11-Una noche diferente

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Santiago podía llegar a ser la persona más insistente sobre la faz de la tierra, pero su hijo era una versión triplicada Lucían era súper adorable, pero a su vez era muy determinado y es por ese motivo que en este momento estoy en la puerta del departamento de Santiago con palomitas de maíz y chocolate.

—Pensé que no ibas a venir— dijo Santiago mientras me dejaba pasar en el interior de su hogar.

—Lo pensé, pero Lucían me convenció, no podía negarme a mirar una película con él— me encogí de hombros.

—A veces me asusta su poder de convencimiento para con los demás— susurró.

—Creo que tiene de donde sacarlo, su padre es una de las personas más tercas que conozco en mi vida— ambos reímos.

—Es cierto, él me hace preguntarme cómo mi madre pudo criarme— ambos estallamos en risas.

—Tienes razón, Donna es la mejor ¿Por qué siempre te portabas mal?— pregunté y él negó.

—Eso es mentira, bueno— dudó— no siempre me porté mal, o por lo menos no llegaba todos los días cubierta de barro a mi casa.

—Eso es un golpe bajo Santi— reí, —¿Dónde está Lucian?— pregunté.

—Debe estar en la habitación jugando, supongo— se encogió de hombros y solo rodeé mis ojos.

—¿Puedo pasar? —pregunté.

—Claro que si, mi casa es tu casa, muévete con total libertad. —asentí.

—¿Lucían?— llamé pero no obtuve respuestas, ya había estado en el departamento de Santiago, pero ahora podía verlo con más detenimiento, estaba repleto de fotos con Lucian en todas las etapas de su vida. Una parte de mi quería pensar cómo una mujer podía dejar a su hijo, a un niño tan indefenso, una foto llamó mi atención, estaba mi hermano Isaac, Santiago y Sara, los tres en un almuerzo, mi hermano sonreía mucho, extrañaba tanto su risa, él contagiaba a todos con su alegría, pero eso ahora ya no era posible.

—¿Te gustan?— escuché la voz del pequeño Lucian, estaba con su pijama de elefante, en este último tiempo los niños tenían fascinación por los pijamas de animales.

—Si, me gusta mucho esta foto —dije mientras la señalaba, el pequeño sonrió.

—Ahí esta mi papi, mami y mi tio— abrí los ojos desmesuradamente ¿Su tío?

—¿Cómo? —pregunté, el niño sonrió.

—Ahí está mi tío, Isaac —dijo con orgullo.

—No tenía idea que él era tu tío— negué.

— Tu hermano representó mucho en mi vida, es por ese motivo que siempre le habló a Lucian de él, tal vez no lo notaste pero mi hijo lleva el nombre de tu hermano en su honor— en ese momento mi mente quedó en blanco.

—¿Isaac? —pregunté —Lucian ¿Se llama Isaac?—no podía creerlo, ¡Nunca lo había notado!

—Si, es su segundo nombre, digamos que él hubiera sido el mejor tío del mundo para Lucian, y aunque no pudieron compartir, la memoria de tu hermano está presente.

—Yo, no tenía idea de esto, lo siento— me encogí de hombros.

—No tienes por qué sentirlo, es algo que necesitaba hacer —respondió Santiago

—¿Conoces a mi tío?— preguntó Lucian y me quedé en shock, no sabía que responder.

—Yo...—mi mente estaba en blanco —Él es mi...— trague fuerte — Él es mi hermano— terminé la oración y ví como las pupilas de Lucian se dilataban, él estaba sorprendido por la noticia.

¿Perdón?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora