BRUJA DE TIERRAS LEJANAS

voy a llevar tu nombre

El alba pinta con sus colores dorados y naranjas sobre el manto violeta del cielo cuando el astro sol se asoma tímido en la oscuridad, disipándola por completo sin pasar desapercibido para los hombres que se dirigen a la batalla; el roció baña la amplia pradera cuando Kylo y sus vasallos parten dejando atrás el campamento donde pasaron la noche, para el atardecer deben llegar donde lucharan en contra de un señor feudal que gano poder y mucha más riqueza que el mismo Rey Hegel su señor, el padre de Astrid; cabalgan por horas en esas colinas interminables, rocosas y llenas de verdor, por caminos pedregosos y en tramos lodosos no hay tiempo de hacer paradas; el grupo de caballeros es numeroso la casa de Ren envía cerca de la centena de hombres, vasallos al servicio de Lord Ren , los mejores del reino bajo reconocimiento del mismo rey, todos ellos bajo las ordenes de Kylo esta vez no harán un asedio, es apremiante la toma inmediata del castillo del Lord Ivar que se volvió en contra del su señor haciendo convenientes alianzas con los bárbaros para derrocarlo; si ganan ese sitio, los bárbaros no podrán tomar el reino de Leinster, su botín de guerra será fructífero así como las grandes extensiones de tierra que pasaran a mano de los señores feudales más congraciados con su majestad el rey así como el orgullo del triunfo sobre los invasores.

Justo antes del atardecer los caballeros de la casa de Ren arriban en el campo descubierto a las afueras del castillo, hace una semana que los caballeros las casas de los señores feudales al servicio del rey fueron convocados para la batalla; llegan de todos los rincones del reino de Leinster; la escaramuza es ruidosa anunciando su llegada entre vítores autoproclamados como los mejores, para amedrentar el orgullo de los caballeros de las otras casas que con gestos de repudio o burlescas caravanas los reciben, el honor les impide reconocer que realmente los caballeros de Ren son los mejores de Leinster; Kylo se reserva nunca gusto de participar en las bufonadas de sus vasallos, con pose de orgullo y honor se presenta frente al rey Helge, con todas las brechas personales abiertas entre los dos por la muerte de Astrid; baja de su corcel para hacer la reverencia de lealtad a su rey, con una rodilla en el suelo y cabeza en posición penitente -señor, la casa de Ren se presenta a sus órdenes para la batalla- el rey lo mira con insignificancia, muy lejos del trato amistoso de hace dos años, sabe que es un guerrero valioso pero su rencor es más grande tiene planes para él, su pequeña hija murió por su negligencia a su vista del rey; es un hombre intolerante con sus enemigos, que no importa el precio siempre consigue eliminar a sus adversarios, en casos anteriores contrataba a Kylo para conseguirlo como su más efectivo mercenario; por esa causa cuando él se anunció vencedor en la justa para entregar la mano de Astrid lo llenó de satisfacción, no podía tener un súbdito más leal y efectivo, ser su suegro tendría beneficios específicos y que serían retribuidos con generosidad; pero Astrid murió y para Hegel es imperdonable; mantiene el silencio por minutos mirando con odio a Kylo quien comprende todo lo que piensa en su contra.

-caballero de Ren, hijo de Lord Ren... quiero que tus hombres y tu encabecen a la infantería y tomen la ofensiva, su misión es derrotar a la guardia de la muralla- Kylo levanta la cabeza, puesto que en su calidad de caballeros ser los primeros en las filas, con caballos a merced de los arqueros de la altas murallas los hace un blanco fácil, no tenía dudas lo envían a una muerte y no va solo, sacrificaran a los hombres de su padre para evitar que alguno quiera tomar venganza por honor, mira por unos instantes más a Hegel y acepta la misión, es algo que no puede rechazar.

-prepararé a mis hombres señor- él tiene planes, por el honor de la casa de su padre en tiempos anteriores a Astrid se jugaría el pellejo para defenderlo, pero ahora se encuentra en un dilema, y hace días tomo una decisión que solo confesó en el mausoleo; se levanta y retira para encontrar a sus caballeros y dar sus órdenes y estrategias. En la tienda el rey lo ve alejarse si cambiar la mirada cargada de odio.

-¡Harald!- llama a su caballero, su hombre de más confianza -prepara a los hombres, quiero a los mejores ese maldito hijo de perra no debe salir vivo mañana- el robusto hombre se aleja de inmediato para buscar a los mercenarios contratados para esa labor que creen ganar por número, no solo lo envía a una posición no favorecedora en la ofensiva, sino que también enviara esos hombres en su grupo para hacerlo caer en una trampa y asegura su muerte; dos años y el odio hacia su yerno es tan fuerte como el primer día de la muerte de Astrid. Kylo llega a donde acampan sus hombres que al calor del fuego abren las viandas para la cena, camina con lentitud pensativo y furioso porque serán traicionados, lo sabe su instinto nunca le falló al verlo en ese estado de distracción se le une Iñigo su único amigo y segundo al mando, hombre de confianza y tan diestro como él en las armas, caminan hasta donde se encuentran los demás, Kylo toma asiento y se prepara para dar su estrategia como se hacía antes; pero también les dirá el riesgo.