BRUJA DE TIERRAS LEJANAS

Quemame con tu piel

El hervor del agua evapora los aromas de invierno, dentro de esa humilde choza a mitad del bosque donde los sonidos del fin de otoño reverberan en el aire, algunas criaturas comienzan su preparación para hibernar otros han emigrado dejando esas tierras para buscar un lugar con un ambiente más cálido y agradable.

El viento suena afuera, las hojas doradas golpean cada segundo las ventanas de la choza, el rechinido constante de la madera en contracción todo eso se olvida con las risas fuertes de Rey que Pavis provoca, el ocaso ha llegado hace varios minutos y la conversación no ha terminado regresaron a casa justo a la hora que el estómago ruge y aprovechando las viandas que Rey adquiere y otras más saliendo del inseparable bolso de cuero de Pavis la sacian con generosidad, los quesos frescos que combinan con la infusión de canela, con el pan de cebada que acompaña la carne ahumada que el juglar rebana en lonjas para preparar un bocadillo que incluye de todo Pavis sabe cómo aprovechar la menor oportunidad de llenar el estómago y además sabe hacerlo con gracia y aparentes buenos modales; de su botija sale el mejor vino que los bezantes de Kylo pudieron adquirir en la plaza de Irsch se vierte oscuro en el vaso de arcilla que es lo más elegante que ella puede ofrecer.

-Rencito es un hijo para mí- se prepara otra porción generosa de jamón y queso, vuelve a rellenar su tarro de vino y evade con éxito la mirada exasperada del caballero; una risa descarada suelta Rey por sus efectivas evasiones que se resbalan por la vergüenza del viejo y Kylo continua mirando en callada paciencia y espera, se sabe cada canto, cada relato y cada mentira decorada del juglar, no en vano han pasado tanto tiempo juntos más de un año que escucha el rasgueo de ese laúd, que en más de una ocasión ha querido estrellar entre sus manos, en más de tres ocasiones ha querido asesinar al viejo muchas más veces de las que gusta de reconocer, pero existe algo en Pavis que lo tranquiliza a la par que lo exaspera –pronto me iré... nos veremos en primavera, seguramente el rey nos hará llamar, somos sus mejores caballeros- presume Pavis y eso suena como una despedida algo que hace a Kylo levantar la mirada esperando que sea verdad lo que escucha; Pavis se va y los dejara en la intimidad que tanto desea desde que partió dejando a Rey en el umbral de la puerta para no verla por meses.

Pavis se va y lo confirman cuando se escuchan las campanadas de las vísperas que suenan en la iglesia de la aldea; el juglar se levanta de su asiento, sacude sus manos con ruidosas palmadas hace una elegante caravana para tomar la mano de ella y dejar un respetuoso beso de despedida – Lady Ren, me place conocer a la hechicera que ha cautivado entre sus cabellos a mi Rencito y estoy seguro que también eres dueña de su voluntad, ese sentimiento que hace a los más fieros guerreros comportarse como dóciles infantes - mira a Kylo cínico para recibir una mueca que mezcla fastidio por él pero también cercana amistad, se verán hasta la primavera y ha encargado a Pavis tomar cargo de su nueva propiedad en Irsch a la cual llevara a Rey cuando termine el invierno; quiere más días de esos en la choza, quiere esas tardes de infusión de jazmín y mirar a sus ojos cuando ella se pierde en el paisaje del sendero, adentrada en su melancolía que le da una belleza sombría que combina a la perfección con ese bosque frio de penumbras, que combina con el agua del rio a media mañana cuando más brilla y da calor, más de ella con el brillo naranja de las llamas de la chimenea; así es ella, fría y caliente siente como si la conociera de toda la vida, se ha atormentado con pensamientos que le aseguran que ella lo esperaba tal como él la buscaba –mañana en la misa de sexta son los esponsales y la alianza los veré en la plaza, todo está como has ordenado hijo mío- menciona solemne al final.

-bien, mañana estaremos ahí.

-si me permites Rencito yo entregare a tu dama será un placer- Rey mira intrigante a Kylo, cada vez más es una realidad y aun no lo asimila por completo, entre todas las posibilidades nunca se planteó detalles tan inadvertidos como quien la entregara, ni siquiera imaginaba que alguna vez regresara el hombre que le prometió alianza, llego al punto de creer que solo fue un pasajero romance que nunca comenzó.