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-no, porsupuesto que no- dice Ana.

-no tienes muchas opciones nena, vienes conmigo, ambos lo harán- le digo con una sonrisa.

-Si!!, vamos a vivir juntos- dice Ted feliz saltando en la cama donde esta Ana.

Para tranquilidad de Ted y mia, Ana estaba despierta cuando llegamos, decir que Ted se puso feliz es quedarse demasiado corto.

Ahora la razón de sus negativas es que se niega a que la lleve conmigo al escala y que esté segura, algo me dice que Leila no se va a quedar tranquila, quisiera estar equivocado, pero asi no tengo excusa para que venga conmigo mas rapido.

Ted esta mas que encantado de que los tres vivamos juntos, el problema es que Ana está un poco negativa al respecto.

-solo quiero cuidarte, será hasta que estés curada- le digo, pero claro que no la voy a dejar ir.

-yo también te cuidare mami- dice Ted.

-está bien- acepta, sabe que no tiene otra opción.

Un rato después el doctor llega dándonos las indicaciones de que Ana debe permanecer  en reposo las siguientes semana, después volver para quitarle el yeso de la pierna. Luego nos dan el alta y los llevó al escala.

-ahora tu única preocupación es quedarte aquí- le digo a Ana dejándola en mi cama- nosotros nos encargamos del resto- le digo mientras Ted la arropa.

-pero…

-en cama Ana ya escuchaste al doctor- la interrumpo y hace un puchero.

Están perfecta.

A Pesar de todas la quejas de Ana los tres la pasamos en mi habitación asegurándonos Ted y yo de que no se levante de la cama. Mande a Taylor a su casa por varias cosas que ella pueda necesitar para trabajar desde mi cama, como también la saga favorita.

-así que ya eres libre- me dice Ana cuando vuelvo de dejar a Ted en su habitación.

-si, totalmente libre para ti mi amor- le digo dándole un beso casto.

-esa era la buena noticia que me ibas a dar?- me pregunta.

-así es-contestó mientras la rodeo con mis brazos cuidando de no lastimarla.

-es la segunda mejor noticia de mi vida- dice.

-cuál fue la primera?- preguntó con curiosidad.

-la llegada de Ted- contesta- bueno después del shock fue la mejor noticia- dice con una risita.

-para mi también es la mejor noticia que me han dado- le digo- aunque me hubiera gustado más saberla antes-

-por cuanto me lo seguirás recriminando?- me pregunta

-un tiempo- le digo y la escucho bufar- ahora dime, inscribi remos a Ted en las clases de natación?- le preguntó.

-me sigue sin gustar la idea- me dice.

-he investigado la escuela que me dijo la doctora, es muy buena, se especializan trabajando con niños con asma, tienen muy buenos estándares de seguridad- le digo.

-si lo se, tambien hice mis propias investigaciones-

-pero…

-los accidentes siempre pasan y no quiero que algo le pase- dice

-lo se, yo tampoco, pero esto es bueno para su salud- le digo- que tal esto?, cuando estés recuperada vamos a la escuela y hablamos con los encargados, así salimos de cualquier duda o preocupación que tengamos- le propongo.

-está bien- dice mientras bosteza.

Apago la luz de la habitación y en pocos minutos ambos nos quedamos dormidos abrazadas, como será desde ahora en adelante.

***********

Al levantarme al día siguiente ayudó a Ted a prepararse a la escuela para luego desayunar y llevarlo, no sin antes darle un beso de despedida a Ana mientras aún estaba dormida, es mejor que descanse.

Después de dejar a Ted en la escuela vuelvo al escala, trabajaré desde casa hasta que Ana esté mejor, confío que permanezca en cama el tiempo que dijo el doctor y Gail tiene más cosas que hacer.

-me trataras como un bebé por las siguientes semanas?- me pregunta mientras le doy un baño.

-yo lo más bien lo veo como consentirte- le digo tratando de mantener la calma y que no note lo excitado que me tiene en estos momentos.

-no es necesario, además tienes una empresa que atender Christian- me dice.

-lo puedo hacer desde aqui, no tengo nada de gran prioridad que me haga ir a la empresa- le digo.

-seguro?- preguntó.

-completamente- le digo y beso sus labios.

Después del baño y que Ana desayunara, se quedó dormida otra vez, por lo que fui a mi estudio a trabajar para no molestarla. A eso de casi las once de la mañana recibo visitas.

-Elena, hasta que apareces, donde te metiste?, Que hizo Elizabeth esta vez?- le preguntó mientras tomamos asiento en la sala.

-ella está en un centro psiquiátrico, consumió quién sabe qué y apenas está consciente de lo que hace- me dice.

-por Dios- digo sorprendido- porque no me lo dijiste?, aun se puede algo?-

- no, los médicos dijeron que su cerebro quedó muy afectado por lo que consumió, ni ellos mismos saben que fue con exactitud- suspira- por ella ya no hay nada que hacer, los médicos dijeron que tampoco durará mucho viva a causa de ellos, no hice mucho por ella, pero si lo hare por mi nieta- dice.

-nieta?- preguntó sorprendido.

-sí- dice con una sonrisa un poco triste- se parece tanto a Elizabeth, por eso tarde más estaba haciendo los papeles de su custodia- me explica.

-aun no entiendo, cómo es que Elizabeth nunca dijo nada de una hija- le digo.

-recuerdas cuando quiso amarrar te?- asiento- ella estaba embarazada, quería hacerte creer que era tuyo, pero como nunca consiguió sexo contigo intento buscar a otro que si cayera- me cuenta.

-y no lo encontró- digo.

-lo hizo, pero es una escoria que la llevo a donde está ahora- dice- y necesito tu ayuda con el- me dice.

-no entiendo- le digo.

-quiere quedarse con Camill, mi nieta y no lo voy a permitir, necesito a tus abogados, no voy a dejar que una escoria así se quede con mi nieta- dice firme.

-por supuesto, estarán para lo que necesites- le digo.

-gracias- me dice con alivio- se que no es un buen momento después de lo que pasó con Ana- me dice.

-las noticias vuelan- digo con sarcasmo.

-sabes que si- me dice- Grace está preocupada, quiere venir a hablar contigo y saber como esta Ana, pero tiene miedo que la rechaces o la apartes- me dice.

-yo no haría eso, lo más que quiero es que termine todo este distanciamiento entre nosotros- digo.

.

-bueno querido, no la puedes culpar, eres algo temperamental a veces, más aún cuando las personas que amas salen heridas- me dice- habla con ella- me aconseja.

-lo haré, gracias- le digo.

-gracias a ti, Christian- me dice.

Elena se despide después de eso y voy a ver a Ana, la cual está profundamente dormida abrazada a mi almohada.

Mi madre ya abrió los ojos y sabe de lo que Leila es capaz, solo espero que no tenga a Mia tan ciega y aun siga de su parte.

Quiero Un HerederoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora