Capitulo 27

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SE TENÍA QUE SABER

SE TENÍA QUE SABER

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Lexie

Washington Estados Unidos, Agosto 24.

Ok, nunca he sentido que se siente tener el corazón roto pero ahora si siento que el mío lo está. En los últimos días han pasado tantas cosas que ni siquiera se que hacer con mi cabeza. El operativo en Italia fue una masacre tanto como de la parte de la mafia Siciliana y a la milicia.

Perdimos cientos de soldados y sobre todo tuvimos que salir de Italia como si fuéramos criminales. La pasamos muy bien, tuve que lidiar con Melanie quien quería pelearse con Alba cada minuto. Que se note la ironía.

Intento empujarla del tren.

Tuvimos que infiltrarnos en la estación, aprovechamos los trenes de carga los cuales tenían puertas abiertas y corrimos mientras el tren se ponía en marcha, la primera en subir fui yo, le tendí la mano a Melanie ayudándola a subir y hice lo mismo con Alba.

Duramos horas para salir de Italia.

Me pongo de pie dejando mi laptop de lado, me paso las manos por la cara entrando al baño, me lavo la cara ya que me duche, agradezco que se nos haya dado esta semana libre a los Elegidos.

Flynn sigue en el hospital, perdió mucha sangre pero Sunshine le salvó la vida. Si se hubiera quedado en Italia aunque hubiera sobrevivido lo hubieran matado. Llego agonizando a la frontera entre Italia y Suiza, los médicos lo atendieron de emergencia y con sus huellas la policía suiza se comunicó con el ejército.

Tomo una toalla dándome toques en la cara, apago la luz saliendo de mi baño y vuelvo a la cama tomando mi laptop entre mis piernas.

Todo el viaje en tren me sentí mal, porque en vez de pensar en mi hermana y mis padres solo pensaba en Stark, una y otra vez su rostro aparecía en mi mente, como un hermoso recuerdo de que no todo lo que se piensa se dice.

Me paso las manos por la cara desrizándolas por mi cuello, todo se me eriza de repente y quiero echarme a llorar cuando todo se me enciende.

Parezco una loca desde que tuve sexo, no dejo de pensar en ello y no se si es los años que vi porno o porqué quien me desvirgo supo jugar su cartas.

Me muerdo la mejilla, cerrando los ojos mientras deslizo las manos por mi pecho, llego a mis pezones que se han endurecido haciendo que se me pongan rojas las mejillas.

No estoy bien.

Además siento este maldito nudo en la garganta como si tuviera una piedra atrabancada. Giro la cabeza rápido cuando tocan mi puerta y cierro la laptop donde inconscientemente estaba ya buscando páginas porno.

LUJURIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora