Cuarto libro.
Segunda generación, de mi saga anterior. +18
Pecadores de tiempo completo... el pecado vive en el alma de los trillizos Hoffmann, son tres seres diferentes pero atados por una misma cadena, una pesada que no pueden ni quieren cortar...
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Isaac
Hospital militar, octubre 31, 13:42.
Todo el cuerpo me duele como si un camión de carga hubiera pasado por encima de mi, mis ojos no enfocan bien donde sea que estoy y giro el cuello pero me veo en la obligación de desistir de la acción cuando el dolor viaja por toda mi espalda.
Capto el sonido de la puerta de cristal que se abre y...
—General a despertado. —habla una muchacha tan rápido antes de salir por donde entro y en nada el área esta llena de especialistas, a los pies de la cama reconozco a Parker que escanea cada parte de mi rostro y cuerpo.
Capto a Steel que entra y todo mundo sale dandole paso, capto su rostro y se que algo esta realmente mal, tiene ojeras que se notan, el cabello despeinado y...
—Sigue la luz. —me indica moviendo algo sobre mi cara y lo hago mientras siento que algo se perpetúa en mi pecho a medida que veo sus facciones cansadas. Hago lo que me dice mientras escaneo cada una de sus miradas y siento el agujero que se me forma en el pecho cada vez mas grande— Háblame.
— ¿Que le paso? —pregunto y mi voz sale como si me arañaran la garganta aunque no me duele.
Sus ojos escanean mi rostro mientras se para derecho.
— Como colegas te dará un consejo, —me dice serio— soy un hombre que no da consejos pero te lo dará: Céntrate en tu recuperación y olvídala.
Juro, juro que hubiera ido detrás de el mientras lo veo salir por la puerta pero mi voz no sale y mi cuerpo duele como la mierda, mientras mi mente se siente a la deriva, no tengo nada mas que su rostro plasmado en mi cabeza, nada mas que ella dentro de mi como una enfermedad sin cura.
—¡Tú! Muchachito, ¿Como demonios es que casi pierdes tu vida por salvar la de otro? —dice la mujer que me toma de la bata al entrar a la habitación— Y no es solo eso, ¿Una mujer? ¿Enserio?
—Suéltalo. —dice Parker acercándose con las manos en los bolsillos y tiene la misma cara que tenia la noche que me dijo que Amelia se iría.
— Dale gracias al cielo de que estas vivo Isaac, estuviste casi 10 diaz dormido. —se enoja Helen Gray. Mi abuela.
—Hubiera dura once si hubiera sabido que despertaría a esto. —digo.
—Niño idiota. —dice acercando su rostro al mío, sus ojos hacen contacto con los míos y antes de salir planta un beso en mi frente con disgusto.
