Pov Ana.
Pongo la pastilla en mi boca y tomo un poco de jugo para que baje más fácil. Luego de despertar como a Las 4 de la mañana entre los brazos de Christian salí por el balcón de su habitación y entré a la mía, podía ser de madrugada, pero mi papa, aun podía estar rondando por algún lugar así que preferí no arriesgarme a que me cachara.
Esta mañana mientras me daba una ducha recordando la maravillosa noche fue que me di cuenta de que Christian no se puso un condón así que salí rápido del hotel a comprar una pastilla del día siguiente y acabo de tomarla.
-te sientes mal Annie?- me pregunta el señor Rodríguez, el es un buen amigo de mi padre desde antes que naciera y también trabaja aquí como chef.
-si, solo con poco de dolor de cabeza, pero con lo que tomé de seguro que se me quita- miento.
-está bien y ya que estas aquí, prueba esto- me dice, una de las formas que también ayuda en la cocina es probando los nuevos platos que se ocurren.
Me da de comer, sabe muy bien, todo lo que cocina me encanta, es un gran Chef.
-te gusta?- me pregunta.
-si esta rico- digo quitándole el tenedor para comer un poco más- que es?- le pregunto con curiosidad.
-tripas de cerdo- contesta.
Al saber que tengo en la boca mi estómago se estruja y me dan unas horribles ganas de vomitar y lo hago, corro hasta lo primero que veo, que es una olla vacía y dejo mi estómago hay.
-por que me dar a comer eso!- me quejo, cuando recuerdo lo que era se me revuelve el estómago.
-dijiste que estaba rico- me dice.
-no sabia que era- me defiendo mientras enjuago mi boca-quién dijo que eso se come?- le preguntó.
-una joven embarazada y su madre- contesta- la chica se puso a llorar porque era lo que quería comer, fue todo un escandalo, asi que me puse a investigar, lo hacen en Republica Dominicana y también hacen unas salchicas con la sangre del cerdo, le dicen morcilla, se.....
-no- lo detengo- no quiero escuchar más, no volveré a probar uno de tus nuevos platos- le digo y me voy de la cocina.
Subo hasta mi habitación y me debato en ir o no a la habitación de Christian.
Estará hay?
Solo hay una forma de averiguarlo, así que salgo a mi balcon y me deslizó al suyo, me fijo bien que no haya nadie del hotel, prebo los seguros y está abierta, por lo que entró.
Lo busco con la mirada y lo encuentro acostado en su cama con un brazo cubriendo su hermosa cara. Me acerco lo mas callada que puedo y una vez al lado suyo me inclino y lo beso, se espanta, pero al mirarme se relaja mucho.
-Ana, cómo entraste?- me pregunta confundido.
-por el balcón, esta mañana también salí por ahí- contestó.
-no deberías, puedes resbalar y caerte, estamos en un piso muy alto- me dice.
-lo se, pero es preferible a que alguien me vea entrar o salir de tu puerta- le recuerdo.
-en todo caso, te estas arriesgando mucho- me dice y me toma de la cintura para después sentarme en sus piernas- y no quiero que te lastimes pequeña- susurra acariciando mi mejilla y me pongo roja por tanta ternura- debemos hablar de anoche- me dice.
-te arrepientes?-
-no, porsupuesto que no- dice rápidamente y me relajo- la cosa es que olvide ponerme un preservativo a noche, tomas algún anticonceptivo?- me pregunta.
-no, pero hace un rato tome una pastilla de emergencia, no debes preocuparte- le digo y su mirada parece decepcionada.
Por qué?
-que tal si salimos?- me pregunta.
-no creo que eso sea bueno, mi papá se pondrá histérico- le digo.
- si le pides permiso para salir, te dejaría?- me pregunta curioso.
-si, pero a donde?- le pregunto y él sonríe encantador......
********
Los siguientes días son un sueño al lado de Christian, salimos casi todos los días, pero sin dejar de ayudar a mi padre en el hotel.Christian me llevó a volar sin motor, a la playa, le enseñe varios lugares de aquí, hemos vuelto ha hacer el amor varias veces más, pero esta vez asegurándonos de tener un preservativo de por medio.
Se supone que Christian debía irse la semana pasada, pero extendió su estadía indefinidamente y me encanta, no quiero que se vaya y creo que esta mal porque el debe tener una vida, pero tampoco lo veo con muchos ánimos de irse y cada vez más siento como me estoy enamorando de él.
Es viernes y son casi las nueve, mi padre por su puesto no está, así que salgo al balcon y voy a la habitación de Christian como se ha hecho costumbre estos últimos días. Al entrar lo escuchó hablando por teléfono.
-no te puedes encargar tu Ross?...claro que se lo importante que es el negoció, yo mismo prepare cada detalle....no, no cambies la fecha, estare hay el lunes- dice cansado y cuelga.
Todo lo bello no dura mucho.
-te irás mañana entonces?- le pregunto y se sorprende al verme en la puerta de su habitación.
-si, debo posiblemente en la tarde- contesta y me acerco a él y lo abrazo.
-te voy a extrañar- susurro en su cuello.
-y yo a ti mi pequeña Ana- me dice y lo miro, él toca mi mejilla, extrañare mucho su toque- es mucho pedir una última vez?- pregunta juntando nuestras frentes.
-no- digo y lo beso.
Me entrego a él como nunca lo hare con nadie mas, tal vez soy una joven estupida, pero me he enamorado de él, me he enamorado loca y profundamente de él.
Guardo en mi memoria cada palabra, cada roce, cada beso compartido, los guardo como el recuerdo más hermoso de mi vida.
-Christian- gimo al llegar al orgasmo entre sus brazos, segundos después se corre en el preservativo y cae a mi lado abrazándome.
-mi Ana, mi dulce Ana- susurra sin aliento mientras besa mi cuello....
Esto me dolerá mucho mañana.
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Dos meses después.
-ESO NO PUEDE SER VERDAD, HAGA OTRO EXAMEN!!- exige mi padre gritando furioso al doctor mientras yo estoy en shock.
-ya lo ise señor Steele, pero el resultado es el mismo, su hija está embarazada- dice el doctor neutral.
Mi padre se levanta de su silla y camina de un lado a otro en la habitación. Nos cuidabamos, no entiendo como pasó y la vez que no lo hicimos tome una pastilla de emergencia, pero aun así tendré un bebé, tendré un bebe de mi amor.
Tendré un hijo de Christian.