Capitulo 37

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CAPRICHO

Sunshine Washington, Estados Unidos

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Sunshine
Washington, Estados Unidos. Septiembre 24

Tener sueños húmedos esta bien, pero tener los sueños húmedos con la misma persona ya es avaricia.

Isaac esta mas que nunca en mi cabeza, mi mente esta de un lado a otro, mis hormonas igual queriendo sexo, mucho sexo, pero soy una maldita caprichosa que no quiere sexo con otro si no con Isaac Gray.

Por dios, puedo coger con quien sea, siempre ha sido así, solo me basta una conversación corta y unas miradas para que lo hombres caigan. Pero también esta el otro ldo de la moneda, mantengo mi palabra y como yo fui la que corto con él todo. 

No me gusta que las cosas sean a la fuerza, con todo soy así y él que se haya puesto así en Londres no me gusto.

Me gusta el sexo duro y tóxico pero soy una maldita dama por ende hay que tratarme como tal.

Salgo de la ducha envuelta en una bata y me suelto el cabello, ayer fui a la peluquería y me arregle las uñas para ver si así se me quitaba el andar pensando en el cochino de mi general, pero no, aquí estoy con un malhumor que ya parezco Stark.

Pero hoy cojo con el general así tenga que secuestrarlo.

Entro en el closet sacando un vestido blanco de tubo con cuello de tortuga grueso, afuera esta lloviendo y estoy harte de todo, lo cual se nota cuando desengancho la bufanda de Gucci haciendo que el gancho se caiga, lo dejo en el suelo buscando mis zapatos y me pongo los tacones blancos también.

Tengo el humor tan negro como el alma, pero bueno, una buena vestimenta todo lo arregla.  Me miro las uñas y me acomodo el cabello una vez mas delante del espejo trazando un plan en mi mente.

También esta lo de Adriano, normalmente tengo el sueño pesado, pero cada que estoy paranoica, estresada o algo parecido hasta escuchar respirar me despierta.

He estado así desde el viaje a Sicilia.

Incluso sentí a Steel en la madrugada cuando me fue a ver.

Soy consciente de que Adriano necesita mas para convencerse y me convertiré en la mujer con la que se va a obsesionar.

Tomo aire por la boca pensando en ello y salgo de la habitación bajando las escaleras, las gotas de lluvia se pegan al ventanal del penthouse haciendo que el lugar tenga el aura empañada, llegue tarde ayer de un desfile, era una de mis marcas favoritas y no quise negarme por lo mismo.

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