gusta estar en el hotel y ayudar a mi padre, o en la cocina o recibiendo huéspedes, no me molesta para nada.

Entro al ascensor cuando abre y me recuesto en la pared, pero antes de que se puedan cerrar las detienen y el mismo hombre de ayer entra.

No está vestido igual que ayer que iba informal, ahora lleva un exquisito traje gris a la medida y corbata a juego, Dios es un hombre muy apuesto .

-eso no fue lo que se acordó....no me interesa, mas te vale arreglarlo para cuando vuelva- le gruñe a alguien al teléfono y cuelga.

Alguien no a tenido un buen día.

De repente el ascensor se detiene y las luces se apagan dejándonos a oscuras en este reducido espacio, que bueno que no soy claustrofobica.

-pero que mierda- lo escucho quejarse y miro la hora en mi celular.

Se supone que hoy se harían unos arreglos a la electricidad del hotel, empezarian a las tres y tardaron una hora en ello.

-debí fijarme antes en la hora- me quejo, de haberlo hecho habría subido por las escaleras.

Enciendo la linterna de mi teléfono, que por cierto está bien cargado y me dejo caer en el piso, sería inútil intentar llamar a alguien, aqui no hay señal y creo que quedamos entre dos pisos.

-por qué está tan tranquila por esto?- me pregunta confundido mientras saco mi portatil. Ya que estaré aquí sin hacer nada es mejor aprovechar el tiempo.

-usted debería estar igual, es claustrofóbico?- pregunto, si lo es esto seria un poco más complicado.

-no- contesta y me alivia.

- la luz volverá en una hora- contestó mientras la enciendo.

-qué?- preguntó sorprendido- como sabes eso?-

-a todos los huéspedes que ha esta hora no había energía eléctrica por una hora a causa de reparaciones- contestó sin mirarlo.

-y si tu sabias eso, por que estas atorada aquí?-

-no me había percatado de la hora de haberlo hecho hubiera usado las escaleras- contesto y lo escucho soltar un suspiro, levantó la mirada un momento del ordenador y veo que también se deja caer en el piso y se quita el saco.

Apartó la mirada y me dedico ha hacer mi trabajo que es encargarme de las cuentas del hotel, todavía me faltan algunas cuentas por subir al sistema.

Quiero Un HerederoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora