Cuarto libro.
Segunda generación, de mi saga anterior. +18
Pecadores de tiempo completo... el pecado vive en el alma de los trillizos Hoffmann, son tres seres diferentes pero atados por una misma cadena, una pesada que no pueden ni quieren cortar...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Melanie
Washington Estados Unidos, septiembre 4.
+18 Sigo a la mesa directiva con los ojos cuando salen de la sala y mi mente no deja de rebobinar como un CD lo que me acaban de informar.
Mis ojos caen en los tres pelinegros que salen de la sala : Derechos, mirando al frente y como si no tuvieran una preocupación en su vida del tamaño de un agujero negro.
—Todo el mundo vuelva a sus labores, que los secretos de estado no se esconden solos y tampoco se trazan solos los planes. —espeta Isaac.
No deje de pensar en esa imagen que vi en el suelo de la habitación de Steel, eso claramente era un ultrasonido y esos eran dos fetos, no pude leer la otra información ya que Steel me arrebató los papeles pero definitivamente era información que tenía que ver con lo que se nos dijo hace tres minutos.
No me equivoque, Steel si embarazo a alguien y no a cualquiera. A Gabriela Vella.
Al parecer en la misión de Suiza a Steel no le quedo de otra que acostarse con Gabriela Vella, teniendo que mantener su papel profesional, pues de eso la criminal está embarazada con mellizos y esos mellizos son de Steel Hoffmann Marchetti.
<<—El tema será tratado con la máxima discreción como todo. —espetó Santiago D'Angelo.
—La presa está cumpliendo condena en los centros de reclusión del ejército Norteamericano, una cadena perpetua y por ende los fetos serán extraídos en cuanto el parto ocurra. —explicó Ivana Langford de D'Angelo.>>
—Realmente voy a dejar este trabajo. —dice Flynn.
—Dilo duro hermano. —dice Mark.
—Pobre Steel, la tiene que estar pasando fatal. —dice Madison recostándose contra la pared— Ese embarazo es un peligro, es como una bomba que lo va a matar y nos va a llevar a todos entre las piernas.
—Nada, nos toca apoyarlo o por lo menos yo voy a estar si me necesita para deshacerse de dos fetos. —espera Milán— Esto en parte... es mi culpa.
—No seas duro contigo Milán, es algo que pudo pasarle a cualquiera. —dice Lexie poniéndole la mano en el hombro.
— Milán tiene razón, antes de amigos somos soldados y por ende los soldados no se abandonan y no haremos eso con Steel. —habla Flynn.
