Una rama golpea la ventana al ritmo de la ventisca. El otoño se acerca y el viento que inició poco antes de su salida del palacete persiste hasta la mañana. Es frio y violento, el crujido de las hojas secas se escucha sin cesar demostrando la naturaleza salvaje del bosque, en contraste con la paz que puede obtenerse en la primavera y el verano.
Hace frio y Rey se acurruca en su pecho como un gesto arraigado, pero involuntario. Bajo las mantas de lana el mundo es pequeño, muy pequeño donde solo caben ellos dos. Kylo despierta en ese instante para verla enterrarse en su costado, sonríe también involuntario como si ese simple gesto borrase los años a cuestas. La envuelve con su abrazo para jugar con sus cabellos encendidos.
Bien puede permanecer ahí, otra vez toda la vida.
Es su pequeño paraíso, su nuevo pecado secreto que por ahora no tiene un nombre. Tiene buen sabor el pecado y tiene aroma embriagante. Rey abre lentamente los ojos para encontrarse los de él mirando fijamente su rostro. Es el momento de la realidad, existe la posibilidad de que ambos entren en pánico o solo uno recuerde que esto es un error, sin embargo, no hay reproches mutuos, hay miradas que no necesitan explicarse. Ninguno quiere escapar.
Ella se retuerce para encontrar mejor postura sobre su pecho —debes encontrar una esposa — es una suave sugerencia para alejarlo.
—ya tengo una — su voz de arrullo protesta.
—no lo soy... ya no.
—¡hoy es igual que ayer! — recuerda la frase de anoche. La confirmación de que nada cambia entre ellos, y a la vez es un giro en su historia.
—mmmm.
—no voy a buscar una esposa, Rey.
—en algún momento creí que lady Graf seria tu nueva esposa.
Este es un nuevo aspecto de su compleja unión, la intimidad que sobrepasa lineamientos de estricta moralidad, existió antes, existe ahora. Ninguna dama honorable aceptaría compartir con su esposo detalles sobre sus amantes o prospectos. Esta es la labor de una amada amante.
—rechace la propuesta del lord Graf. Su hija es lejana a mis expectativas.
—¿tu hiciste que se case con Aldous?
Él no responde confirmando la pregunta de Rey.
—no puedo ser tu esposa, jamás quise serlo en realidad. Es un papel en el que no puedo actuar. Debiste aceptar a lady Graf. — la actitud de Rey cambia gradualmente, es una molestia mínima que se agranda de a poco.
—no lo acepté porque su padre me exigió renunciar a ser tutor y a la pensión que te pago.
Ella no sabe que decir. El enfado crece sin que estalle en una ira real. Es más bien una incomodidad por la realidad que existe fuera de ese lapso de tiempo entre las mantas. Se levanta con fuerza dejando ver su cuerpo desnudo con las marcas de su apasionado encuentro. Mordidas y moretones en sus senos y cuello. Huele a sexo y a humo de las brasas apagadas en el fogón.
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BRUJA DE TIERRAS LEJANAS
RomanceReylo AU de fantasía medieval Un destierro voluntario donde el caballero oscuro encontrara un nuevo destino y la razón del origen de su poder, en el paso conoce a la bruja que tomara su corazón. ADVERTENCIAS: relato para mayores de edad, violencia...