Final

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Pov Christian.
7 meses después.

-papi- me llama Ted mientras arregló su pajarilla.

-dime hijo - le digo mientras acomodo la pajarilla de su traje.

-le puedo poner los nombres a mis hermanas?- me pregunta, sorprendiendome.

Hace dos semanas nos enteramos de que tendríamos mellizas, Ted está encantado con tener dos hermanas, yo por supuesto que estoy feliz de tener dos princesitas a las cuales cuidar y criar.

-me parece muy bien hijo, pero hay que preguntarle a mamá tambien- le explico.

-ok- acepta y la puerta se abre dando paso a mi madre.

-que guapos están!!- dice feliz- ya deben salir, todos los esperan- nos dice.

Hoy es mi boda con Ana, queríamos hacer esto mucho antes, pero se retraso un poco con el asunto de Hyde, no logramos que lo capturaron muerto, pero si fue herido en la cárcel producto de un motín.

Lo apuñalaron, el cuchillo con que lo hicieron tenía veneno del Escorpión más peligroso y mortal de el mundo, no mata rápidamente, lo hace lentamente, mientras agonizas, lo mejor es que aun no le han encontrado la cura y el maldito desgraciado está bajo tierra, espero que haya sufrido diez veces lo que le hizo sufrir a mi hijo.

Leila también está cumpliendo su condena, Hyde canto como un cobarde y dijo que ella fue quien planeo todo, está encerrada de por vida.

Pedimos la pena máxima, pero nos llamaron exagerados.

De vuelta a la boda, quisimos hacer algo intimo, solo para familia y amigos cercanos, nada más, ni siquiera llegamos a las 100 personas, quisimos hacerlo antes de que nacieran las niñas, de las cuales no falta mucho para su llegada.

La música nupcial me trae a mi maravilloso presente donde por fin me unire a la mujer que amo.

Su padre me la entrega con una hermosa sonrisa adornando su bello rostro.

El juez de paz que inicia siento que Ana me toma fuerte de la mano, la miro y se ve un poco tensa.

-te sientes bien?- le preguntó y asiente.

El juez continua y Ana aprieta mi mano cada cierto tiempo y respira pesadamente.

-firmen aquí- nos indica el juez, Ana firma primero con prisa para después hacerlo yo- felicidades señor y señora Grey- nos dice el juez.

-Dios!, las niñas ya quieren nacer- dice Ana doblándose de dolor.

-que!!, por qué no dijiste nada antes?- le preguntó mientras la sostengo.

-no es momento para esto Christian- me dice mi madre- tranquila cariño, respira, vamos al hospital- la tranquiliza mi madre mientras caminamos fuera de la casa.

Mientras lo hacemos, mi Papa y Ray calman a Ted ya que está preocupado por ver a su madre quejarse de dolor.

Taylor va al volante mientras llamo al doctor para que tenga todo listo y mi madre sigue consolando a mi esposa.

Al llegar ya nos esperan y nos llevan de inmediato a una sala y revisan a Ana para ver si ya está lista, así pasamos unas dos horas.

-estas niñas no esperaran más, debemos hacer una cesárea- nos indica el médico.

A toda prisa se llevan a Ana a un quirófano mientras que a mi a otra habitación para que me cambie de ropa.

-están bien?- escucho que le pregunta mi esposa al doctor.

-lo están, pero no lo estarán si no la sacamos- dice mientras me pongo al lado de mi esposa.

-todo estara bien mi amor, tranquila- le digo y beso su frente.

- siente esto, señora Grey?- pregunta el médico.

-no, no siento nada- contesta Ana.

-bien empecemos- dice el doctor.

Minutos después lo veo levantar a una de mis hijas, esta solo se queja un poco y el doctor la nalguea y ella empieza a llorar.

-eso era necesario- le digo molesto.

-si lo es- dice el médico mientras le entrega a una enfermera.

Cuando saca a mi otra hija también hace lo mismo, en serio quiero golpearlo, como se atreve a golpear a mis hijas.

Un rato después estamos en la habitación, esperando a que traigan a nuestras niñas, pero primero llegan los de más de la família.

-estas bien mami?- le pregunta Ted.

-estoy bien cariño- le contesta con una sonrisa, pero él está mirando el vientre de Ana con el ceño fruncido.

-y mis hermanas?- pregunta.

-están con el doctor cariño- le explica Ana con ternura.

-No!, el doctor es malo, las pinchara con agujas- dice Ted preocupado y antes de que alguien diga algo más el doctor entre con con otra en enfermera y nuestras niñas, dejándolas en el pecho de Ana.

-son tan lindas- dice Mia emocionada.

-son muy chiquitas- dice Ted mirandolas - si les puedo poner nombre?- me pregunta, con todo lo que pasó se me olvido decirle a Ana.

-cuales nombres les quieres poner?- le pregunta Ana.

-a ella Phoebe- dice tomando la mano de una de sus hermanas.

-es muy lindo cariño- le digo.

-y a ella?- le preguntó por el nombre de su otra hermana.

-Alex- dice seguro.

-ese es un nombre de niño- contradice Mia.

-parece niño- dice Ted mirando a su hermana, a diferencia de Phoebe tenía menos cabello y la cara un poco más regordeta.

-y qué tal si le ponemos Alexia- propone Ana, ambos habíamos pensado en ese nombre.

-le puedo decir Alex?- pregunta Ted.

-claro -decimos Ana y yo al unísono, haciendo que nuestras pequeñas se quejen un poco.

-es mejor irnos así pueden descansar- dice mi madre.

Luego de varios minutos podemos convencer a Ted para que se valla con sus abuelos, ya que él no se puede quedar con nosotros en la noche.

Una semana después.
Narrador externo.

Una semana había pasado desde la llegada de las dos nuevas Grey y sus padres estaban empezando a acostumbrarse a los horarios de comida.

La que era más exigente con ello era Alex, Phoebe en cambió, se la pasaba más durmiendo y solo despertaba cuando le quitaban a su hermana de al lado, ambas bebés eran muy unidas y si las separaban para dormir empezaban a llorar hasta que las ponían de nuevo juntas.

Ambas eran muy parecidas a su madre, pero con el color gris de los ojos de su padre, el cual se la pasaba todo el dia embobado mirándolas, al igual que Ted que no se quería separar de ellas.

-ya se durmio?- preguntó Ana a su esposo cuando entró a la habitación.

-sí, aunque primero quería ir donde sus hermanas para ver si ellas sí lo estaban haciendo- contestó mientras se subía a la cama y la envolvió en sus brazos.

-eres feliz?- le preguntó Ana de repente.

-por supuesto, más de lo que creo que merezco- contestó sincero- eres la mujer con la que siempre soñé, me has dado tres maravillosos hijos, que más podría pedir, te amo, nunca dudes de que tu y nuestros hijos me hacen el hombre más feliz del mundo-

-te Amo….

-y yo a ti mi amor, como también a mis herederos…

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Quiero Un HerederoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora