5-No te lo daré

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Norman

—Deberías escucharla, ella es una de las personas más fuertes que conozco y no se merece que le hagas la ley del hielo solo porque ella tiene un trato con él— Nicolas, mi hermano estaba hablando mientras jugaba videojuegos.

—Ella tiene que alejarse de él— comenté.

—Y pienso lo mismo, pero ella es adulta, y no tienes que entrometerte Norm, es algo de ella— intentó hacerme entrar en razón.

—Ella es mi hermana, y no voy a dejar que ese hombre le haga algo, ya perdí un hermano por su culpa, no voy a perderla a ella por su causa— dije con convicción.

Aunque mi hermana me odiara, prefería eso y no tener que enterrarla, ella era mi mejor amiga, quien me cuidaba cuando estaba enfermo, pero también quien jugaba cuando era un niño pequeño. Isabella es mucho más importante para mi, de lo que ella cree, es mi hermanita, y siempre la voy a proteger, incluso si eso significa que ella me odie.

—Ya lo sé Norman, pero ella realmente quiere a ese niño— Nico dijo lo obvio. Yo sabía a la perfección que Isa tenía una conexión particular con Lucian, y para ser honesto, yo no tenía nada en contra de él, pero si con su padre.

—Ya lo sé, puede ver al niño, sin tener que ver al padre— razone.

—Eso es imposible, es su padre, ella su maestra, Lucian está en medio de ellos, y ella siempre va a ver el bien del niño, no de ella o Santiago.

—Quiero estar solo— respondí.

—Solo, no lo arruines con Isa, ella te adora, pero también sé que tiene un límite— me aconsejó Nico.

Isabella había sufrido mucho con la muerte de Isaac, la familia no volvió a ser la misma, todos nos perdimos, de cierta forma la luz de la familia se apagó, debía hablar con Santiago, él debía mantenerse alejado de Isabella, porque si ella lo perdonaba todo iba a ser diferente, y nadie quería eso, por lo menos yo no.

Mi celualr sonó, vi la pantalla y era Erika, mi mejor amiga desde que tengo uso de razón.

—¿Vas a venir a jugar?— preguntó, y en ese instante recordé, íbamos a jugar basketball, tomé mi cabeza entre mis manos.

—Si, dame diez minutos y estoy en tu casa— respondí e inmediatamente me calcé, yo vivía descalzo en mi casa, me había tomado un año sabático y para ser honesto extrañaba la rutina del colegio, aún no tenía muy claro qué estudiar, debía pensarlo muy bien, pero quería hacer algo que impactara en la vida de alguien

—Te espero N —reí, Erika se empeñaba en llamarme "N" y yo le decía "E" si, tan raros, recuerdo cuando pensé que ella estaba enamorada de mi, sude frío, pensé que la iba a perder, amo a Erika, pero como una amiga, incluso como una hermana, no pienso en ella de otra forma, pero ella solo lo negó y agradecí que lo hiciera, no quería herir a mi mejor amiga, eso no me lo perdonaría jamás.

—Má, me voy con Erika un rato— avisé a mi mamá que se encontraba en la sala leyendo un libro, mi madre ama con todo su ser los libros, es una loca empedernida de los libros, supongo que Isa heredó algo de eso.

—No llegues tarde Norm, nos gustaría cenar todos juntos— asentí.

—¿Todo está bien mamá? —pregunté y ella asintió.

—Todo está bien cariño, ahora ve y diviértete.

—Te amo— dije para salir por la puerta trasera, siempre

Isabella

Dos semanas, ese era el tiempo que Norm no me hablaba y para ser honesta no quería eso, estaba manejando muy bien el lidiar con Santiago, había comenzado a tratarlo mejor, cuando lo veía con Lucian me hacía pensar en cómo sería Isaac con un niño, un sobrino, un pequeño en casa.

¿Perdón?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora