Capitulo 22

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Baches en el camino y abrazos.

Alba

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Alba

Washington, Estados Unidos, Agosto 2. Hora: 0200.

No llevo dormida ni cinco horas cuando el sonido del móvil molesta despertándome, estiro el brazo de mala gana mirando la hora mientras el nombre de Flynn Brown alumbra mi pantalla.

—¿Flynn? —pregunto realmente confundida.

Piñero, junta de emergencia con los Elegidos, el ministro y el general en diez minutos. —me informa serio.

Él y sus amigos se creen el ombligo del mundo, unos más que otros pero todo tienen un aire de poder gobernar todo.

—¿A las 0200? —pregunto bostezando.

Los criminales no duermen y nosotros tampoco. —espeta— Diez minutos.

Me cuelga y no tengo de otra que bajarme de la cama. No vivo mal, desde que mi padre me echara de casa tuve que arreglarme las yo sola, tenía 18 años, acababa de graduarme de la academia militar en Colombia, mi padre es un ex-militar que trabajo en la central por muchos años, no era un Elegido pero si tenía su carácter a la hora de entrenar a los soldados, estuvo cerca de serlo pero en una misión sufrió una lesión que lo dejó cojo, entonces no pudo seguir con los trámites y pruebas para ser un Elegido.

No tenemos la mejor relación, me echo de casa después de que descubriera que... mi medio hermano y yo tuviéramos una aventura... un amorío... Tenía diecisiete años en ese entonces y no considero que yo fuese mal hija, un desliz... pequeño, siempre me porte bien, lo adoro pero no se que siente el por mi después de haberme visto en la cama con Mariano.

Él ya tenia 21 años en ese momento, también es militar se graduó y está en la central de Canadá, hace mucho no hablo con él, desde que papá le grito: "Lárgate de mi casa y no vuelvas nunca."

No estoy loca, se que lo qué pasó con Mariano hace cuatro años no estuvo bien, estuvo más que mal él actualmente tiene 26 años, de vez en vez me escribe para saber de mi pero llevo cinco años sin verle más que en alguno que otro noticiero canadiense.

Cuando sucedió lo que sucedió con él cuando yo tenía 17 años casi 18 se fue para nunca volver y papá sólo fue paciente hasta que yo me graduara de la academia para echarme de casa, me dio la herramientas para irme y me gradué.

Lo que debía ser un día feliz no lo fue, todos recibían saludos militares de los padres que estaban en el oficio, él mío... me dio un saludo militar desde lejos cuando me subí en el taxi que me llevo al aeropuerto.

Me piano con las manos el cabello rubio vistiendo completamente de negro, me pongo una sudadera tomando las llaves del coche al cruzar el pasillo de mi casa hacia la puerta.

LUJURIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora