Cuarto libro.
Segunda generación, de mi saga anterior. +18
Pecadores de tiempo completo... el pecado vive en el alma de los trillizos Hoffmann, son tres seres diferentes pero atados por una misma cadena, una pesada que no pueden ni quieren cortar...
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Sunshine
Washington Estados Unidos Junio 16
—Madison ven súbeme la cremallera. —ordeno abriendo la cortina del vestidor.
La castaña se acerca sonriendo y me recojo el cabello soltando el vestido, sus ojos verdes se iluminan cuando me ve y me toma de la mano haciendo que de una vuelta modelándoles el vestido.
— ¡Te ves increíble! —dice emocionada.
Estábamos en el hotel que organizaba un evento benéfico pero suficientes rabietas he echo desde esta mañana para estar con más cosas, el imbécil que me atropelló me arruinó el día y el coche.
No me importa el coche porque tengo miles más pero me enerva de todas formas.
—Me encanta, pero debe gustarte a ti, es tu boda. —digo.
— ¡Me encanta! Pero más adoro que hayas venido y aceptado ser una de mis damas de honor. —dice y rodeo los ojos.
— Necesitabas damas de honor despampanantes, por ende, ¡überraschung! —digo y ella se ríe. (Sorpresa)
Salgo y las demás me aplauden cuando levanto la cabeza modelando como si estuviera en una pasarela, el vestido color verde pino se ciñe a mi cuerpo, el busto se me cubre ya que el vestido llega hasta mi garganta con los brazos descubiertos, siento que los pechos se me van a salir por los lados en cualquier momento y el vestido se me ciñe a las piernas con un corte abajo que le da un toque más sexy.
— Chicas... —habla Lexie.
Es la única que no ha salido del vestidor.
—¿Por que no sales? —habla Melanie.
— Llevas media hora metida ahí, ya sal Lex. —habla Madison. Son hermanas.
Lexie es unos pocos años menor que nosotras. Es la más pequeña tiene 19 años y Madison tiene 25.
— No se... es que... —habla pero no sale.
—¡Joder ya! —me enojo.
Deslizó la cortina y Lexie se gira mirándome aterrorizada, deslizo la mirada por su cuerpo para luego hacer lo mismo por todo el vestidor buscando cuál es el maldito problema.
>>¿Cual es el problema? —pregunto exasperada.
— Es que me queda horrible. —se queja y centró la vista buscando que es lo que la hace verse horrible.
