Capitulo 5: Déjame ayudarte

835 44 3
                                    


Pov Calle:

El día había sido duro, sobretodo por una persona que rondaba mi cabeza. No tenía ganas de llegar a casa así que empecé a caminar. Iba tan sumida en mis pensamientos que no me di cuenta hacia donde iba y me encontraba perdida. A lo lejos vi un pequeño parque y decidí ir allí para preguntar y que me guiarán.
A lo lejos vi a una persona sentada y sonríe con tranquilidad, me dirigí hacia ella para preguntarle.

- Hola- llamé la atención de aquella extraña.
No contestó, solo me miró y mi corazón se encogió al ver su cara llena de lágrimas y sus ojos hinchados. Se veía tan débil.
No lo pensé dos veces y la abracé, la abracé tan fuerte, intentando repararla, deseando que nunca más se alejara. Y se derrumbó, sus lágrimas salían sin más, lloraba, sollozaba y volvía a llorar.
C - Amo... perdón, Poché, dime qué te pasa??
Ella al escuchar como referí hacia ella se alejó un poco.
P- Nada, tengo que irme.
Cuando se levantó le agarré de la mano y la atraje.
C- Deja de evitarme por favor, no ves que hay algo que quiere que volvamos a vernos.
P- Solo déjame, por favor- susurró.
C- Solo dime por qué estás así- me alejé un poco porque vi que le incomodaba.
P- Me despidieron, mi novio no trabaja y mi situación económica no es la mejor, contenta? Ahora adiós.
Mi sangre hirvió cuando mencionó a su novio pero al fin y al cabo yo fui la que se fue sin dar explicaciones, solo por aparentar.
C- Ya deja de hacer berrinche, podemos hablar como adultas?
P- Ja, a buenas horas quieres hablar.
C- Poché YA!!- dije con desespero- solo quiero ayudarte.
P- Pues desaparece, como lo hicistes hace años, vete, no ves que me dueles.
C- Trabaja para mí- dije sin pensar.
P- Pero a ti qué te pasa? Te estoy diciendo que te alejes y tú me propones eso?
C- Por favor, te pagaré muy bien.
P- No- dije autoritaria.
C- Vamos, no seas así, sabes que necesitas el dinero.
Poché suspiro y tras unos minutos de pensar su decisión, asintió.
C- Perfecto, pues ya que estoy perdida- dije tímidamente- vamos a tu casa, haces tus maletas y te vienes a la mía.
P- No eso ya sí que no. Yo voy todas las mañana pero a la noche iré a casa con Mario.
A regañadientes tuve que aceptar, pero lo único que quería es que mi peliazulada estuviera lo más lejos posible de ese estúpido al que ni siquiera conocía.

___________________________________________

Holii❤️❤️

El destino no siempre tiene la razón (Caché)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora