REGLAS
Sunshine
Washington Estados Unidos, Julio 12.
—Toma. —mamá me pasa las zanahorias que ya fueron peladas por las criadas. Levanto el cuchillo cortando las zanahorias en ruedas pequeñas.
Papá, Stark y Steel están sentados en el sofá hablando de no se que y aún no ha oscurecido. El olor a comida llena mis fosas nasales y es que mamá casi nunca cocina, lo cual es una mierda debido a que su comida es exquisita y una de las mejores sensaciones eran cuando llegaba de la academia y ella había preparado el almuerzo.
—¿Y eso? —pregunta ella cuando dejo las zanahorias en la bandeja que ella mete en el horno.
—¿Que cosa? —pregunto y noto que está mirando mi colgante.
—Es muy lindo. —dice.
—Fue el regalo de cumpleaños de mi para los chicos. —digo.
Gira la placa la cual tiene las letras incompletas.
—Está precioso. —me dice y asiento dejando que me lo vuelva a esconder detrás de la camiseta— Amo su conexión.
—Yo también. —admito mirando el colgante— Pero que no me escuchen.
Ella ríe y se gira sacando un vino.
—Me acoste con él. —suelto rápido.
Frunce el ceño levantando los ojos grises hacia mi. Siempre he tenido mucha confianza a mamá, si alguien sabe mucho sobre mi, ella es ese alguien, Stark y Steel también saben mucho de mi pero hay cosas que le cuento a mamá que no le cuento a ellos.
Mamá siempre ha sido muy comunicativa y abierta con los tres por ello no me molesta soltar cosas cómo estás.
—¿Se puede saber con quien? —pregunta recostando la espalda en la isla de la cocina cruzando las piernas largas y llevándose la copa de vino a los labios.
Viste un vestido veraniego de color piel que muestra un escote bastante visible, está descalza y tiene el cabello negro recogido en un moño desordenado que le resalta las facciones del rostro.
— Gray. Isaac Gray. —digo rápido reparando la botella de vino junto a ella.
—Oh, bueno, eso si me lo esperaba. —dice poniendo la copa en su lugar y la miro rápido.
—¿Que? —pregunto.
—Bueno, ¿Que puedo decir? Eres perfecta y él es un muñeco hecho a mano. —dice ella y me quedo callada—¿Y? Si me estás diciendo es porque quieres repetir, o ¿Me equivoco?
Se ríe al decir lo último y le doy la espalda odiando el que me conozca tanto. Abro el refrigerador antes de sacar una cuchara de uno de los cajones de la cocina la cual me meto en la boca sacando el tarro de helado de vainilla, clavo la cuchara en el contenido duro y los tendones se me tensan.
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LUJURIA
RomanceCuarto libro. Segunda generación, de mi saga anterior. +18 Pecadores de tiempo completo... el pecado vive en el alma de los trillizos Hoffmann, son tres seres diferentes pero atados por una misma cadena, una pesada que no pueden ni quieren cortar...