El último beso

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Los rumores del viento se escuchan al ritmo de sus respiraciones, él ha pronunciado esto último con una voz extraña, casi irreconocible, lejos de aquel tinte de emoción que acompañaba a la perturbación por su cercanía, ahora es solo un asunto solemne, así lo expresa él.

-te hice un juramento Rey, no voy a declinar de ello- la mira a los ojos, desde abajo del caballo puede ver su cabello volar con el viento tan salvaje como esos mechones que neciamente se sueltan de su trenza desde que recuerda, toma las correas de cuero para caminar al paso de Sombra, un trote aletargado por el frio y la suavidad de la nieve que atrapa sus paso. La mira directo a los ojos para confirmar que no acepta negativas u objeciones, siente la marea de confusiones que la toman desde que hizo la pregunta, el llamarla ramera de alguna forma también le afecta y ofende, es cierto que desde ahora su reputación es la suya, su honor es suyo y también su bienestar los sentimientos anteriores han desaparecido pero el interés por ella no, fue su primer juramento aquel que prometió velar por su seguridad a cambio de salvarle la vida, junto a un recuerdo fresco de cuando la amaba, un estado de bienestar que extraña sentir.

- ¿Por qué estamos aquí? – Rey busca desviar todo respecto a la nefasta mujer que la maltrató, así que aprovecha esa salida que Kylo ofrece –tenemos un acuerdo que no pretendo cumplas, fuimos víctimas de algo- el trote se detiene entonces él vuelve a mirarla, toma su mano izquierda para girar hacia su palma y ver la cortada haciendo lo mismo con su mano, recorre con el índice de su otra mano cada corte donde una línea se marca, aun se siente incrédulo de que ese acto que tomo como un simple impulso sea cierto, no cree que sea una consagración desde otra creencia la cual no existe para él, a decir verdad su fe en todas las creencias está en duda hasta hace poco se negaba a sí mismo como hechicero, tiene un poder que desconoce origen pero no reconoce como hechicería, él no hace sortilegios a la luz de la luna, excepto la noche anterior.

Fue coincidencia que la luna estuviese más brillante, rosada y grande que en otras noches de luna llena; fue coincidencia que Rey pronunciara ese dato curioso a mitad de la entrega de su virtud o quizás también fue coincidencia que todo se conjuntara para que se conocieran; su destino fue trazado más allá de sus nacimientos; no lo saben pero nada existe por casualidad están unidos desde antes de nacer solo ellos saben si podrán permanecer en esa alianza de palabra, llevar su unión mas allá de las alianzas de creencias mundanas.

Acuna su mano entre las suyas, la frota en un acto cariñoso a la vez que respetuoso, no está seguro de cómo llevar desde ahora sus encuentros, siente que la invade al igual que siente el rechazo por parte de ella, compartieron cama y eso cambia todo solo él puede reclamarla , protegerla y velar por ella, si alguna vez otro hombre que tenga intenciones de santificar su unión al descubrir que su estado no es inmaculado puede caer en Rey la mayor de las vergüenzas además de que estando a expensas del tutelaje de un hombre ofendido puede ser el peor de los castigos solo para él tiene valor su estado virginal que le fue entregado; al mirarla, al tener sus manos entre las suyas siente la negación de Rey a su insistencia de cumplir su palabra, pero nadie, ni ella cambiara su determinación es su palabra que tiene honor y mucho valor -aquí te hice un juramento Rey, cuando me sentía perdido en tu mirada, en el aroma de tus manos y la lía de tus cabellos me arrastraban hasta ti con más fuerza que las riendas de mi bestia- ella lo mira en total silencio, no cometerá los mismos errores, escuchara a su razón antes de caer en otro engaño de aquel ser que conoció en una tarde de arrebol, eso le dice la lógica razón que es fría, calculadora y no sabe de empatías, pero en otro punto de su ser sus latidos se aceleran al sentir la tibieza de las grandes manos que cobijan la suya y que la toma como metáfora de lo que ese juramento es para los dos – en este paraje donde cruzan los caminos un día decidimos ir a Irsch en lugar de tomar el camino a Tréveris, en ese cruce estaba la opción de conocernos... Rey, quiero sentir lo mismo, quiero saber que esa decisión no fue la incorrecta nos conocemos más de lo que queremos aceptar ahora, me equivoque y te pido me perdones fue cruel amenazarte con acusarte fue mi orgullo el que hablo, hoy te lo digo desde el lugar de un hombre que se sintió hechizado, que estuvo enamorado y que pretende enamorarse una vez más de ti- un beso en su mano, su corazón salta pareciendo querer escapar de su pecho, nuevamente se encuentra en el mismo lugar, con el mismo hombre y una nueva declaración; la razón gana, no pueden centrarse en ese ciclo.

BRUJA DE TIERRAS LEJANASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora