Cuarto libro.
Segunda generación, de mi saga anterior. +18
Pecadores de tiempo completo... el pecado vive en el alma de los trillizos Hoffmann, son tres seres diferentes pero atados por una misma cadena, una pesada que no pueden ni quieren cortar...
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Stark
En algún lugar del Océano Pacífico. Septiembre 13. 23:56.
—Barco fantasma uno cubierto a las 23:48. —informa Melanie a través de los comunicadores.
—Barco fantasma dos. —dice Milan listo para saltar junto a Flynn y Peñalier.
Los tres cuerpos caen desapareciendo entre las nubes espesas de lluvia, la mar aun se encuentra tranquilo por ello hay que aprovechar el momento.
—Yo saltare primero. —digo mientras Grace, Mark y Madison se preparan para saltar.
—¿Por que tu? —pregunta Sunshine— Yo quiero saltar primero.
—Si alguien va saltar primero seré yo. —dice Steel.
—No, yo llamo la ley del útero, yo salí primero. —digo rápido.
—Yo salí ultima así que pido saltar primero. —dice Sunshine cruzando los brazos.
—No es justo, ¡la única razón por la que saliste antes que yo es porque no me dejabas salir a mi! —espeta Steel tocándose el puente de la nariz.
— Bueno, no importa como fue, la cosa es que yo salí primero de la vagina de Victoria Marchetti. —digo.
— Pues como yo tengo vagina bajo yo primero. Feminista hasta morir. —espeta Sunshine.
—Genéticamente tu ni siquiera se estabas en la foto así que muévete a un lado. —dice Steel mirando a Sunshine. Cuando él empezó su carrera en medicina hizo un trabajo de genética con muestras de ADN de mis padres por ende las primeras horas éramos mellizos, horas después trillizos.
— ¿Saben que? ¡Salten los tres coño sino me encargare de que vuelvan en balsa! —nos habla el ministro por las bocinas del helicóptero.
Todos captamos el "Barco fantasma tres cubierto. A las 00:27." Avisa Grace.
—¿Saben que? ¡Nos vemos abajo! —grita Steel sacándonos el dedo corazón a la vez que se tira de espaldas.
Llego a la orilla dispuesto a saltar y...
—¡Perra loca! —le grito a Sunshine cuando se me engancha a la pierna.
Steel esta mas abajo por ende va a caer primero, Sunshine me suelta posición de picada, estamos cerca del uno al otro y veo como Steel despliega el paracaídas que lo hace subir unos metros hacia arriba, hago lo mismo cuando llega el momento y es increíble el silencio con el que caemos en el lugar.
El sonido de las olas golpeando las paredes externas del barco se escuchan por todo el parámetro, Steel ya ha sacado su arma mientras con los pies patea los paracaídas que desaparecen en el mar negro.
