N U E V E

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Olivia Toub

Estaba riendo de una anécdota de James de cuando era niño, pero dejo de escuchar al ver a Tony entrar e ir a la barra.

—Ya vuelvo, iré por otro whisky.

Caminé hacia la barra posicionándome al lado de Tony. —Dame un whisky, por favor.

Suspiro y miro a Tony que se puso serio. — ¿Quién es el idiota con el que bailabas?

— ¿Disculpa?

Él estaba por hablar pero una rubia nos interrumpió. — ¡Vaya! ¡Tony Stark! Imagínate verte aquí.

Tony me mira y luego a la rubia y balbuceó tratando de decir su nombre. —Carrie.

—Christine.

—Cierto. —ruedo los ojos con una leve sonrisa. Es muy gracioso verlo en esa situación.

— ¿Cómo te atreves aparecer por aquí? ¿Al menos podrías reaccionar?

—Pánico. Diría que pánico. —la rubia se le veía que estaba enojada.

—Yo hablo de la última atrocidad de tu compañía. —fruncí el ceño, ya que no sabía de lo que hablaba.

—Solo ponen mi nombre en la invitación.

—Casi me lo trago enterito—dice con una sonrisa falsa.

— ¿De qué está hablando, Stark? —pregunto, pero él solo me mira por unos segundos para luego poner su atención en la rubia.

—Estuve fuera unos meses, por si no supiste.

— ¿A esto le llamas rendir cuentas?—pregunta sacando unas fotos, dejo de respirar cuando noto el pueblo, en el que crecí, estaba destruido. Deje de escuchar y las miré cuando Tony se puso a revisarlas. Las dos últimas fotos eran de las armas que creó la compañía de Tony.

— ¿Cuándo las tomaron?—pregunte alzando la mirada hacia la mujer, ella me mira sin entender quién era yo.

—Ayer.

Mire a Tony confundida y dolida, él respira hondo. —Yo no aprobé ningún envío. —miró a la rubia, pero su mirada me insistía a mí.

—Pues al parecer tú compañía, sí. —entrecerré los ojos mirándolo mal.

—Pues yo no soy mi compañía.

Él salió del salón y buscaba a alguien, yo lo seguía furiosa. Por su culpa, mi pueblo estaba en peligro.

Stark al encontrar a la persona que buscaba, me puso a pensar si él tuvo algo que ver o no. Desde un principio ese calvo no me caía bien, y ahora esto. Algo no está bien y pienso averiguarlo.

El calvo golpeo levemente a Tony en su hombro y se fue. Dejándolo serio y molesto.

Me acerqué a él y tomé su mano. —Quiero irme.

Tony suspiró y se volteó a verme, yo tragué gordo aguantando las ganas de llorar y él solo asintió halándome hacia donde el auto plateado nos esperaba.

Abrió la puerta y entré rápido, quería ir al gimnasio y descargar toda mi rabia en un saco. —Lo siento, yo... Yo no sabía...

—No te disculpas, Stark. No es tu culpa.

Mire la ventana y me negué a soltar una lágrima, pero solo tenía un pensamiento: las armas que Tony alguna vez construyó me han arrebatado todo lo que tenía.

—Si es mi culpa—habla sin apartar la mirada de la carretera. —Tu padre murió por culpa de mis armas, y ahora tu pueblo... Yo lo siento mucho, de verdad.

Suspiré y lo mire esta vez, su perfil, estaba tenso, se notaba pero aun así; se veía hermoso.

—Es verdad, pero no estoy molesta contigo Tony. —Él me miró por unos segundos y volvió su mirada a la carretera. —Si no hubiera sido por el prototipo de Mark I, no estaría aquí. Contigo.

Tony se relajó y sonrió un poco. —Me alegro que hayas hecho esa locura allá en Afganistán. —lo mire con el ceño fruncido. —Si no fuera por eso, nunca te habría conocido.

Sonreí leve y coloqué mi mano sobre la suya. —Solo te pido una cosa... No dejes con vida a ninguno de esos bastardos.

•••

Golpeaba el saco con fuerza, escuchando las noticias sobre Gulmira. Luego de haber llegado, Tony fue al taller y yo a mi habitación para cambiarme de ropa para ir al gym y poder quitarme la rabia de encima.

La caminata de 23 km a las afueras de Gulmira es como el descenso a un 'Corazón de la Tinieblas'. Granjeros simples y pastores de aldeas pacíficas han sido expulsados de sus hogares, desplazados por militares fortalecidos por su nuevo poder.

Golpee con más fuerza el saco, sin importarme el daño en mis nudillos. Estaba furiosa, primero mi padre y ahora mi pueblo. Esos desgraciados van a pagar.

El sonido de disparos me desconcentró, haciendo mirar la televisión. Lancé patadas y puños al saco, pero al reconocer la cara de uno hizo que la sangre me hirviera, cogí una navaja que estaba en la mesa y la clave en el saco varias veces.

—Están bien armados y con una misión. Una misión que puede ser fatal para el que les estorbe. Sin presión mundial hay poca esperanza para estos refugiados.

Grite de frustración al ver la arena del saco en el suelo. Escucho varios disparos provenientes del taller de Tony, suspiro y me cambio de ropa para la ocasión. Iría con Tony sí o sí.

Baje al taller y vi que las ventanas de la puerta estaban rotas, alcé una ceja entrando, me encontré a Tony en el centro del taller y vi como el traje se colocaba en él

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Baje al taller y vi que las ventanas de la puerta estaban rotas, alcé una ceja entrando, me encontré a Tony en el centro del taller y vi como el traje se colocaba en él. Me acerqué a él de brazos cruzados.

—Iré contigo.

Tony me miró serio. —Que chistosa eres. —Rodé los ojos y mire que en una esquina estaba el otro traje. —Sabes que no te dejaré.

—Me necesitas allá. Además no te estaba preguntando. —dije recargando el arma. —Entonces, me llevas o uso el otro traje.

Stark suspiró y me miró detalladamente. — ¿Por qué haces esto?

—Por si no te has enterado, mi pueblo está siendo atacado con armas que tu compañía creó. —Fruncí el ceño y suspiré. —Quiero ir contigo, Stark.

Tony suspiró. —JARVIS, prepara el otro traje.

—Como ordene, señor.

Sonreí y me pare al frente como lo había hecho Tony. —Quiero que estés atrás de mí, no hagas ninguna locura...

—Sí, señor. —dije quitándome las botas y quedando en medias.

Tony se quedó callado, no sabía que reacción tenía ya que estaba la máscara estaba puesta. Extiendo mis brazos a los lados cuando el traje se empieza colocar en mi cuerpo. Sonrío nerviosa pero a la vez emocionada.

—JARVIS, maneja el traje en tiempo de vuelo.

—Gracias, Stark. Esto significa mucho para mí. —caminé hasta quedar al frente de él para tomar ahora su mano de hierro, él asintió y puedo jurar de que está sonriendo, igual que yo.

— ¿Lista para patear traseros?

—Siempre.

| Fire & Love | [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora