| Fire & Love | [1]

D I E Z

Narrador

Ambos se encontraban ya volando por los aires, uno más nervioso que el otro pero no lo admitiría. Anthony Stark estaba preocupado pero no lo diría en voz alta. A pesar de que se conocen hace 4 meses, la chica ocasionaba cosas en el excéntrico millonario.

Olivia sabía que su corazón empezaba a sentir cosas por el magnate pero no lo diría en voz alta, por la misma razón que ha tenido desde que llegó a la casa de Tony. Pepper Potts.

Y es que durante esas semanas se han convertido en buenas amigas y no quiere lastimarla. Por lo que ha creado una barrera en su corazón para que no suceda algo que lamentará en el futuro.

— ¿Cuánto falta para llegar?—pregunta impacienta la castaña.

—Falta poco. JARVIS, a máxima velocidad—dijo yendo más rápido. La inteligencia artificial obedeció y en unos minutos ya estaban viendo la situación.

—Esos bastardos. —aterrizaron y todos se mantuvieron en silencio. Olivia mira detenidamente a todos y camina hacia el terrorista que tenía cautivo a un hombre y lo toma del cuello cuando empezó a dispararle lanzándolo lejos.

Luego los demás hombres disparaban hacia la castaña, por lo que Tony, molesto porque la estaban atacando, se encargó de cubrirle matando a los que la atacaban.

Entonces ambos se encontraban cubriendo la espalda del otro matando a los terroristas. Cuando voltearon a ver a los rehenes estaban siendo sometidos por los terroristas.

Tony y Olivia se miraron, esta última dejando que Tony se encargara de los matones. Bajaron las manos, haciendo que los terroristas creyeran que se irían. Pero eso no sucedió.

Tony los mato con las armas que salieron de sus hombros, matando acertadamente a los malos. Los rehenes los miraron aliviados pero a la vez asustados.

Olivia miró la escena de un niño abrazar a su padre, suspiro y junto a Tony caminaron hacia donde estaba escondido el líder del grupo al que acabaron.

—Te doy el honor—hablo Tony mirando a Olivia, esta sonrió y traspasó la pared con el brazo de hierro y cogió al hombre que los tuvo retenidos por el cuello. Lo lanzó con fuerza al suelo donde estaban los rehenes.

—Todo suyo—dicho esto ambos volaron hacia donde estaría los misiles Jericó. Pero algo golpeo a Tony que hizo que Olivia se preocupara.

Fue donde Tony rápidamente. — ¿Estás bien?

—Si—dijo levantándose, ambos miraron hacia el camión que les lanzó el proyectil. Tony alzó su brazo y lanzó un proyectil de vuelta.

Olvida sonrió y caminaron hacia donde estaban los demás terroristas. Todos les disparaban, pero claramente no les afectaba en nada. Con su mayor potencia destruyeron los misiles y por orden de Tony, tuvieron que irse.

—Eso fue increíble —decía Olivia con una sonrisa cosa que lo hizo sonreír, pero Tony al recibir una llamada de Rhodey, se vio en la obligación de mandar a Olivia a casa.

—JARVIS, saca a Olivia de aquí.

—Espera, ¿qué?—pregunta Olivia confundida y preocupada. — ¿Qué sucede?

—Enseguida señor.

—Te veo en casa linda. —JARVIS sacó a Olivia de la situación que estaba por ocurrir. Tony sabía que iban a ir por ellos, por lo que prefirió mantener a salvo a Olivia.

—JARVIS, ¿qué sucede?

—Lo siento, señorita. Pero creo que el señor Stark estaría tranquilo si usted está sana y salva en la mansión.

Olivia regaño mentalmente a Tony y a JARVIS, pero en su mente solo pasaban imágenes de que Stark estaría en peligro.

—Comunícame con Tony, JARVIS.

—Enseguida.

Pasaron unos segundos y Tony respondió. —Espero que ya estés en casa.

— ¿Qué diablos sucede, Stark?

—No pasa nada, linda.

—Proyectil llegando.

Olivia se asustó en cuanto escucho eso, y Tony maldijo mentalmente cuando supo que la castaña había escuchado. — ¡Bengalas!

— ¡Te están atacando!—dijo desesperada, lo que causó una sonrisa en el magnate pero que fue quitada cuando la explosión lo lanzó más lejos apagando los propulsores por unos segundos.

—Linda, hablemos cuando estés en casa—dijo Tony cortando la llamada, dejando a Olivia asustada y preocupada.

—JARVIS, quiero que vuelvas donde Tony—demandó seria, no pensaba dejarlo solo.

—Lo siento señorita Toub, pero las órdenes del señor Stark fueron muy claras.

— ¿JARVIS? JARVIS, no estoy para juegos. Hazme volver con Stark.

Pero la inteligencia artificial no hizo caso a su mandato por lo que unos minutos después, bastante largos, ya se encontraba en casa. Al quitarse la armadura fue un lio ya que este estaba muy ajustado en su cuerpo.

Cuando estaba por salir del taller de Tony, este llegó. Olivia respiró aliviada al verlo, suspiró pasando su mano por su cabello. Tony se puso al frente con los brazos extendidos para que empezaran a quitar la armadura.

Cuando le quitaron la máscara, le sonrió a Olivia que estaba de brazos cruzados.

— ¿Por qué carajos no me dejaste volver contigo?

—Me alegro que estés bien Tony, ver tu rostro sano me hace estar más tranquila—dijo, a lo que la castaña rodó los ojos.

—Estaba preocupada, no vuelvas hacer eso.

— ¿Qué cosa?

—Apartarme de ti. Estoy más tranquila si te ayudo si estas en peligro—dijo seria, y Tony solo pudo sonreír al escuchar sus palabras, pero se quejó cuando intentaron quitar una parte de la armadura.

—Le queda bastante justo. Cuanto más se retuerza más le va a doler—habló JARVIS, rompiendo la burbuja en la que se encontraban ellos.

—Suave, JARVIS. Es mi primera vez—dijo Tony con voz cansada lo que ocasionó una risa involuntaria en Olivia. Ninguno se percató de que Pepper estaba entrando en el taller. —Lo diseñe para que se quitara.

Solo segundos después Olivia miró hacia la entrada y la vio seria y asustada mirando a Tony.

—Trate de no moverse—dijo JARVIS, Olivia intentó avisarle a Tony que Pepper estaba detrás de él, pero no lo entendió.

— ¿Qué pasa aquí?

Tony frunció el ceño y apretó sus labios, ambos la voltearon a ver y las máquinas dejaron de moverse como si estuvieran mirando a Pepper.

—Esto no es lo peor que me has pillado haciendo—dijo Tony tranquilamente, Olivia solo rodó los ojos.

Pepper miró el traje y abrió levemente la boca.— ¿Son hoyos de bala?

—Sobre eso... ¿Por qué no me acompañas a buscar hielo en la cocina?—pregunta Olivia caminando hacia ella para tomar su brazo y sacarla de ahí.

Tony agradeció en su mente por tener a Olivia en esos momentos. Aunque no le gustaba admitirlo, Pepper lo intimidaba un poco cuando se lo proponía.