| Fire & Love | [1]

C I N C U E N T A Y T R E S

—Tony, ¿qué sucede? —cuestiona en susurro al ver al secretario de Estado llegar a la nueva base de los vengadores, pero no obtiene ninguna respuesta. — ¿Tiene algo que ver con lo sucedido hace días?

— ¿Estás metida en mi cabeza? —pregunta con molestia, suspira al darse cuenta que ella no tiene la culpa y que solo quería ayudarle. —Yo... lo siento, amor.

Olivia no dice nada y se dispone adentrarse a la base, sacándole un bufido de frustración a Tony, quien solo decide seguirla en silencio.

—Hace cinco años... —comienza hablar el secretario luego de que todos los vengadores estuvieran presentes. —tuve un ataque al corazón y me desplomé justo en medio de mi back swing. Resultó ser la mejor sesión de mi vida... —Olivia siente un leve mareo, preocupando a Tony que había estado viéndola de vez en cuando. —porque luego de 13 horas de cirugía y un triple bypass aprendí algo que no me enseñó el ejercito en los 40 años que estuve. Perspectiva.

Olivia y Tony se miraron unos instantes en los que intenta agarrar su mano, pero ella lo aleja. "Aun estoy molesta" le recriminó a Tony en su mente.

—El mundo tiene una deuda impagable con los vengadores. Han peleado por nosotros, nos han protegido, arriesgando sus vidas... pero mientras mucha gente los ve como héroes hay otros que prefieren la palabra "justicieros".

— ¿Qué palabra usaría usted, señor secretario? —pregunta Natasha.

— ¿Qué les parece "peligrosos"? —Olivia se tensa, a lo que Tony decide agarrar su brazo proporcionándole caricias para intentar calmarla. — ¿Cómo llamarían a un grupo de seres mejorados con base en EE.UU que a diario ignoran las fronteras e imponen su voluntad donde ellos quieran y que en verdad, parece no importarles lo que dejan atrás?

—Yo los llamaría valientes—responde Olivia, colocándose de pie, luego de escuchar las suplicas de Tony en su mente. —Porque al final estamos para salvar la mayor cantidad de vidas posible—dice colocándose en frente del secretario. —Y créame que si no nos importara, no arriesgaríamos nuestras vidas por personas como usted. 

—Yo no me refería...

—Claro que se refiere a eso—interrumpe. —Ahora si habla de las personas que no sobrevivieron, entonces como podemos llamarlos a ustedes que se supone que están para protegernos a nosotros, que por tener el poder creen que pueden menos valer a las personas. Claro eso no lo dirá aquí porque no le conviene.

—Señora Toub.

—Stark—corrige seria, el secretario suspira y se aparta de las pantallas.

—Señora Stark, esto... habla por si solo—dice señalando las pantallas que empezaban a proyectar. —Nueva York—dice, ignorando lo que había dicho Olivia. Los videos de la lucha contra los chitauri se mostraban y era algo devastador para todos, pero nadie se atrevía a decir nada. —Washington, D.C. Sokovia.

Tony se levanta lentamente y agarra de la cintura a Olivia para volverla a sentar. — ¿Qué es todo esto, Anthony?

—Lagos.

Wanda se remueve incomoda ante la ultima imagen y Steve lo notó. —Bueno. Es suficiente.

—Los últimos cuatro años operaron con poder ilimitado y sin supervisión. Eso es algo que los gobiernos del mundo no pueden tolerar más. Pero creo que tenemos una solución. —recibe un libro, para colocarlo en la mesa y pasarlo primero a Wanda. —Los acuerdos de Sokovia. Aprobados por 117 países, en los que dice que los vengadores no pueden ser más una organización privada. —Tony desvía la mirada cuando su esposa se disponía a verlo. —Sino que operarán bajo la supervisión de un grupo de las Naciones Unidas, que dirá si es necesario que actúen y cuando.