Se ha callado la soledad En esta alborada nueva A orillita de la ciudad Duerme la primavera
Con sus ojos de abril Las colinas florecen su trigo hacia el sol Se recuestan en oro Galas de despedida
Dime Alina ¿Qué mala estampa hierve en tu sangre hebrea? De la aljama sales cantando Con un puño de arena
Vagas sin mirar atrás No habrá nadie que prenda la lumbre en tu hogar Sigue el signo de azar De la luna sefardita
(Luna sefardita Ana Alcaide)
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El rechinido pesado de las puertas de la bóveda de la iglesia los despierta de ese ensueño, el clérigo lleva la pesada carga hasta emparejar las hojas mientras los mira incomodo, es momento de cerrar antes de que las animas busquen salir y no sea que lo encuentren con la guardia baja, el regordete hombre carraspea en una señal clara de ser cauteloso pero firme en su intención de echarlos del lugar.
Toma el velo para colocarlo nuevamente sobre la cabeza de Rey, la corona con la guirnalda de lavanda que regresa a señalar su estado nupcial, en silencio y con una leve sonrisa la mira por última vez antes de dejar el sitio, Rey se encuentra con los ojos rojos y llorosos, las mejillas ruborizadas por la vergüenza de aceptar la propuesta después de haberla rechazado firmemente días antes, sus ojos se clavan al piso de mármol y cuando siente los dedos ligeros que limpian sus mejillas levanta la vista para encontrar un ceño fruncido y esos ojos profundos que la reprenden – cuidare de ti – promete por última vez, frota sus brazos para dar calor, el día ha terminado para dar paso a la noche que ya se presagia fría, esta mañana el sol brillaba claro para ser invierno, ahora anuncia más frio y nieve que comienza a caer en pequeños copos suaves para cubrir con su manto blanco todo el valle de Irsch, cubre a Rey con su inseparable capa de lana roja toma su mano y juntos en silencio salen a la plaza de la aldea, aún existen transeúntes que corren de un lugar a otro para adquisiciones de último momento, en noches frías la leña seca, las bebidas calientes y una sopa es un lujo, algunos otros terminan las visitas sociales a sus vecinos y allegados, la plaza es un hervidero de personas que van y vienen y si alguno lleva su atención al caballero que lleva de la mano a la bruja de la aldea parece que lo ignoran o no es una situación tan escandalosa; verlos salir de la mano juntos y ella lleva flores en el pelo cubierto por un largo velo de seda solo tiene un significado.
Pavis les da encuentro con una sonrisa socarrona como la que aquel que adivina que esto sucedería, sus sospechas son ciertas también su temor inicial cuando ellos descubran el final de ese hechizo pero solo por ahora celebra con sonrisas a Rey y Kylo, como un caballero toma la mano de Rey para mostrar sus afectos – Rey te esperamos en casa, eres el pilar y corazón de esta nueva familia sin ti todo lo que hemos hecho Rencito y yo deja de tener sentido, el niño y yo podemos vivir con solo una hogaza, vino y una cama donde dormir... ah tu casa te espera para que la llenes de ti- Rey sonríe tímida incapaz de callar al juglar que parece no conocer la manera de detenerse –Rencito se negaba a ocupar la alcoba grande hasta que tu llegaras- hace un silencio mientras alista las riendas de su caballo a la vez que Kylo hace lo mismo –no otra señora, no otra mujer Rey, hasta que tú la ocuparas- monta alegre con pose gallarda, sin dudas Pavis vio mejores tiempos en su pasado uno que no ha contado a pesar de que es algo que disfruta hacer, contar cuentos es su forma de vida –adelantare mis pasos para preparar la llegada de Rey –emprende el regreso avanzando con veloz galope que levanta una estela de nieve.
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BRUJA DE TIERRAS LEJANAS
RomansaReylo AU de fantasía medieval Un destierro voluntario donde el caballero oscuro encontrara un nuevo destino y la razón del origen de su poder, en el paso conoce a la bruja que tomara su corazón. ADVERTENCIAS: relato para mayores de edad, violencia...