Capítulo 18

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El frío del amanecer me despierta, me levanto con mucho cuidado para no despertarlo. Comienza a salir el sol & me detengo ahí, observando como el sol sale, es hermoso. Me meto a bañar, me alisto & voy a la cosina donde ya está Sebastián.

-Buenos días - Me saluda - Estas hermosa.

-Buenos días - Lo miro riendo - Gracias.

Tomo pan tostado & le unto mermelada.

-¿Como te fue ayer con lo del pastel? - Me pregunta - Espero que hayan escogido un pastel muy rico he.

-Obvio - Le digo - Pues bien, es de chocolate con queso crema & fresas, sabe muy bien ¿Donde estabas?

-Con Adam - Me sirve un poco de jugo - Necesitaba unos papeles que me pidió que le guardara, tuve que llevárselos.

-Ya viste que día estamos - Digo señalando el calendario - Falta un mes, una semana para nuestra boda.

Sonríe.

-Ya quiero que seas mi mujer.

-Lo soy - Le digo.

Se levanta me abraza.

-Me tengo que ir - Dice - Ahorita vengo, por cierto ya me traje todas las cosas del Hotel para aca, no creo que debamos seguir gastando en hospedaje cuando tenemos nuestra casa.

Me besa & se va.

A los 15 minutos que Sebastián sale, salgo yo también, subo al carro & me voy de reversa para salir, Christian me viene a la mente pero inmediatamente un golpe me vuelve a la realidad. Acabo de atropellar a alguien, salgo lo más rápido que puedo.

-¿Estas bien? - Digo asustada.

-Casi me aplasta, creo que estoy muy bien - Dice en tono sarcástico.

Le ayudo a levantarse & lo llevo a la casa, lo siento en el sofá & voy por el botiquín.

¡Christian! Mi corazón se acelera, es como si lo estuviera viendo a el, sólo que con unos años menos, & me viene a la mente el día que lo conocí, es idéntico a Christian sólo que con un par de facciones distintas, la nariz más grande, labios más carnosos, ojos cafés oscuros.

-¿Me puede regalar un poco de agua? - Me dice distrayendome.

Voy a la cosina, impresionada del parecido que tienen.

-¿Como te llamas? - Le preguntó.

-David Alejandro - Me dice - ¿& usted?

-Marisela - Le respondo.

Comienzo a curarle una herida en el brazo derecho & a vendarle la muñeca, al parecer esos fueron los únicos golpes graves pero nada serio.

-Tomate esto - Le ordenó - Te va a quitar el dolor.

-Gracias - Se toma las pastillas & me mira - Es muy bonita.

Sonrió.

-¿Me puede dar su número? - Me pregunta nerviso.

-¿Para que lo necesitas? - Le digo riendome.

-Nunca sabes en que puede servir - Me dice dandome su celular para que le apuntara el numero.

La apunto el numero, le doy el celular & busco un curita, al voltearme me besa, lo separó de inmediato. Pero insiste & me dejo llevar, es como si estuviera con Christian. Nos vamos tan rápido que terminamos en mi cama teniendo sexo, no puedo pensar en nada, más que en lo que esta sucediendo, me siento tan bien, tan joven, tan segura. Hasta cuando terminamos es cuando me entra el remordimiento, acabo de tener sexo con un desconocido & puedo apostar que es mucho más joven que yo. No soy capaz de decir nada.

-¿Eres enfermera verdad? - Me pregunta.

La primer palabra después de 10 minutos sin decir nada.

-Si - Digo secamente.

-Yo...

-No me importa - Lo interrumpo - Lo siento pero si te escucho me vas a hacer sentir mal.

-¿Porque? - Me pregunta confundido.

-Eres un niño - Le digo - Te puedo asegurar que te dobló la edad.

-¿& cual es el problema?

-¿Cual? Podría ser tu madre.

-Pero no lo eres - Me dice cínicamente.

Me levanto & le pido que se vaya. Recoge sus cosas & se va. No puedo evitar sentirme mal, le acabo de fallar a Sebastián, acabo de pisotear mis principios, soy una estúpida.

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